El Colectivo París-Ayotzinapa y otras organizaciones civiles en Francia y México entregaron una carta al presidente Francois Hollande y al ministro de Relaciones Exteriores, Laurent Faubius, en la que solicitan se retire la invitación hecha al presidente Enrique Peña Nieto para asistir como invitado de honor a las fiestas nacionales del 14 de julio próximo en ese país europeo.
Además, cuestionaron el hecho de que el gobierno de Hollande se apreste a firmar la venta de 50 helicópteros Airbús Súper Puma, los cuales, afirmaron, “servirán, al igual que en los últimos 40 años, para reprimir movimientos sociales que denuncian la violación sistemática de derechos humanos del Estado mexicano”.
Al rechazar la posición de Francia como socio estratégico de México y los estados europeos en materia económica y militar, las ONG señalaron que otras grandes empresas de la industria militar y civil buscan firmar “cuantiosos contratos” en este rubro, en perjuicio de la población mexicana, víctima de la pobreza, la violencia y el narcotráfico.
La misiva lleva la firma de decenas de organizaciones, colectivos y redes sociales por Ayotzinapa y en solidaridad con México, contra desapariciones y por la paz, entre otros, además de artistas, universitarios, figuras políticas en México e integrantes de la comunidad mexicana en Francia.
“México vive hoy una crisis humanitaria sin precedentes en la cual se violan sistemáticamente los derechos humanos y la impunidad se ha convertido en la norma”, expusieron las ONG en este documento, que fue entregado en el Palacio de Elíseo. “Enrique Peña Nieto ha sido responsable, como jefe máximo de las fuerzas del orden, de los crímenes cometidos contra su propio pueblo”.
El texto enumera una serie de acontecimientos que soportan la afirmación anterior, pero que además se remiten al periodo en que Peña Nieto fue gobernador del Estado de México, como fue el caso de la represión de las protestas por el proyecto de aeropuerto en San Salvador Atenco, hasta llegar a las masacres de Iguala, Apatzingán, Tlatlaya y Tanhuato.
“Francia, históricamente considerada como el país de los derechos humanos, se apresta a recibir al presidente de un gobierno corrompido cuyo balance es abrumador: 43 mil muertos en los primeros dos años” de mandato de Peña Nieto, así como 5 mil 204 desaparecidos sólo en 2014.
También denuncian una creciente limitación a la libertad de expresión “con las decenas de crímenes cometidos cada año contra periodistas y una represión policial inédita”, a lo que añaden los miles de casos de tortura y ejecuciones extra judiciales, “cometidas por el Ejército y la Policía Federal”.
Luego recordaron que esta última corporación ha sido favorecida con una capacitación por parte del gobierno francés, en respaldo a la creación de la Gendarmería.
Las organizaciones señalaron en esta carta al presidente Hollande que el gobierno de Peña Nieto ha sido omiso ante “esta violencia intolerable” y ha eludido su responsabilidad ante los ataques premeditados, como el ocurrido contra los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa, Guerrero, “afirmando sin vergüenza alguna, ante las familias de los estudiantes y ante la comunidad mexicana, que sus hijos habían sido calcinados en un basurero y tirados a un río en bolsas de basura”.
Esta represión, señalaron, se ha reactivado en contra de las familias de los estudiantes desaparecidos y de quienes los han apoyado dentro y fuera de Guerrero y del país, y esto se ha visto en las elecciones, con actos de represión a pobladores en Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
Por ello, rechazaron la presencia de Peña Nieto y militares mexicanos, quienes desfilarán en los Campos Elíseos el 14 de julio, “a pesar de su pésima reputación ante organismos de derechos humanos”.
La carta fue subida también a la plataforma Change.org, en la cual lleva hasta el momento más de 5 mil 500 firmas de respaldo.
Las organizaciones anunciaron la realización de una mesa redonda para informar ampliamente sobre esta petición, que se efectuará el próximo 26 de junio, cuando se cumplen nueve meses de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y el Día Internacional contra la Tortura.
Fuente: Proceso