“Puebla se convirtió, desde hace más de una década, en santuario y zona de descanso de peces gordos del crimen organizado en México”, publica el diario Reforma.
“Los jefes de los cárteles de Sinaloa, de Tijuana y de los Beltrán Leyva, así como mandos de Los Zetas, han vivido durante largas temporadas en la entidad, donde incluso algunos fueron detenidos”, según la nota.
“Los capos no fueron molestados por las administraciones de los priistas Melquiades Morales y Mario Marín, ni la del panista Rafael Moreno Valle”, señala Reforma.
“Su problema han sido las autoridades federales, pues de acuerdo con un recuento oficial, desde 2000 a la fecha, 15 jefes y operadores criminales han sido ubicados en Puebla, 12 de los cuales han sido capturados en la entidad”, se agrega.
La entidad padece un problema que en el pasado Jalisco y después Nuevo León tuvieron, pues las zonas residenciales de sus centros urbanos fueron elegidas por narcotraficantes y familiares para vivir y dirigir sus negocios ilegales, se explica.
El 9 de marzo de 2002, Benjamín Arellano Félix, máximo líder del Cártel de Tijuana, fue detenido en un lujoso fraccionamiento de la capital poblana como parte de un operativo del Ejército. El traficante estaba acompañado de su familia (la foto corresponde a la del domicilio en el que fue localizado).
“Pero no era el único líder criminal que vivía en la ciudad por aquella época”, recuerda el rotativo.
El 3 de noviembre de 2001, la PGR y el Ejército habían ido por Joaquín “El Chapo” Guzmán a una zona residencial de Puebla, ubicada en Calle 29 Sur, número 3907, del Fraccionamiento Las Animas.
Sin embargo, el capo logró escapar. Había estado hasta el día anterior con su esposa, Griselda López Pérez.
Además, desde 2007 se asentó en la entidad Ismael Coronel Sicairos, “El Judío”, considerado por la PGR como lavador de dinero de los Beltrán Leyva.
“En el estado era visto como un ganadero emprendedor que invirtió millones en la reproducción de búfalos de agua, los cuales importó desde China, a cambio de que el Gobierno de Mario Marín le proporcionara pastizales”, señala el texto.
“El Judío”, quien participó en eventos públicos con Marín, fue detenido el 20 de enero de 2011 por la Marina y desde entonces está preso en el Penal del Altiplano.
“Pero las autoridades consideran que su incursión en Puebla coincidió con la llegada de los Beltrán Leyva a la entidad”, según Reforma.
Por aquellos años Héctor Beltrán se instaló en el Fraccionamiento Concepción Buenavista de la capital poblana; su hermano, el extinto Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, tenía una casa en un fraccionamiento de Cholula y su operador Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, vivía en el Fraccionamiento Puerta de Hierro.
El 10 de diciembre de 2009, “El Barbas” logró escapar de una persecución policial y balacera entre Cholula y Momoxpan, para luego huir a Cuernavaca, donde seis días más tarde sería abatido por la Marina.
No tendría la misma suerte “El Grande”, quien fue detenido por la Armada el 12 de septiembre de 2010 en el fraccionamiento donde vivía. Tras su captura, los marinos de inmediato obtuvieron el dato de que “El H” vivía en Residencial Concepción Buenavista.
Sin embargo, cuando horas después llegaron, Héctor Beltrán ya había huido.
Todavía el 27 de febrero del presente año, la PGR detuvo en el Fraccionamiento La Cima, en la ciudad de Puebla, a Jesús Antonio Villegas Vidaña, Magner Donai Herrera Martínez y Giovanni Rodríguez Árias, hombres de los Beltrán Leyva, con 29 armas de fuego bañadas en oro y plata.
Otra zaga criminal con presencia en la entidad son Los Zetas. El 9 de septiembre de 2009, tras una balacera en los alrededores de la laguna de San Baltazar, fue detenido Sergio Ruiz Tlapanco, “El Z-44”, quien vivía con su familia en el Fraccionamiento Lomas de San Alfonso.
El 24 de junio de 2010, en San Pablo Xochimehuacán, en la capital poblana, autoridades federales y locales detuvieron a Manuel Antele Velasco, mando de Los Zetas en el estado. El 21 de noviembre siguiente fue la captura el jefe de plaza Gonzalo Gerezano Escribano, “El Z18” o “El Cuije”, ex escolta del capo Osiel Cárdenas.
En el 2012, la Marina hizo dos operativos que concluyeron con capturas de mandos de esta organización en Puebla. Uno ocurrió el 23 de julio, donde cayó William de Jesús Torres Solórzano, “El W”, y dos días después tocaría el turno a Mauricio Cárdenas Guisar, “El Amarillo”.
En el Fraccionamiento La Vista en Angelópolis, la PGR detuvo a Daniel Fernández Domínguez, “El Pelacas”, en un operativo del 12 de febrero de este año. Este operador del narco era enlace de “El Chapo”, los Beltrán y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, de acuerdo con Reforma.