Por Keegan Hamilton
En caso de que los defensores de la hierba tengan éxito, las autoridades se verán obligadas a adoptar nuevas leyes federales sobre las drogas. La marihuana sigue estando dentro de la Clasificación I de sustancias controladas, junto con la heroína y el LSD, a pesar de que las últimas encuestas nacionales muestran que un 57 por ciento de los adultos en Estados Unidos piensan ahora que la hierba debería ser legal.
Para quitar el cannabis de la Clasificación I se necesitaría una ley aprobada por el Congreso, aunque las autoridades federales han obstaculizado repetidamente los esfuerzos para hacerlo, y ahora sabemos por qué. VICE News logró tener acceso a documentos que muestran la razones de las autoridades para seguir pensando que la marihuana no puede ser medicinal, a pesar de que 25 estados y Washington D. C. ahora cuentan con leyes sobre la marihuana medicinal.
En agosto, la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) rechazó dos peticiones para cambiar la clasificación del cannabis, lo cual facilitaría también las investigaciones sobre la planta y decidió que la marihuana “no tiene aceptación médica actualmente” y sí un “alto potencial de abuso”.
Sin embargo, la DEA no tomó la decisión de forma aislada. Se basó en información brindada por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), la cual tenía la tarea de decidir si la marihuana puede ser considerada medicina. LA FDA cumplió, y a mediados del 2015 dio su opinión a la DEA, casi un año antes del anuncio de que la marihuana seguiría estando en la Clasificación I, aunque la recomendación no se hizo pública.
Inicialmente, la FDA rechazó una solicitud de información presentada por VICE News para conocer la recomendación y los registros relacionados. Pero después de haber apelado el fallo, la FDA dio a conocer los documentos con las explicaciones detalladas sobre la droga.
Los documentos incluyen un memo entre dos altos oficiales de la FDA, una carta de la agencia dirigida al jefe de la DEA, así como la respuesta completa ante las dos solicitudes para cambiar a la marihuana de categoría presentada en 2012 por los exgobernadores de Rhode Island y Washington, además de otra presentada por una enfermera psiquiátrica que había ayudado a redactar las leyes sobre la marihuana medicinal en Nuevo México.
En VICE News seguimos con una apelación pendiente y hemos presentado una segunda solicitud para obtener e-mails y otros registros relacionados con la actual clasificación de la marihuana de la FDA.
Algunos registros ya estaban a disposición del público, pero en conjunto, estos documentos revelan las razones por las que el cannabis sigue estando en una categoría más restrictiva que la cocaína, el OxyContin y el fentanilo, los cuales están dentro de la Clasificación II de sustancias controladas.
Entre los puntos destacados se encuentra la siguiente información:
-La marihuana es adictiva para los monos. La FDA citó un estudio realizado en el año 2000 con monos ardilla entrenados para administrarse ellos mismos THC, el ingrediente psicoactivo en la hierba. Los investigadores encontraron que los monos disfrutaban drogarse, y la FDA dijo que tales estudios muchas veces “son útiles para predecir los efectos de recompensa en los humanos, por lo que es un indicador del riesgo de abuso”.
‘Se deberían realizar más investigaciones sobre los efectos de la marihuana’.
-La gente prefiere fumar marihuana. Haciendo énfasis en que mucha gente prefiere fumar cannabis en lugar de tomarlo en pastillas, la FDA lo comparó con la cocaína, el opio, la heroína y las metanfetaminas. “El intenso efecto psicotrópico de la droga conseguido rápidamente al fumarla produce el efecto deseado por el consumidor”, escribió la FDA, añadiendo que “este efecto explica por qué aquellos que abusan de la sustancia muchas veces prefieren consumir determinada droga inhalándola en lugar de consumirla de forma oral”.
