“Un bulo. Un disparate absoluto“. Así ha calificado el Kremlin las informaciones sobre un informe elaborado por un exagente de la inteligencia británica que asegura que Rusia tiene información comprometedora sobre Donald Trump. La cadena CNN, el ‘Washington Post’ o el ‘New York Times’ han informado de la existencia de un documento -cuyo contenido no se ha verificado- que estaría en poder de las agencias de inteligencia de EEUU y que contendría información clasificada sobre la vida privada y financiera del presidente electo. Wikileaks asegura que el documento es falso al sostener que “no es un informe de inteligencia. Ni el estilo, ni los hechos ni los datos muestran credibilidad”.
“Es una absoluta falsedad, fabricada” por aquellos que tienen interés en “dañar las relaciones bilaterales” ruso-estadounidenses, dijo hoy a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, quien también negó que Moscú tenga información comprometedora sobre Hillary Clinton, la candidata presidencial demócrata.
Trump se defiende
Misma línea ha seguido el presidente electo de EEUU, que ha asegurado a través de Twitter que “no tengo nada que ver con Rusia” y que el informe es “una completa y total invención”. En este sentido ha asegurado que “Rusia nunca ha intentado tener influencia sobre mí” y que entre él y Moscú no hay “ningún acuerdo, ningún préstamos, nada de nada!”.
Russia has never tried to use leverage over me. I HAVE NOTHING TO DO WITH RUSSIA – NO DEALS, NO LOANS, NO NOTHING!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 11, 2017
“Gané unas elecciones con facilidad, un gran ‘movimiento’ ha quedado verificado y los deshonestos oponentes intentan minimizar nuestra victoria con noticias falsas”, ha defendido el magnate, volviendo a emplear el término ‘crooked’ que empleó incansablemente durante su campaña hacia Clinton. Por último, Trump considera que “las agencias de Inteligencia nunca deberían haber permitido que esta noticia falsa se ‘filtrara’ a los ciudadanos”. “Un último tiro contra mí. Vivimos en la Alemania nazi?“, pregunta.
I win an election easily, a great "movement" is verified, and crooked opponents try to belittle our victory with FAKE NEWS. A sorry state!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 11, 2017
La información comprometedora –“suficiente” para “chantajear” al presidente electo según el exagente británico- estaría contenida en un anexo de dos páginas al informe de los servicios de inteligencia de EEUU sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones de EEUU a través de ciberataques. Procede, en parte, de memorándums realizados por dicho exagente británico, cuyo trabajo en el pasado es “fiable” a ojos de sus colegas estadounidenses. El FBI está investigando la credibilidad de dichas alegaciones, basadas en fuentes rusas, y no ha confirmado todavía la información sobre Trump contenida en los memorándums.
Los directores de las agencias de inteligencia de EEUU presentaron el documento a Trump y al todavía presidente Barack Obama la semana pasada, durante reuniones para abordar la supuesta injerencia rusa en la campaña presidencial. Tras el encuentro, el magnate reconoció por primera vez que se produjeron ciberataques, pero evitó culpar a Moscú y negó que el ‘hackeo’ haya influido en el resultado final de las elecciones. Durante semanas Trump no solo había reiterado su escepticismo sobre la responsabilidad de Putin y el Kremlin en los ataques, también ha puesto en duda la labor de los servicios de Inteligencia, afirmando incluso que sus conclusiones respondían a motivaciones políticas.
El anexo de dos páginas también asegura que durante la campaña se produjo un constante intercambio de información entre asesores de Trump e intermediarios del Gobierno ruso, según declaran dos altos cargos de la seguridad nacional a la CNN. Fuentes citadas por la cadena aseguran que estas acusaciones sobre cooperación entre el equipo de campaña del magnate y los rusos, mencionadas en informes clasificados que se entregaron a miembros del Congreso en 2016, provocaron que el líder de los demócratas en el Senado, Harry Reid enviase en octubre una carta al director del FBI, James Comey. “Es evidente que ustedes poseen información explosiva sobre los estrechos vínculos y la coordinación entre Donald Trump, sus asesores más importantes, y el Gobierno ruso – e intereses extranjeros abiertamente hostiles a los Estados Unidos”, señalaba en la misiva.
La información en manos del Kremlin incluiría pruebas recogidas por los servicios de inteligencia rusos sobre una supuesta “perversión sexual” de Trump en una suite de un hotel de Moscú. Según el documento, el magnate habría contratado a varias prostitutas para que orinasen mientras él miraba en el colchón de la misma suite presidencial del Hotel Ritz Carlton en la que se habían hospedado el presidente Obama y la primera dama, Michelle Obama, durante una visita a Moscú. El informe asegura también que autoridades rusas ofrecieron a Trump suculentos negocios inmobiliarios relacionados con la Copa Mundial de Fútbol que se jugará en Rusia en 2018, oferta que el presidente electo habría rechazado.
Según el documento, lo que sí habrían aceptado Trump y sus asesores fue la información sobre los demócratas y su candidata, Hillary Clinton, que la inteligencia rusa habría obtenido a través de ataques informáticos.
El informe apunta a un colaborador de Trump, Michael Cohen, como el hombre que se habría reunido en Praga con oficiales rusos para concretar el intercambio de información. Tras la aparición del informe, Trump reaccionó rápidamente con el siguiente mensaje en Twitter en mayúsculas: “¡Noticias falsas, una total caza de brujas política!”.
FAKE NEWS – A TOTAL POLITICAL WITCH HUNT!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 11, 2017
Cohen, también en Twitter, publicó una fotografía de su pasaporte con el mensaje “Nunca en mi vida he estado en Praga” y la etiqueta “noticias falsas”. La supuesta injerencia rusa en los pasados comicios a la Casa Blanca ha monopolizado el debate político de las últimas semanas en Estados Unidos. Antes de finalizar 2016, Obama anunció represalias contra Rusia en forma de sanciones económicas contra organismos de espionaje, individuos y empresas de seguridad informática, además de la expulsión de 35 diplomáticos del país.
Trump, por su parte, ha cuestionado siempre los hallazgos de las agencias de inteligencia estadounidenses y ha llegado a insinuar que estaban “construyendo el caso“.
Fuente: El Confidencial
