Un enfermero del hospital 66 del Seguro Social en Juárez, José Iván Campos Moreno, recibió ayer la más alta presea que otorgan los Estados Unidos Mexicanos a sus nacionales para así reconocerles sus méritos “eminentes”: la condecoración Miguel Hidalgo, de manos del presidente Andrés Manuel López Obrador, dulva El Diario cuyo reportero Alejandro Vargas conversó con el juarense galadornado.
“Me siento muy orgulloso de representar a todos mis compañeros del instituto. Este premio no es nada más mío, es de todo nuestro equipo Covid”, afirmó Campos Moreno, luego de recibir el reconocimiento que obtuvo en la categoría “Grado Collar”, en la que fue postulado por pacientes recuperados de la enfermedad de la cepa SARS-CoV-2, atendidos en el IMSS, y por personal del propio hospital.
“Me siento muy feliz. Es un halago estar en esta posición. Es una gran satisfacción demostrar que los trabajadores de enfermería podemos dar tanto a los pacientes, así como a nuestra institución”, comentó.
La emergencia sanitaria ha sido para él “de grandes aprendizajes”, principalmente controlar los miedos, sobre todo a la muerte: “He visto a los pacientes como si fueran amigos, muchos de los cuales ya no están aquí. Es un miedo que no se puede explicar, pero también gran satisfacción cuando se van recuperados”.
La Condecoración Miguel Hidalgo es símbolo del enorme reconocimiento que tenemos a estas heroínas y héroes. Es cierto que se han perdido vidas, también que gracias a estas mujeres y hombres valientes se han rescatado muchas otras. México tiene un futuro lleno de valores. (5/6) pic.twitter.com/VdSC3HqcgW
— Olga Sánchez Cordero (@M_OlgaSCordero) September 16, 2020
José Iván afirmó que, junto a sus colegas, ha tenido grandes tristezas y desafíos, enfrentándose a la frustración y aprendiendo a respirar con mascarillas y a aguantar los nervios al atender a un paciente con este virus.
“Pero aquí estamos, fortalecidos, echándole muchas ganas. Esto aún no termina, seguimos adelante… el área Covid ha sido muy complicada, ha sido una situación nueva que abonó a nuestras vidas. Fuimos aprendiendo paso a paso, arriesgando nuestras vidas para salvar la de los pacientes”, dijo el enfermero.
Asimismo, quien tiene tres años de casado y está en espera de su primer hijo puntualizó que su familia está contenta por esta condecoración: “Mi esposa y yo seguimos al pie del cañón. Tenemos un bebé en camino, sabíamos que estábamos en riesgo de infectarnos y tuvimos que adoptar medidas”.
Confesó ante lo expuesto que se levanta todas las mañanas con miedo de ir a trabajar, sobre todo al estar su esposa vulnerable al virus, pero su vocación supera el temor que vive.
El galardonado agradeció públicamente a todos quienes lo postularon, reconoció el trabajo de sus compañeros de todas las categorías y pidió a la ciudadanía protegerse, cuidarse y evitar salir si no es necesario: “No es momento para hacer su vida normal. Tengamos la precaución ante todo”, concluyó.
Fuente: El Diario