-Los consumidores se sienten raros cuando se drogan. La FDA hizo una lista con los nueve efectos más comunes de la marihuana, incluyendo “alegría y hambre”, “imaginación elevada”, “pensamiento desorganizado”, “ilusiones, delirios y alucinaciones”, además de “agitación, paranoia, confusión, somnolencia y ataques de pánico; efectos comunes en su mayoría entre los consumidores experimentados o aquellos que consumen grandes dosis”.
-Es fácil conseguir hierba. La agencia se dio cuenta de que la marihuana está “ampliamente disponible con los proveedores ilegales a través de fuentes legítimas”, lo cual parece obvio considerando que la droga sigue siendo ilícita para su consumo recreativo en Estados Unidos, salvo cuatro estados.
-La marihuana es popular. En una sección sobre la “historia y el actual índice de abuso”, la FDA cita información del 2012 que afirma que 111,2 millones de estadounidenses —más del 42 por ciento de la población total del país— han consumido marihuana al menos una vez en su vida, y 7,6 millones de personas la usa “a diario”.
No obstante, la FDA también mencionó un número de estudios que muestran que la marihuana es relativamente segura:
-No es una “droga puente”. Discutiendo el llamado “efecto puente” que supuestamente lleva a que los fumadores de hierba consuman drogas más peligrosas, la FDA afirmó que la investigación no sustenta “una relación causal directa entre la marihuana regular y otras drogas ilícitas”.
-Parece que no causa cáncer. Un amplio estudio en donde se usaron 1.650 individuos no encontró “una relación directa entre la marihuana y el cáncer de pulmón”.
-No hay relación con las enfermedades mentales. Cuando llegó el momento de discutir si la marihuana puede conducir a la esquizofrenia y otras enfermedades mentales, la FDA dijo la “investigación exhaustiva” muestra que no hay “relación de causa entre el consumo de marihuana y el desarrollo de psicosis”.
-No es más adictiva que el tabaco. La FDA señaló que el uso frecuente de marihuana “produce una dependencia física ligera, de corto plazo, comparable con la abstinencia al tabaco”.
-No te vuelve más tonto, al menos no permanentemente. Mientras los estudios muestran que la hierba puede causar problemas a largo plazo para aquellos que comienzan a consumirla antes de los quince años en grandes cantidades, la FDA dijo que no sucede lo mismo con los adultos. “Después de tres meses de abstinencia”, escribió la agencia, “cualquier problema del IQ, memoria a corto plazo, memoria a largo plazo y la velocidad para procesar la información no tiene secuelas notorias”.
Aunque finalmente la marihuana continúa estando en la Clasificación I, la FDA también dijo que “se deberían realizar más investigaciones sobre los efectos de la marihuana, incluyendo su potencial uso medicinal y el de sus derivados”. En un comunicado dirigido a VICE News, Michael Felberbaum, vocero la FDA, señaló que la agencia tiene “un interés en desarrollar terapias a partir de la marihuana”.
“Seguimos trabajando para evaluar si existen usos apropiados y terapéuticos para la marihuana y sus componentes. Y creemos que el proceso de aprobación debe hacerse a través de pruebas científicamente válidas y bien controladas”, expresó Felberbaum.
El problema es que la marihuana continúa estando dentro la Clasificación I, lo que resulta paradójico e impide que se realicen investigaciones “válidas científicamente”. Y aunque la DEA recientemente facilitó las cosas para que los científicos pudieran plantar la hierba para poder realizar estudios, sigue existiendo el gran obstáculo de la burocracia.
La FDA ha pedido que se revise por separado es estatuto de los “componentes” de la marihuana, como el cannabidol, extracto de la hierba usado para tratar la epilepsia y otras condiciones.
Otra petición para cambiar la clasificación de la marihuana tomaría años en resolverse y muy probablemente arrojaría el mismo resultado. Así que la única forma para que su estatuto cambie es que el Congreso así lo decida. Y hacer que eso sea posible depende de la decisión de los votantes el siguiente 8 de noviembre en las elecciones federales.
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Fuente: VICE