“Lo que está pasando en estos días en Gaza no es una guerra; es una masacre de civiles, hombres, mujeres y niños”. Así comienza el comunicado que la Coalición Nacional de Organizaciones Cristianas de Palestina ha emitido en llamamiento a la presión diplomática para lograr la paz en Palestina.
En el texto, la coalición indica que los centenares de fallecidos y los miles de heridos no pueden ser justificados “como acto de defensa propia” y añade que lo qué está pasando allí “es el modus operandi de un ciego malvado agrediendo a través de una visión equivocada en nombre de la defensa propia, seguridad y paz”.
En él denuncian también el tratamiento injusto al que han sido sometidos y piden al Señor: “Abre los corazones y las mentes de todos, a los que tienen miedo e inseguridad, a los que matan y a los habitantes de Gaza que, a pesar de 7 años asedio y tres ataques consecutivos creían que estaban seguros en sus reconstruidos hogares, pero sus casas han sido demolidas y sus vidas tomadas”.
Consideran que “es hora de un cambio radical de conceptos y posiciones” con el que israelíes y palestinos puedan convivir en paz y armonía mutua, pero antes se han de “eliminar de raíz las causas de la injusticia”. Según recoge el comunicado, “las personas se han educado negativamente en los años anteriores. Una nueva educación debe de comenzar: el amor es posible, la coexistencia es posible. El concepto del miedo e inseguridad debe de cambiar. El concepto de matar tan fácilmente cientos de hombres, mujeres y niños debe de cambiar. Señores de la guerra, ustedes están en el sendero equivocado. Todas sus armas, toda su violencia, no les traerá seguridad y no les quitará el miedo”.
Asimismo, sostienen que sólo los camino de paz “pueden conducir a la paz y a la seguridad”. “Israel y todos sus amigos deben entender que después de 60 años de matanzas y violencia, la salvación y supervivencia de Israel nunca se logrará por la violencia actual. Los amigos de Israel deben ayudarla a entender, si su amor por Israel es sincero y si realmente se preocupan por sus seres humanos sean israelíes o palestinos, deben de cambiar cosas. La actual Autoridad Palestina ha elegido este sendero de la paz y mantiene su clara y constante posición, acosta de su popularidad entre su propio pueblo, que considera infructuosas estas formas de paz frente a la violencia israelí.Ese mismo cambio debe producirse en los corazones de las autoridades israelíes. En todos sus ejércitos. Las represalias son inútiles e infructuosas. La búsqueda de la paz sólo puede lograrse a través de los medios pacíficos”, afirman.
Presión diplomática
El comunicado es un llamamiento a la actuación inmediata de todos los que “se preocupan por la vida y la dignidad humana”. “Hacemos un llamado a la comunidad internacional, gobiernos, iglesias y sociedad civil para presionar a Israel a obedecer al derecho internacional y que levante el asedio a Gaza y ponga fin a la ocupación militar de los territorios palestinos, de conformidad con las resoluciones de la ONU. Y para superar y eliminar todos los obstáculos que han impedido lograr la anhelada paz. Se necesita de ambas partes en este conflicto sabiduría, compasión y sentido de justicia, sobre todo cuando uno es el ocupante y el otro está ocupado. Es necesario ejercer un gran esfuerzo con el fin de resolver y lograr la paz para todos: que ambos israelíes y los palestinos se sienten seguros y disfruten de libertad y igualdad de derechos en un estado democrático y soberano. Sin más repetición de invasiones, masacres y muertes sin sentido, sean individuales o colectivas, como está ocurriendo actualmente en Gaza”.
En esa llamada hacen hincapié en la asunción de las responsabilidades de las iglesias con la Tierra Santa, “la tierra de sus raíces, si es que realmente se interesan por sus raíces, por la Tierra Santa y por su gente. Muchas iglesias parecen ser indiferentes o intimidadas. Las iglesias deben presionar a Israel y también a sus gobiernos para acabar con la impunidad de Israel y que rinda cuentas”.
La Coalición concluye el escrito con la importancia y necesidad de la presión diplomática. “No sólo se trata de salvar vidas, sino también imponer responsabilidades por los actos criminales. Al igual que en situaciones internacionales similares, ahora es el momento de sanciones económicas y militares”.
Fuente: Público
