En 2013 el Senado repartió entre los grupos parlamentarios más de 706 millones de pesos, pero incumplió sus propias reglas para transparentar el ejercicio de dicho gasto.
Desde agosto pasado, los coordinadores parlamentarios de todos los partidos políticos firmaron un acuerdo para que el destino de las subvenciones fuera transparentado trimestralmente. Esto, a través del sitio oficial de la Cámara Alta.
Sin embargo, luego de cinco meses de que el pacto fuera aprobado por el pleno, los legisladores mantienen en la opacidad el detalle sobre el destino de este dinero.
Y no sólo eso: también los recursos destinados a las estructuras de los órganos de Gobierno, además de los que recibe el Instituto Belisario Domínguez.
El documento, del que Reforma tiene copia, establece que las bancadas entregarían a la Mesa Directiva del Senado un informe sobre los recursos presupuestales asignados. Ésta, a su vez, quedaba obligada a integrar dicha información y a publicarla en la Gaceta oficial.
Pero sólo reveló un escueto informe en que incluye la bolsa asignada a los partidos en la partida “Otros Servicios Generales”.
Fuente: Reforma