La defensa del Gobierno de México de la llamada “verdad histórica” por el caso de los 43 de Ayotzinapa, la semana pasada en esta capital, provocó una ruptura con los padres de los normalistas que más tarde logró repararse, reconoció la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
A cinco días de una audiencia pública ante la CIDH en la que el subsecretario de Gobernación, Roberto Campa, reviviera la “verdad histórica” -versión descartada en los dos informes del Grupo de Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) de la CIDH-, el organismo admitió una crisis.
“Sí, hubo una ruptura ahí en la audiencia”, admitió la Comisionada Esmeralda Arosamena a pregunta expresa sobre los dichos de Campa que causaron alarma entre los padres de los normalistas.
De acuerdo con Arosamena, la CIDH sostuvo una difícil reunión con el Gobierno de México y con los abogados de los padres de los normalistas en la que se habría logrado que los funcionarios mexicanos aceptaran considerar la totalidad de las líneas de investigación del GIEI.
“Una reunión de trabajo bastante difícil. Esas reuniones son privadas. Pero les quiero decir mi satisfacción por la posibilidad que en esa reunión de trabajo el Estado reconociera que las líneas de investigación del trabajo del GIEI”, aseguró Arosamena sobre la reunión posterior”.
Presentada en 2015 por el entonces Procurador General Jesús Murillo Karam, la llamada “verdad histórica” sostiene que al menos algunos de los 43 normalistas habrían sido incinerados en el basurero de Cocula a manos de criminales tras ser entregados por policías municipales de Iguala.
La CIDH aseguró hoy que esperan viajar a México a finales de abril para participar en una visita de trabajo como parte del Mecanismo de Seguimiento al Caso Ayotzinapa auspiciada por el Gobierno mexicano y en la que en principio también se espera participarán los padres de los normalistas.
El Mecanismo de Seguimiento al Caso Ayotzinapa creado por la CIDH surgió a mediados de 2016 luego de que el GIEI presentara su segundo informe en abril de ese año en el que volvió a descartar la “verdad histórica” como una hipótesis posible y en el que llamaban a explorar otras líneas de investigación.
Fuente: Reforma