Estrategia de paz en 6 líneas de acción

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El presidente Enrique Peña Nieto presentó las seis líneas de acción de la estrategia denominada “México en paz”, en la cual plantea la corresponsabilidad de los tres órdenes de gobierno como política de Estado para lograr la paz con respeto a los derechos humanos.

Las líneas de acción son “Planeación”, “Prevención”, “Protección y respeto a los Derechos Humanos”, “Coordinación”, “Transformación institucional” y “Evaluación y retroalimentación”.

“Los mexicanos quieren un México en paz. Exigen respeto y protección a los derechos humanos”, dijo Peña Nieto durante la sesioón extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública, realizado el 17 de diciembre en el DF.

Para alcanzar este propósito, hay que transitar de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública a una auténtica política de Estado de corresponsabilidad entre Poderes y órdenes de gobierno, ajena a intereses de partido, agregó.

Por lo tanto, propuso una estrategia para la paz a partir de seis grandes líneas de acción. En sus palabras, son las siguientes:

Primera línea de acción: Planeación.

Para dar resultados, el primer paso es fijar metas claras que nos permitan trazar la ruta a seguir.

Nuestros objetivos prioritarios son: Reducir la violencia y recuperar la paz y la tranquilidad de las familias mexicanas. En particular, disminuir los indicadores relacionados con homicidios, secuestros y extorsiones.

Para lograrlo, vamos a articular los programas, esfuerzos, acciones y presupuestos, con que cuenta el Estado para construir un México en paz. No habrá improvisación.

La planeación nos permitirá asignar responsabilidades y fechas precisas de cumplimiento para cada institución del Gobierno de la República, así como para los gobiernos locales.

Vamos a planear la política y los cambios institucionales de mediano y largo plazo, pero, también, cada decisión estratégica y operativo específico. La política de seguridad y de justicia no pretende ser reactiva.

Segunda línea de acción: Prevención.

La prevención del delito y la participación ciudadana son instrumentos esenciales de esta nueva política de Estado. Vamos a enfocar los esfuerzos institucionales para atender las causas del fenómeno delictivo y no sólo sus consecuencias. Debemos disminuir los factores de riesgo para alejar a la sociedad actual y a las futuras generaciones de la delincuencia.

Para lograrlo, habrá un programa transversal de prevención, que alineará las políticas para combatir las adicciones, rescatar espacios públicos, ampliar las escuelas de tiempo completo y promover proyectos productivos, entre muchas y varias otras acciones, que deberán llevarse a cabo de carácter preventivo.

De aprobarse, por la Cámara de Diputados, este programa contará con 115 mil 625 millones de pesos para el 2013.

Se ha propuesto, también, crear un fondo para la prevención del delito, con dos mil 500 millones de pesos, enfocado a tres acciones concretas: Mejorar el entorno urbano, promover empresas sociales y construir una ciudadanía responsable y solidaria, a través de una mejor preparación y formación en valores cívicos que debemos compartir como sociedad.

Para iniciar estos programas, instruyo al titular de Gobernación y a los Secretarios involucrados, a que se instale la Comisión Intersecretarial de Prevención del Delito. Cada dependencia del Gobierno de la República tendrá una responsabilidad precisa para alcanzar este objetivo.

Tercera línea de acción: Protección y respeto a los Derechos Humanos.

Los mexicanos exigen respeto a la ley y a los derechos humanos. Para cumplir esta demanda, se tomarán las siguientes medidas:

Se pondrá en marcha un Programa Nacional de Derechos Humanos para fortalecer las áreas del Gobierno en esta materia y crear la instancia Federal que dé seguimiento a la instrumentación de la Reforma de Derechos Humanos.

He instruido, también, la inmediata elaboración de Protocolos de Actuación para los cuerpos de seguridad de todo el país. Para asegurar el respeto irrestricto de los derechos humanos, se impulsará, también, la Legislación en las materias de atención a las víctimas, reparación del daño y uso legítimo de la fuerza.

Se fortalecerá, además, el marco legal para atender la desaparición forzada de personas, conforme a estándares internacionales. También, retiraremos las reservas hechas a tratados internacionales en esta materia.

Para respetar los derechos de migrantes y fortalecer la seguridad territorial, habrá una depuración y reestructuración del Instituto Nacional de Migración.

Instruyo, también, la instrumentación de una política pública en materia de personas no localizadas, que contemple bases de datos de información genética, protocolos de búsqueda y fuerzas de tarea especializadas.

Cuarta línea de acción: Coordinación.

El Gobierno de la República fortalecerá y asegurará la colaboración entre sus propias instituciones, así como con las autoridades de los estados, del Distrito Federal y de los municipios.

Estoy convencido de que reducir la violencia y recuperar la tranquilidad de los mexicanos, requiere la responsabilidad compartida de todos los aquí presentes. En la obligación de brindar seguridad y justicia, los gobiernos deben cumplir, no competir.

Quiero y deseo que a todos los gobiernos locales les vaya bien en esta misión y en esta tarea que tienen. Que tengan logros, mejores resultados y, sobre todo, que todo esto se signifique en mayores beneficios para los mexicanos, a partir de garantizarles un México en paz y de mayor tranquilidad.

Para ello, se establecerá un sistema de coordinación y cooperación, conducido por la Secretaría de Gobernación. Habrá orden, confianza, responsabilidades y competencias claras en los tres órdenes de Gobierno.

Para lograr una mayor eficiencia, el territorio nacional se dividirá en cinco regiones operativas, que hoy, como aquí ya se expresó y se aprobó, han sido consensuadas con los gobiernos estatales y el Gobierno del Distrito Federal.

Instruyo que los responsables de las áreas de seguridad y procuración de justicia, se trasladen a estas regiones para atender las problemáticas específicas que se viven en esas distintas regiones del país.

