Irak se desmorona: insurgentes toman Mosul y avanzan hacia Bagdad; los kurdos se apoderan de Kirkuk. Temen la toma final de Bagdad
Otra vez Irak. Los kurdos han decidido tomar la ciudad petrolera de Kirkuk después de que los yihadistas del grupo Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), brazo de Al Qaeda, tomaron Mosul y han llamado a la toma de la capital iraquí, Bagdad.
Las tropas kurdas (“peshmergas”) se hicieron hoy con el control total de la ciudad petrolera de Kirkuk, después de que el Ejército iraquí y la Policía federal abandonaran la localidad, informaron a Efe fuentes kurdas y de seguridad.
La retirada del Ejército iraquí de la ciudad -disputada entre el Ejecutivo central y el Gobierno de Kurdistán- coincide con la ofensiva de los insurgentes suníes encabezados por el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), que han capturado algunas zonas de la provincia de Kirkuk.
El Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) es un grupo yihadista suní que se creó en 2013 como una escisión de Al Qaeda en Irak y, de hecho, desde entonces ha sido desacreditado por la propia organización terrorista que fundó Usama bin Laden.
Desde entonces, se ha convertido en uno de los principales grupos armados tanto en Irak. Un alto responsable de la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), Sadi Pire, explicó a Efe que la ciudad se mantiene tranquila y que los “peshmergas” han tomado las “medidas adecuadas” para afrontar cualquier eventual ataque.
Pire precisó que las fuerzas de seguridad kurdas se han hecho cargo del edificio de la gobernación y que la policía local sigue en la ciudad.
Por su parte, una fuente de seguridad local confirmó a Efe el control de las tropas kurdas y señaló que al menos dos nuevas brigadas de “peshmergas” han llegado para proteger la ciudad. Kirkuk, situada 250 kilómetros al norte de Bagdad, es reclamada por árabes, kurdos y turcomanos.
Los kurdos, mayoría en la ciudad, pretenden su anexión a las tres provincias que forman el Kurdistán iraquí, algo a lo que las minorías de árabes y turcomanos, así como Bagdad, se oponen.
La desbandada de las tropas iraquíes de una ciudad no es novedad. Algo similar ocurrió el pasado martes en Mosul, la segunda urbe del país y capital de la provincia de Nínive.
El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, calificó ayer lo ocurrido de “conspiración” y llamó a los ciudadanos a enfrentarse a los radicales de forma voluntaria.
Hace dos días, los insurgentes suníes capturaron los edificios gubernamentales y de seguridad de varias poblaciones situadas al sur y al oeste de Kirkuk, tras tomar Mosul.
No obstante, el ejército iraquí recuperó hoy el control de la ciudad iraquí de Tikrit, capital de la provincia de Salahedín, tras combates con los insurgentes suníes que irrumpieron ayer en la urbe, informó la televisión estatal Al Iraquiya.
El EIIL, que pretende crear un emirato islámico en ese país y en Siria, ha amenazado con proseguir “sus conquistas” en Irak y avanzar hacia Bagdad y las ciudades santas chiíes de Kerbala y Nayaf.
El Parlamento iraquí estudia hoy decretar el estado de emergencia en todo el país ante el avance de los insurgentes suníes, tal como solicitó hace dos días Al Maliki.
A la toma de Bagdad
El Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) ha arengado a sus seguidores para que dirijan su ofensiva hacia Bagdad y las ciudades meridionales de Kerbala y Nayaf, donde se encuentran los principales santuarios chiíes.
En un audio difundido en las últimas horas en los foros yihadistas, el portavoz del EIIL, Abu Mohamed al Adnani, insta a “avanzar hacia Bagdad”, que será “la capital del califato”, después de que su grupo haya tomado el control de otras zonas del país como Nínive.
“El ajuste de cuentas contigo (el primer ministro chií Nuri al Maliki) no va a ser en Samarra o Bagdad, sino en las impuras Kerbala y Nayaf”, amenaza Al Adnani en su discurso.
El portavoz del EIIL pide a sus combatientes que no dejen descansar a las tropas iraquíes y que confíen en “la victoria de Dios”.
“Prepárense y no renuncien a ningún palmo de lo que han liberado, para que no vuelvan los del régimen salvo sobre nuestros cadáveres”, subraya el dirigente yihadista. En su opinión, “un Estado sin Dios no tiene poder”, en alusión al régimen de Al Maliki y a la desbandada de sus soldados ante los ataques de los insurgentes suníes.
“Un Estado no triunfa con soldados, armas y dinero sino con la ayuda de Dios y la fe de sus soldados”, agrega Al Adnani, que destaca que “el islam ha comenzado a enaltecerse y a triunfar”.
La ofensiva sobre el norte de Irak de los insurgentes suníes, encabezados por el EIIL, cobró ayer un nuevo impulso con su entrada en Tikrit, capital de la provincia de Salahedín, que los acerca a apenas un centenar de kilómetros de Bagdad.
El Ejército iraquí, que bombardea con cazas las zonas controladas por los rebeldes en Salahedín, parece por el momento incapaz de frenar a los extremistas, que ya amenazaron ayer con nuevas conquistas.
El Parlamento iraquí estudia hoy decretar el estado de emergencia en todo el país ante el avance de los insurgentes suníes, tal como solicitó hace dos días el Gobierno de Al Maliki.
Fuente: EFE