En marcha opositora, Woldenberg pide defender la democracia

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J​osé Woldenberg, quien fue Consejero ciudadano del entonces Instituto Federal Electoral (IFE) entre 1994 y 1996, llamó esta tarde a todos los grupos parlamentarios, a los congresos estatales y al federal “a defender la democracia” y oponerse a una Reforma Electoral que podría poner en riesgo la operación actual del Instituto Nacional Electoral (INE).

Reporte de SinEmbargo

“Hago un llamado a defender lo edificado en materia democrática y no conduzcan a nuestro país a una etapa venturosamente superada: la del autoritarismo que se auxiliaba por autoridades electorales a modo”, dijo desde el Monumento a la Revolución, donde está tarde acudieron cientos de personas a la protesta convocada por los partidos Acción Nacional (PAN), el de la Revolución Democrática (PRD), el empresario Claudio X. González, organizaciones civiles afines, y que desde hace días ha sido promovida por los expresidentes panistas Felipe Calderón y Vicente Fox.

“Nuestro futuro no puede ser resultado de la seducción por un pasado que fue desterrado. Las próximas citas electorales deben contar con las mismas garantías que las del pasado inmediato: un padrón confiable, equidad en las condiciones denla competencia, imparcialidad de los funcionarios profesionales, conteo pulcro de los votos, resultados preliminares la misma noche de la elección”, mencionó Woldenberg

La mayoría de los participantes de la marcha en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) portaba pancartas con consignas en contra de la Reforma Electoral y del Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador. Foto: Álvaro Delgado, SinEmbargo

Los partidos de oposición rechazan la iniciativa de Reforma Electoral presentada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador desde abril para sustituir al INE por el Instituto Nacional Elecciones y Consulta (INEC) que contempla reducir de 11 a siete el número de los consejeros que serían electos por voto popular.

La reforma también contempla que el INEC sustituya a los organismos electorales locales al asumir la tarea de realizar los procesos estatales, lo que fue cuestionado por el exconsejero Woldenberg, pues opinó que no existen condiciones en el país para “concentrar, centralizar y administrar” los procesos electorales en una sola institución.

“México no puede deshacerse sin contemplaciones del entramado federalista en materia electoral, sin perder en eficacia y confianza. Tampoco los tribunales en materia electoral, porque siguen siendo necesarios para resolver el permanente litigio que acompaña nuestras elecciones. México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad, por más relevante que sea”, agregó.

El exconsejero del IFE hasta 2003 reconoció que actualmente hay distintas plataformas políticas e ideológicas, pero calificó como “autoritarismo” la intención de homogenizarlas.

“Sabemos, porque lo vivimos, que en nuestro país nacen diferentes formas de pensar, distintos intereses y cuerpos valorativos, diversos plataformas políticas e ideológicas, y que sólo desde el autoritarismo más ciego se puede aspirar a homogenizar esa riqueza de expresiones. Por el contrario, nosotros valoramos esa diversidad porque creemos que en ella radica parte de la riqueza de nuestra nación. Y por eso estamos obligados, sí, obligados, a garantizar su expresión, coexistencia y competencia civilizada. Y es en ese horizonte en el cual elecciones auténticas, libres, equilibradas resultan insustituibles”, mencionó esta tarde al cierre de la protesta que partió del Ángel de la Independencia.

Instió en que en la historia de México aún es reciente la alternancia constitucional pacífica, para lo que tuvieron que pasar casi 200 años de vida independiente.

“Esa democracia se construyó con los brazos de millones de varias generaciones de mexicanos y mexicanas, cuyo edificio culminante fue el Instituto Nacional Electoral”, mencionó, aunque reconoció que el pais vive una “germinal democracia”.

El problema mayúsculo, el que nos ha traído aquí, el que nos obliga a salir a las calles, el que se encuentra en el centro de la atención pública.

Por ello consideró “que buena parte de lo edificado se quiere destruir desde el Gobierno”, lo que calificó como una agresión a las instituciones existentes y a la posibilidad de construir una vida política en un formato democrático.

“México no puede volver a una institución electoral alineada con el gobierno, incapaz de propiciar la necesaria imparcialidad de todo el proceso electoral”, dijo J​osé Woldenberg.

México no puede deshacerse sin contemplaciones del entramado federalista en materia electoral, sin perder en eficacia y confianza. Tampoco los tribunales en materia electoral, porque siguen siendo necesarios para resolver el permanente litigio que acompaña nuestras elecciones. México no merece una reforma constitucional en materia electoral impulsada por una sola voluntad, por más relevante que sea”, agregó.

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