Pobres, más de dos millones de familias campesinas mexicanas. Supera 10 veces el porcentaje de hogares en esa condición que hay en Chile, según la Cepal. Se tiende a la fragmentación mientras el resto de Latinoamérica se dirige a la concentración de tierras
Por Susana González G./ La Jornada
La mitad de los 4 millones 331 mil hogares dedicados a la producción agrícola en México se encuentran en pobreza, proporción que supera 10 veces la de 4.9 por ciento de familias registrado en Chile y rebasa la de 31.3 por ciento correspondiente a Brasil, indica la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en un estudio sobre el desarrollo rural en la región.
Precisa que en México existen 5 millones 347 mil explotaciones agrícolas con cultivos de granos, frutas y verduras, crianza de ganado, así como pesca, y de las cuales 81.3 por ciento –4 millones 331 mil hogares– son unidades productivas de agricultores familiares.
Aproximadamente 60 por ciento de estas unidades, alrededor de 2 millones 530 mil, son de autosubsistencia, en tanto que cuentan con recursos productivos insuficientes y una superficie promedio de 3.4 hectáreas en las que laboran en promedio 2.6 familias.
La Cepal sostiene que la región experimenta un cambio estructural de estas unidades. En México se tiende a la fragmentación y minifundización, mientras en los países sudamericanos se dirigen a la concentración de tierras.
Las familias y asalariados agrícolas, los más pobres
Advierte también que ante la contracción que desde el año pasado experimentan las exportaciones a nivel mundial, incluidas las agropecuarias, las pequeñas unidades agrícolas familiares pueden reactivar el mercado interno.
Sin embargo, indica que en México la agricultura cayó 0.75 por ciento durante el sexenio pasado, en contraste con el crecimiento de entre 2 y 7 por ciento registrado en otros países de la región, como Argentina y Brasil. De hecho, puntualiza que sólo nueve de 35 naciones latinoamericanas y caribeñas analizadas registraron tasas negativas en la producción agrícola entre 2006 y 2011, y entre ellas se incluye México como la séptima que más cayó.
En el estudio la Cepal divide los hogares por el tipo de actividad económica que realizan sus integrantes: familiares ciento por ciento agrícolas, asalariados agrícolas o no, empleadores, agrícolas familiares diversificados y por cuenta propia no agrícola.
En el caso de México, sostiene que el número de hogares con asalariados agrícolas se ha incrementado a tal grado que ya supera al de hogares familiares ciento por ciento agrícolas.
Así en 2010 (año más reciente del que tiene cifras comparables para la región), los hogares con asalariados agrícolas representaron 4.9 por ciento del total de hogares en el país, mientras que los hogares agrícolas familiares en su totalidad sumaron 3.7 por ciento.
No obstante, ambos grupos disminuyeron durante la última década: los hogares de asalariados bajaron de 5.6 a 4.9 por ciento respecto a los hogares de todo tipo a nivel nacional. Los totalmente agrícolas se redujeron de 6.8 a 3.7 por ciento, una caída más pronunciada que en Brasil, donde pasaron de 8.1 a 7.3 por ciento respecto del total de hogares.
Si sólo se toman en cuenta los hogares familiares agrícolas ubicados únicamente en las zonas rurales de México el desplome fue de 50 por ciento en la década, al pasar de 16.2 a 8.1 por ciento.
Si bien el organismo asegura que en el periodo mencionado la pobreza se redujo en todos los grupos de hogares rurales de toda la región, incluido México, los hogares donde toda la familia se dedica a la agricultura y así como los de asalariados agrícolas siguen concentrando los mayores índices de pobreza.
Las mayores caídas en la incidencia de la pobreza entre los hogares ciento por ciento agrícola-familiares rurales se presentan en Colombia (la reducción fue de 22.2 puntos porcentuales). Por el contrario, las menores reducciones se presentan en El Salvador, 8.1 puntos; Honduras, 7.9 puntos; México, 4.2, y Paraguay, 3.9 puntos, señala el estudio.
En los hogares familiares agrícolas de México la pobreza afecta a 50 por ciento a nivel nacional contra 57.6 por ciento del año 2000. En el caso de los hogares con asalariados agrícolas el descenso de la pobreza fue de 75.9 a 58.9 por ciento en la década, pero esta última cifra representa casi el doble de la pobreza general del país que se ubicó en 29.3 por ciento en 2010.
Fuente: La Jornada