Carlos Romero Deschamps, dirigente nacional histórico de los trabajadores petroleros y sustituto de Joaquín Hernández Galicia “La Quina”, será desconocido como secretario general de ese sindicato con base en los estatutos gremiales que impiden el liderazgo cuando existen órdenes de aprehensión; además de que prohíben la reelección.
La sección 34 del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), radicada en el Distrito Federal, informó que el pasado 19 de octubre convocó a una asamblea en la sede de la Canaco en la ciudad de México en la cual, se votó por un nuevo dirigente.
Con el 71 por ciento de la votación de las 36 secciones, Jorge Hernández Lira se encumbró como el líder legítimo y con tal investidura, el próximo lunes hará su primera aparición ante los medios informativos, citados en un hotel del Centro Histórico.
La sección 34 tiene su despacho en la Torre de Pemex, escenario de la explosión del pasado 31 de enero y cuyas causas se desconocen. Fue ahí donde el grupo sindical preparó la convocatoria para la asamblea en la que se derrocó a Carlos Romero Deschamps. También ahí guardó la documentación.
La mañana de este viernes, la sección 34 se reunió con el presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho Quiroz, y le presentó la documentación registrada ante Notario Público de la asamblea. El vocero de la sección, Juan José Cedillo, indicó que en el partido, el grupo de trabajadores pidió un encuentro con el Presidente Enrique Peña Nieto para pedirle la toma de nota de la elección y es probable que ello ocurra la próxima semana.
El oficio de la asamblea también fue enviado al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El documento en el que quedó asentado el protocolo de la asamblea en la que se desconoció a Romero Deschamps está fechado el 19 de octubre de 2011 y lo avala la escritura número 74945 ante el Notario Público 18 del Estado de México, Mauricio Trejo Navarro.
Como marcan los estatutos de los petroleros, la sección 34 informó a Rosalinda Vélez Juárez, entonces secretaria del Trabajo y Previsión Social. Era el epílogo del calderonismo y la toma de nota no llegó. La sección 34 cuenta con pruebas de que Romero Deschamps se enteró en ese momento de los resultados de la asamblea y el 20 de octubre -24 horas después de la votación- se erigió como dirigente nacional ante los medios informativos nacionales.
En el documento escriturado aparece la firma de los delegados que respaldan la defenestración y avalan a Jorge Hernández Lira como nuevo dirigente nacional.
De la sección 3: Manuel Torres García, José Armando Reyes Rodríguez, Aldo César Hernández Aguilar; Víctor Manuel Torres Ollervides y Roberto de Jesús Sandoval Vázquez.
De la 9: Pedro Pizaña Segura; Darío Méndez Rodríguez; José Héctor Bravo Bautista; Víctor Hugo Bravo Bautista y Estanislao Montoya Bustos.
De la 10: Dimas Eloir Meza Estrada, Leonel Olán Magaña, Dimas Meza López, Jorge Omar Romero Juárez y Joel Aragón Cruz. Con cinco delegados cada una, la lista se expande hacia las secciones 11, 13, 14, 16, 22, 25, 26, 29, 30, 31, 34, 36, 38, 39, 40, 42, 44, 45, 46, 47, 50 y 51.
“Estamos a la espera de la toma de nota por parte de la Secretaría del Trabajo. Es sólo cuestión de horas y voluntad política”, expuso Hernández Lira para este sitio digital desde el cuarto de hotel que habita en el Centro Histórico capitalino desde hace tres años. “Aparte de su antigüedad, Romero Deschamps ya no tiene nada que pelear en el sindicato”.
De acuerdo con los estatutos 148 y 292 del Sindicato de Pemex, el dirigente nacional sólo puede ser reelegido una vez; además, no debe haber procesos penales en su contra. En 1993, tras la detención de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, Carlos Romero Deschamps fue electo por primera vez. Desde entonces, ha sido reelecto y se ha mantenido como dirigente de los petroleros.
En 2002, la Procuraduría General de la República inició una investigación en su contra por el presunto desvío de recursos a favor de la campaña presidencial priísta de Francisco Labastida Ochoa, en contubernio con Rogelio Montemayor Seguy, entonces director de la paraestal. La campaña habría sido mero pretexto. El destino del dinero eran algunas cuentas de Montemayor Seguy y Romero Deschamps.
A finales de 2005, el Gobierno de Felipe Calderón castigó a Rogelio Montemayor y cinco colaboradores cercanos con una multa de más de dos mil 800 millones de pesos. Lo inhabilitó para desempeñarse en cargos públicos. El destino de Deschamps fue otro: las dos órdenes de aprehensión giradas en su contra no se ejecutaron. Él, como si nada, siguió al frente del sindicato.
¿Por qué? “Ello sólo puede explicarse por su poder económico”, exclamó Juan José Cedillo, vocero de la sección 34 momentos después de la reunión en el PRI. “Ahora el movimiento puede anunciar los resultados de la asamblea del 19 de octubre porque varias instituciones nos respaldan”.
Fuente: Sin Embargo