El tercer Tribunal Unitario en Materia Penal resolverá en tres días hábiles si decreta o no otra medida cautelar diferente a la prisión preventiva contra la ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, o si se solicita al juez de control Felipe de Jesús Delgadillo Padierna reponer el procedimiento. “¿Soy el trofeo para exhibir un supuesto combate a la corrupción, por cierto, rompiendo las leyes? ¿Por qué soy mujer?”, cuestiona Robles en una carta que leyó en audiencia.
La ex secretaria de Estado acudió la mañana de este jueves a una nueva audiencia que se llevó a cabo en el reclusorio Norte donde el impartidor de justicia decidiría si saldrá de la cárcel o no, luego de cuatro meses de reclusión en el penal de Santa Martha Acatitla.
Esta resolución se fundó en que el juez de control impuso la prisión preventiva sin analizar ni establecer las razones por las que dichas medidas eran idóneas.
Durante la audiencia la ex secretaria de Estado nuevamente leyó una carta en la que acusó que el hecho de que el juez Delgadillo Padierna (sobrino de la senadora Dolores Padierna) le haya decretado esa medida cautelar es totalmente “ilegal” y “se me esté juzgando no por el hecho que se me atribuye, sino por quien soy, por lo que represento como parte del equipo de gobierno anterior y porque algunos de la élite que hoy nos gobierna me guardan rencor y resentimiento y han aprovechado esta oportunidad y han utilizado al juez y sobrino para su venganza.
“Yo lo resume fácilmente, el juez Delgadillo Padierna ya había tomado una decisión antes de sentarse frente a mi por primera vez. No le importó interponer su interés personal aunque eso significara violentar los principios constitucionales, aceptó sin sopesar la petición del Ministerio Público de prisión preventiva (y también de la Auditoria Superior de la Federación que creo no tiene facultad para ello, a pesar de que hay medidas cautelares menos lesivas y que garantizan mi presencia en el proceso”.
Rosario Robles reiteró que confía en el Poder Judicial como el dique que tiene la República para “contener cualquier tentación de esta naturaleza para poner barreras ante cualquier intención de utilizar la ley para aniquilar a una adversaria política. Confío en el Poder Judicial porque su herencia es la de Morelos y Juárez, porque mucho nos ha costado que haya un equilibrio de poderes, cualquier otra perspectiva vulnera al arbitro, al estado de derecho, a las instituciones y a la democracia que tanto nos ha costado trabajo construir a generaciones de mexicanos”.
Insistió que lo más importante es que no quiere huir, por el contrario enfrentar el proceso porque, insistió, “soy inocente. No quiero privilegios, solo piso parejo, juego limpio. En síntesis, debido proceso. La medida cautelar de prisión preventiva violenta mi derechos más elementales, sobre todo mi presunción de inocencia. Yo soy la única en la cárcel, se me acusa de ser omisa ante actos de terceros ¿O cuándo se habla de terceros a quien o quienes se refieren? ¿A todo un gobierno? ¿A un sexenio? ¿Soy el trofeo para exhibir un supuesto combate a la corrupción, por cierto, rompiendo las leyes? ¿Por qué soy mujer?”.
La ex secretaría de Estado lleva cuatro meses en prisión preventiva luego de que el pasado pasado 13 de agosto fue vinculada a proceso por su presunta responsabilidad en el desvío de más de 5 mil millones de pesos destinados a programas sociales durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Fuente: La Jornada