Con la reforma energética, las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos tendrán preferencia sobre otras, como la extracción de agua, lo cual es alarmante, ya que se prioriza a los combustibles por encima de ese líquido, indica un análisis del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados.
Miguel Ángel Montoya, asesor en materia de agua del sol azteca, estima que los artículos 8 y 18 transitorios de la reforma energética representan un enorme riesgo para la sustentabilidad ambiental, la salud humana y la disponibilidad de agua en el país.
Actualmente, según la Comisión Nacional del Agua el país está catalogado como de baja disponibilidad de este líquido, el cual se redujo a casi una cuarta parte de la que había en 1950 –cuando había 17 mil 742 metros cúbicos por persona al año– a 2010, con 4 mil 90.