Enrique Peña Nieto no cumplió. Los legisladores fallaron. La asignación de la publicidad oficial en México sigue en la oscuridad y se presta a la corrupción, a la censura disfrazada y a la presión contra la prensa, establece el estudio “Publicidad Oficial: Recursos públicos ejercidos por el Poder Ejecutivo Federal en 2013”, divulgado este miércoles por las organizaciones Artículo 19 y Fundar.
“Las deficiencias en el uso y la asignación de la publicidad oficial fomentan la opacidad, la corrupción y la censura sutil. Son problemas estructurales que solo se pueden resolver mejorando el marco normativo, la rendición de cuentas y garantizando la implementación efectiva de estos cambios. Se necesita una ley general que impulse la transparencia, el uso racional de los recursos públicos y el combate a la corrupción”, concluyeron las dos organizaciones.
Fundar y Artículo 19 exigieron que, ante la discusión de las leyes secundarias de la Reforma Política Electoral dentro del período extraordinario, se discuta y apruebe la ley de publicidad oficial garantizando en todo momento la libertad de expresión, el derecho a la información y la pluralidad informativa.
Poco antes de las elecciones presidenciales de 2013, presionado por la sociedad civil, el entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Enrique Peña Nieto lanzó sus principios políticos, plasmados en un manifiesto denominado “Por una Presidencia Democrática”. Lo dio a conocer en el contexto de las manifestaciones en la Universidad Iberoamericana, y luego de una marcha que convocó a cerca de 46,000 personas en la Ciudad de México.
En ese documento se lee como uno de los compromisos de Peña:
“El gobierno debe establecer una relación con los medios de comunicación acorde con una cultura democrática. Como Presidente de la República impulsaré una reforma constitucional para crear una instancia ciudadana y autónoma que supervise que la contratación de publicidad de todos los niveles de gobierno en medios de comunicación se lleve a cabo bajo los principios de utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la información. Solo un país bien informado garantiza una cultura democrática”.
El análisis de Fundar y Artículo 19 indica que el Presidente de México no cumplió en transparentar la relación con los medios, ni promovió una reforma para crear una instancia ciudadana y autónoma, ni se supervisa la publicidad a todos los niveles de gobierno y, por lo tanto, su gobierno no cumple con los principios de “utilidad pública, transparencia, respeto a la libertad periodística y fomento del acceso ciudadano a la información”, como el mismo político del PRI había ofrecido.
Las organizaciones sostienen que los legisladores fallaron a las promesas presidenciales y a sus obligaciones legislativas y “dejaron la regulación del uso de la publicidad oficial fuera del pre-dictamen de la Reforma Electoral que se presentará para su aprobación esta semana en sesiones extraordinarias. En julio del 2012, el presidente Enrique Peña Nieto prometió regular la publicidad oficial. Según el tercero transitorio de la reforma constitucional en materia electoral, el Congreso tenía hasta el 30 de abril para emitir la legislación y no lo hizo”.
“No existen señales serias de cambios ni en el marco normativo del uso de la publicidad oficial ni en las prácticas”, agregó.
El análisis “Publicidad Oficial: Recursos públicos ejercidos por el Poder Ejecutivo Federal en 2013” realizado por Fundar, Centro de Análisis e Investigación y Artículo 19 a través de los datos publicados en el Sistema de Comunicación Social (COMSOC), advierte el mismo patrón de gasto en publicidad oficial que en administraciones anteriores: “una transparencia frágil, montos millonarios ejercidos sin reglas claramente definidas y contenidos propagandísticos que más que informar buscan persuadir a los ciudadanos sobre los alcances de las grandes reformas que implementa el gobierno”.
Las organizaciones dicen que en el primer año de gobierno del Presidente Peña Nieto se gastó $4,195 millones en publicidad oficial. El monto total es 7.8% superior a los $3,890.4 millones recaudados en 2013 por el impuesto sobre los depósitos en efectivo y equivale al 74% del monto que se planea recaudar en 2014 a través del impuesto sobre los alimentos no básicos con alta densidad calórica ($5,600 millones).
“Si bien representa una disminución del 20% respecto al primer año de gobierno del Presidente Felipe Calderón (2006), esta disminución no refleja un cambio estructural. Los gastos ejercidos por Enrique Peña Nieto han disminuido en el contexto particular de un primer año de gobierno aunado a una importante desaceleración de la economía”, dicen.
En 2013, el ramo que más gasta por este concepto es Turismo con $1511.1 millones, y seguido por Hacienda con $846.52 millones y Energía con $479.4 millones, según Fundar y Artículo 19. El gasto ejercido por estos últimos puede explicarse con las reformas estructurales del año pasado que estuvieron acompañadas de una importante propaganda oficial como la Reforma Educativa y la Energética, explica.
El análisis subraya la importancia de la televisión en la distribución del gasto pues concentra 33% equivalente a $1392 millones, seguido por la prensa escrita a la que se asigna el 18% igual a $736 millones y la radio el 14% o $584 millones. La inversión en internet sigue siendo marginal, solo el 5% se destina a este tipo de medio.
“Se destaca que el gobierno reparte la publicidad oficial bajo criterios diferentes a los que rigen el mercado publicitario en su conjunto en donde el reparto se da de la siguiente manera: en 61% en televisión (televisión de paga y televisión abierta), 10% en prensa escrita y 9% en radio. Es preocupante no conocer con detalle y claridad los criterios de distribución de la publicidad oficial”.
Fuente: Sin Embargo, Artículo 19 y Fundar