Dos monjas de las Hermanas del Inmaculado Corazón pidieron al arzobispo de Los Ángeles que les ayude a recuperar su convento después de que un juez dictaminara su venta a la cantante. En plena comparecencia en la Corte, Catherine Rose Holzman se desplomó y murió. “Katy Perry, por favor, deténgase. No le está haciendo ningún bien a nadie, excepto herir a mucha gente”, declaró la religiosa antes de morir.
Nun dies during court proceeding over property battle with LA Archdiocese, Katy Perry https://t.co/9mPC0XMqPR pic.twitter.com/WjBMTG85Sz
— ABC7 Eyewitness News (@ABC7) March 10, 2018
Catherine Rose Holzman, una de las monjas enfrentadas con la cantante Katy Perry por la propiedad de un convento del vecindario de Los Feliz (Los Ángeles) ha muerto este viernes en pleno proceso judicial, informan medios locales. La monja tenía 89 años.
Las hermanas Rita Callanan y Holzman, de la congregación religiosa Hermanas del Inmaculado Corazón, pidieron al arzobispo que les ayude a recuperar el antiguo convento, después de que un juez del condado de Los Ángeles dictaminara que la Arquidiócesis de Los Ángeles debía vender la propiedad a la cantante. “Habéis robado la propiedad de las Hermanas del Inmaculado Corazón. Por favor, arzobispo… Haz lo que esté bien en tu corazón”, dijo Callanan.
Perry había pagado 10 millones dólares por el antiguo convento y 4,5 millones más para la construcción de un nuevo lugar de oraciones. En 2015, inició un pleito legal para adquirir la propiedad. Finalmente, la cantante estadoundense obtuvo el derecho a comprar el antiguo convento después de que el jurado considerada que una empresaria local, Dana Holister, había intervenido en el proceso de venta.
“Por favor, deténgase”
Las hermanas, que han vivido en el convento desde 1973, aseguran tener los documentos que prueban que son las legítimas dueñas de dicha propiedad.
Las monjas querían vender la propiedad a Hollister que tenía planes de convertir el recinto en un hotel boutique. “Le pedimos que nos salve, que compre la propiedad”, explicó Holzman. Sin embargo, el pasado otoño un jurado declaró culpable de fraude a Hollister, presuntamente por interferir en la venta de la propiedad, por lo que se le obligó a pagar una multa de 15 millones dólares a la Arquidiócesis de Los Ángeles y a los abogados de Perry, declarándose en bancarrota al no poder hacer frente a la sanción económica.
Callanan y Holzman aseguran que el convento está bajo control directo de El Vaticano, y no de la Arquidiócesis de Los Ángeles, por lo que han solicitado al papa Francisco que intervenga para que se les devuelva la propiedad. Asimismo, han pedido a la famosa cantante que ponga fin a disputa judicial. “Katy Perry, por favor, deténgase. No le está haciendo ningún bien a nadie, excepto herir a mucha gente”, declaró Holzman antes de su fallecimiento.
Fuente: RT/ Agencias