Asimismo, se establecerán protocolos y sistemas para el ágil y oportuno intercambio de información que aproveche los avances que hoy tiene Plataforma México.

Para respaldar a los estados, instruyo a los Secretarios de Gobernación y de Hacienda y Crédito Público, a que revisen la situación de los fondos de seguridad pendientes de entregar a las entidades federativas.

Les instruyo, también, a rediseñar las reglas de operación para que el flujo de recursos en materia de seguridad sea más ágil y, sobre todo, se destine a objetivos que den mayor eficacia, en esta gran meta que todos nos estamos trazando.

Quinta línea de acción: Transformación institucional.

El éxito de esta política de Estado, requiere de un cambio estructural en dos ámbitos: el policial y el de procuración de justicia.

De acuerdo con la Reforma de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la Secretaría de Gobernación se hará cargo de las funciones de seguridad pública. Para ello, se reorganizará la Policía Federal, asegurando el control interno de la corporación.

Instruyo al Secretario de Gobernación a iniciar los trabajos que permitan, a la brevedad, la creación de la Gendarmería Nacional. Este cuerpo será responsable de fortalecer el control territorial en los municipios con mayor debilidad institucional, así como en instalaciones estratégicas como puertos, aeropuertos y fronteras.

Esta nueva Institución, se prevé, pueda contar, en su inicio, con 10 mil elementos integrados a la Gendarmería Nacional.

La protección de nuestra población es prioritaria. Por ello, las Fuerzas Armadas de nuestro país continuarán en labores de apoyo a la seguridad ciudadana, en tanto concluye el proceso de consolidación y restructuración total de las policías estatales.

Quiero expresar, aquí, público reconocimiento a esta importante labor que las Fuerzas Armadas del país han venido realizando en apoyo a la seguridad de todos los mexicanos.

Como Presidente de la República, hago extensivo a todos los integrantes de las Fuerzas Armadas del país, la gratitud y reconocimiento del pueblo de México a esta acción que, sin duda, ha contribuido a mejorar las condiciones de seguridad que merecen y que demandan todos los mexicanos.

En correspondencia, los gobiernos locales deberán establecer tiempos límites para cumplir con este compromiso. Y me he de referir al de reestructuración y consolidación de sus fuerzas estatales.

Por ello, celebro el acuerdo de los gobernadores para crear una comisión que presentará una propuesta consensuada de mando único policial. En tanto esto ocurre, los exhorto a adelantar este proceso, con la suscripción de convenios que pueden ya realizarse con los municipios de sus entidades y sean éstos, primeros pasos, en tanto logramos, realmente, el debido consenso a la forma, a la figura, que deba tenerse en el país, para consolidar el mando único en las policías estatales.

Como Presidente de la República, les expreso a los señores gobernadores y Jefe de Gobierno del Distrito Federal, que tendrán todo mi apoyo para la formación de policías confiables, profesionales y, como toda la sociedad mexicana lo espera, eficaces, de mejores resultados.

Este respaldo debe traducirse en acciones como las siguientes:

Hacer realidad la carrera policial con los sistemas complementarios de seguridad social y reconocimientos que merecen los profesionales de la seguridad y la procuración de justicia. Como parte de mis compromisos de Gobierno, se pondrán en operación cinco centros regionales de preparación, actualización y especialización de cuerpos policiacos, así como un centro especializado en la formación de mandos de seguridad pública.

Además, se crearán 15 Unidades de la Policía Federal enfocadas a combatir secuestro y extorsión.

Para este Gobierno es prioritario fortalecer y modernizar integralmente la Procuraduría General de la República. He instruido incrementar la capacidad de actuación de Policía Ministerial, de los agentes del Ministerio

Público y Peritos, para hacer de la investigación científico-criminal la piedra angular de la procuración de justicia.

La Procuraduría participará en los operativos federales para integrar, de mejor manera, las investigaciones que corresponden a las averiguaciones previas.

Instruyo a la Secretaría de Gobernación y a la Procuraduría General de la República para que, en coordinación con los gobiernos estatales y Poderes Judiciales, se acelere la implementación del nuevo modelo de justicia penal acusatoria que prevé nuestra Constitución.

Ordeno, también, al Procurador General de la República que haga una revisión exhaustiva de la figura del arraigo y presente propuestas para corregir los excesos en su aplicación.

Asimismo, instruyo al Secretario de Gobernación a tomar medidas para asegurar el control del sistema penitenciario, de modo que sus políticas permitan la reinserción social de los sentenciados.

La sexta y última línea de acción: Evaluación y retroalimentación.

La Política de Estado por la Seguridad y Justicia de los mexicanos, será evaluada en cada una de las acciones contempladas.

La evaluación será permanente, con indicadores claros, medibles y transparentes, que sirvan a la ciudadanía para calificar democráticamente, el desempeño de sus autoridades.

La evaluación, también, será útil para retroalimentar y, en su caso, ajustar esta Política de Estado.

Lo importante, y eso lo tenemos todos muy claro, es dar resultados. Y cumplir con el objetivo de darle a la sociedad mexicana paz y tranquilidad. Y de manera especial, reduciendo la violencia.

Hay un gran consenso nacional. Todos queremos un México en paz, un México más justo, más equitativo y más seguro.

Prueba de ello es que prácticamente la totalidad de las acciones que hoy he anunciado, se acordaron en el marco del Pacto por México, que hemos suscrito con las principales fuerzas políticas del país.

Estoy convencido de que cuando se trata de trabajar por México, no hay colores partidistas que nos dividan.

En materia de seguridad y justicia, los gobernadores, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal y el Presidente de la República, somos un mismo equipo, comprometido a trabajar por un México en paz.

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