Nuevos documentos filtrados por el excolaborador de la CIA Edward Snowden revelan que las agencias de inteligencia de EE.UU. y el Reino Unido espiaron durante años a los miembros de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP).
Según informa el portal Spiegel Online, los documentos divulgados por Snowden afirman que la Agencia de Seguridad Nacional de EE UU (NSA) y el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno británico (GCHQ, por sus siglas en inglés) se infiltraron en la red informática de la OPEP, integrada por Arabia Saudita, Venezuela, Irán, Irak y otros 12 miembros.
La NSA consiguió ‘hackear’ a la OPEP en enero de 2008. Aunque anteriormente ya se habían dado casos de espionaje a países exportadores por separado, esa fue la primera vez que los estadounidenses obtuvieron acceso a toda la red de la organización que controla el mercado mundial de petróleo.
Los documentos de Snowden indican que al infiltrarse en los ordenadores de la OPEP los analistas de la NSA descubrieron un estudio interno de la división de investigación de la organización. El estudio afirmaba que funcionarios de la OPEP trataban de culpar de los altos precios del petróleo a los especuladores. Sin embargo, una revisión de la sección reservada para el secretario general de la organización ha documentado que los sauditas, los miembros del grupo con mayor cuota de producción, estaban usando tácticas ‘sucias’, incluso dentro de la organización. Según los analistas de la NSA, Riad estuvo tratando de mantener en secreto el aumento de su producción de petróleo durante tanto tiempo como le fue posible.
De acuerdo con la filtración, la NSA incluso obtuvo la aprobación del secreto Tribunal de la Vigilancia de Inteligencia Extranjera para incluir al gobernador de la OPEP por parte de Arabia Saudita en la lista de personas seleccionadas para una vigilancia individualizada.
Según un informe de la NSA de 2010, una de las conclusiones de los analistas fue que los sauditas publicaron cifras de producción de petróleo incorrectas, algo que confirmaba lo que la agencia sospechó durante años.
Los intentos de los británicos de vigilar la sede de la OPEP en Viena tuvieron al menos tanto éxito como los de la NSA. Un documento secreto del GCHQ que data de 2010 establece que después de un largo período de trabajo meticuloso, la agencia logró infiltrarse en los ordenadores de nueve empleados de la OPEP mediante el programa ‘Quantum Insert’.
Los analistas del GCHQ lograron incluso adquirir los privilegios necesarios para administrar la red de la OPEP y tener acceso a dos servidores secretos que contienen “numerosos documentos de interés”.
Según ha revelado Snowden, la OPEP aparece en el Marco Nacional de Prioridades de Inteligencia de la Casa Blanca. Aunque la organización sigue apareciendo como objetivo de la inteligencia estadounidense en la lista de abril de 2013, ya no tiene alta prioridad, ahora que EE.UU. es menos dependiente del petróleo saudita gracias al descubrimiento de la fracturación hidráulica (‘fracking’), un nuevo método que permite extraer el petróleo de rocas sedimentarias de muy baja porosidad y permeabilidad mediante la inyección en el subsuelo de agua a presión, junto a pequeñas cantidades de arena y productos químicos.
Fuente: Rusia Today