Por primera vez en la historia de los Legionarios de Cristo el número de sacerdotes disminuyó en su cifra total, lo que confirma una tendencia a la baja tras la crisis que desató el escándalo de su fundador, Marcial Maciel.
Las cifras más actuales, incluidas en un reporte interno del cual Notimex posee una copia, revelaron que al 31 de diciembre de 2014 los presbíteros de ese instituto religioso ascendían a 944, una baja respecto a 2013, cuando eran 954.
No obstante estos números, las bajas de sacerdotes de la congregación durante el año pasado no fueron solo 10, sino 45. La brecha se hizo más corta porque en diciembre pasado unos 35 seminaristas recibieron el orden sagrado.
El informe reveló que en 2014 unos 29 curas salieron de la Legión y fueron transferidos a diversas diócesis del mundo, mientras otros nueve (y un diácono) dejaron el sacerdocio. Las siete bajas restantes fueron por defunción.
Esta sangría silenciosa podría continuar en 2015, porque en la actualidad muchos otros legionarios están camino a dejar la congregación.
Unos 17 están “exclaustrados”, es decir, pidieron un tiempo para decidir cuál será su futuro.
Otros 12 están en “situación irregular”, porque no volvieron a sus comunidades tras el vencimiento del permiso otorgado y otros 23 viven fuera de sus comunidades, con permisos especiales.
Todos ellos, unos 52, pese a tener realidades particulares son aún considerados miembros de la Legión a todos los efectos y son contabilizados en la cifra de 944 sacerdotes, aunque algunos ya habrían decidido no volver y sus bajas serán registradas en futuras estadísticas.
La disminución de miembros no se reflejó solo entre los sacerdotes, el decrecimiento se notó entre los seminaristas (religiosos en formación y novicios) que pasaron de 836 a 781 y en los alumnos de centros vocacionales (aspirantes), que eran 945 y ahora son 734.
El gran total de legionarios (entre aspirantes y miembros) pasó de dos mil 739 a dos mil 463, con una disminución neta de 276, equivalente al 10 por ciento de pérdida de integrantes en apenas 12 meses.
Pero el número real de salidas es mayor, ya que durante el año ingresaron nuevos miembros tanto a los centros vocacionales como a los seminarios, aumento que no se reflejó en los números absolutos porque los abandonos fueron mayores.
“La crisis institucional que hemos vivido ha contribuido a la salida de la congregación de algunos sacerdotes. La mayoría siguen viviendo su ministerio en alguna diócesis y estamos seguros que harán mucho bien”, dijo a Notimex el portavoz de los legionarios en Roma, Benjamín Clariond.
“La disminución en número de sacerdotes no nos toma por sorpresa, pero nunca deja de doler que un hermano se vaya, aún y cuando en muchos casos nos siga uniendo una profunda amistad”, agregó.
Clariond reconoció que la crisis por el escándalo relacionado con Maciel, culpable de abusos sexuales contra menores y otros actos inmorales, “ha tenido un impacto importante” en esta situación, junto a otros factores como el aumento de la edad promedio de los miembros.
De hecho, si se analizan las gráficas de crecimiento de la Legión se puede observar una constante y significativa curva de crecimiento al menos desde principios de los años 90 y que alcanzó su punto más alto en 2008, cuando los integrantes llegaron a ser dos mil 300.
Esa vertiginosa expansión hizo de ella una de las congregaciones más admiradas durante el pontificado de Juan Pablo II, un ascenso que no resultó afectado ni siquiera cuando comenzaron a surgir las primeras denuncias públicas contra Maciel, en 1998.
Pasaron 10 años antes que los legionarios registraran el impacto de aquellas denuncias. Por entonces ellos eran de los pocos institutos religiosos que crecían de manera consistente, a diferencia de las históricas congregaciones como los jesuitas o los franciscanos.
El fundador fue condenado por el Papa Benedicto XVI a una vida de oración y penitencia en mayo de 2006 y falleció en enero de 2008. Ese mismo año comenzó la salida consistente de religiosos, en medio de un escándalo internacional.
Lo más llamativo es que hasta entonces la perseverancia de los legionarios era notable y los abandonos esporádicos. Pero entre el 2008 y el 2014 se contabilizaron al menos 475 bajas entre los seminaristas (52 en el último año) y 158 entre los sacerdotes.
Estas últimas defecciones no se reflejaron en el número total de curas, que siguió aumentando gracias a la tendencia de seminaristas reclutados antes de la crisis y los cuales permanecieron hasta convertirse en sacerdotes.
Por eso, solo hasta ahora la cifra general acusó un descenso, por vez primera en 75 años.
“Hay también una señal de esperanza para el futuro: este año hay unos 30 novicios más que el año a final de 2013, una ligera recuperación. Tendremos que esperar unos diez años para que esto se refleje en los sacerdotes”, indicó Clariond.
“Mientras tanto, hay que pedir al dueño de la mies que envíe obreros a su viña”, agregó.
Asimismo, también por primera vez, en el reporte interno, los directivos de la congregación informaron a todos los miembros de la Legión los nombres de quienes la abandonaron.
“El hecho de enviar los actos de gobierno, estadísticas, a todos los legionarios forma parte de las lecciones que hemos aprendido en esta camino de renovación”, añadió el portavoz.
“La información y transparencia ayuda a que haya una mayor corresponsabilidad entre todos los legionarios y a que la forma de gobierno de la Legión sea más participativa. Todavía hay camino por delante, pero se van dando pasos firmes”, estableció.
Fuente: Agencias
