Los restos hallados en Atapuerca, España tienen unos 400 mil años cuando el ser humano moderno apareció hace unos 200 mil años, según la ciencia oficial
Los científicos se han remontado más atrás que nunca en el linaje del ser humano para recuperar y analizar ADN con ayuda de un hueso hallado en España cuya edad se calcula en 400 mil años. Hasta ahora, el hallazgo ha suscitado más preguntas que respuestas sobre nuestros antepasados antiguos.
El récord anterior de material genético recuperado de la línea evolutiva humana era de 100 mil años. Se ha obtenido ADN más antiguo de animales.
El hallazgo demuestra que las nuevas técnicas de trabajo con ADN antiguo pueden conducir a otros descubrimientos sobre el origen del ser humano.
Los resultados fueron presentados el miércoles en la versión electrónica de la revista Nature por Matthias Meyer y colegas del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig, Alemania, y coautores de España y China.
Obtuvieron el ADN de un húmero hallado en una cueva del norte de España. En la cámara llamada Sima de los Huesos se han encontrado restos fósiles de al menos 28 individuos. Generalmente se los clasifica como Homo heidelbergensis, pero no todos están de acuerdo.
Ha sido difícil calcular la edad de los huesos. Un cálculo aproximado basado en el análisis del ADN indica 400 mil años, lo cual confirma la posición actual de los antropólogos que excavan en el lugar, dijo Meyer.
Según el profesor Todd Disotell, de la Universidad de Nueva York, las técnicas geológicas indican que los restos tienen más de 300 mil años, pero que no se puede ser más preciso.
El ser humano moderno apareció hace unos 200 mil años.
Los investigadores hicieron el mapa de la colección casi completa del llamado ADN mitocondrial. El ADN que casi todos conocen se encuentra en el núcleo de la célula, en tanto el mitocondrial se encuentra fuera del núcleo y se transmite solamente de madre a hijo o hija.
Los investigadores utilizaron el ADN para construir posibles árboles genealógicos evolutivos que incluyen a los individuos españoles y dos grupos mucho más modernos: el hombre de Neandertal y un primo de éste, el homínido de Denísova. Dieron por sentado que el ADN mostraría similitudes con el ADN neandertal, ya que ciertos rasgos de los fósiles españoles recuerdan a los neandertales.
Pero descubrieron sorprendidos que el ADN mostró una relación más estrecha con el homínido de Denísova, que vivió en Siberia y aparentemente en otros lugares de Asia, lejos de la cueva española. Los científicos no tienen explicación para ello, dijo Meyer.
El cuadro sería más claro si se pudiera recuperar otro tipo de ADN, el nucleico, de los huesos. El ADN nucleico contendría información más completa sobre las relaciones evolutivas entre las especies, y tal vez aparecería una historia muy diferente que la dada por el mitocondrial. El ADN nucleico es más difícil de recuperar, pero Meyer espera poder hallar siquiera una pequeña cantidad.
Observó que la cueva ha servido como “la congeladora perfecta” para conservar el ADN a través de las eras y que será difícil hallar algo similar en otra parte.
Especialistas en ADN antiguo elogiaron el trabajo porque demuestra que los científicos pueden recuperar ADN más antiguo de lo que se creía posible fuera de las nieves eternas. Buena parte de la evolución humana transcurrió en climas más cálidos.
“Por mucho tiempo dimos por sentado que el ADN más antiguo que hallaríamos tendría unos 100 mil años”, dijo Disotell. Ahora “podemos analizar muestras antiguas que en el pasado no nos hubiéramos molestado en estudiar”.
En climas cálidos como el de Africa, donde el ADN no se conserva bien, conseguir material genético de algunas decenas de miles de años significaría un avance, dijo David Reich, de la Facultad de Medicina de Harvard.
Fuente: AP