WikiLeaks dijo que recurrirá la decisión del gobierno de Gran Bretaña de extraditar a Julian Assange, y tiene un plazo de 14 días para presentar una apelación. Es “un día negro para la libertad de prensa”, dijo.
Los seguidores y los abogados de Assange, de 50 años, sostienen que estaba actuando como un periodista y que tiene derecho a las protecciones que concede la Primera Enmienda a la libertad de expresión por la publicación de documentos que expusieron las irregularidades militares de Estados Unidos en Irak y Afganistán. Alegan que el caso tiene motivaciones políticas y que en el país no podría tener un juicio justo.
“Hoy no es el final de la lucha. Es el comienzo de una nueva batalla legal”, dijo la esposa de Assange, Stella Assange, añadiendo que la decisión es “un día oscuro para la libertad de prensa y para la democracia británica”.
“Julian no hizo nada malo”, manifestó. “No ha cometido ningún delito y no es un criminal. Es un periodista y editor, y está siendo castigado por hacer su trabajo”.
Luego de una batalla legal que llegó hasta el Tribunal Supremo del país, un juez aprobó la extradición en abril, pero dejó la decisión final en manos del ejecutivo.
BREAKING: UK Home Secretary approves extradition of WikiLeaks publisher Julian Assange to the US where he would face a 175 year sentence – A dark day for Press freedom and for British democracy
The decision will be appealedhttps://t.co/m1bX8STSr8 pic.twitter.com/5nWlxnWqO7— WikiLeaks (@wikileaks) June 17, 2022
Organizaciones de periodistas y grupos de derechos humanos habían pedido a Londres que rechazase el pedido de Washington. Los abogados de Assange afirman que, si la justicia estadounidense lo condena, podría enfrentar hasta 175 años de cárcel, aunque las autoridades del país apuntaron que su posible sentencia podría ser mucho más baja.
Por su parte, la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnes Callamard, dijo el viernes que la extradición “pondría (a Assange) en peligro y envía un mensaje escalofriante a los periodistas en todo el mundo”.
“Si la extradición sigue adelante, a Amnistía Internacional le preocupa enormemente que Assange enfrente un alto riesgo de confinamiento solitario prolongado, lo que violaría la prohibición de torturas u otros malos tratos”, agregó. “Las garantías diplomáticas ofrecidas por Estados Unidos de que Assange no será retenido en régimen de aislamiento no pueden tenerse en cuenta dados los antecedentes”.
Assange está retenido en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, en Londres, desde 2019. Antes de eso, pasó varios años refugiado en la embajada de Ecuador en la capital británica para evitar su extradición a Suecia por supuestos cargos de violación y abuso sexual, que se retiraron en noviembre de 2019.