El triunfo panista golpea a los Calderón

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Felipe Calderón y Rafael Moreno Valle tramaban deponer a Ricardo Anaya de la dirigencia para tomar ellos el control del proceso sucesorio interno

Por Álvaro Delgado/ Proceso

Antes de las elecciones del domingo 5, cuando ni ellos imaginaban que el Partido Acción Nacional (PAN) ganaría las siete gubernaturas que lo reactivan hacia 2018, Felipe Calderón y Rafael Moreno Valle tramaban deponer a Ricardo Anaya de la dirigencia para tomar ellos el control del proceso sucesorio interno.

Anaya supo que Calderón confió a un grupo de panistas en mayo, durante una comida en Tlaxcala, que pasada la elección —que preveía sería un nuevo fracaso— iría por “la cabeza” del dirigente nacional del PAN, a quien el principal operador de Moreno Valle, Eukid Castañón, acusó a su vez de traición.

Castañón, diputado federal del PAN y allegado al presidenciable gobernador de Puebla, se comunicó telefónicamente con Anaya para reclamarle, en tono airado, una “traición” de la que se negó a darle detalles, según una grabación que obtuvo el reportero, de las muchas que ya circulan en ese partido.

Los planes de Calderón y la enigmática llamada de Castañón son parte del ambiente envenenado en el PAN que, tras la elección, empeoró no sólo porque es la primera victoria tras las derrotas de 2009, 2012 y 2015 —que lo reaniman hacia la sucesión presidencial de 2018—, sino porque se consolida el proyecto presidencial de Anaya, que se inició con su triunfo en la dirigencia (Proceso 2019 y 2038).

Y así como Margarita Zavala tiene armado ya su equipo de campaña, con su hermano Juan Ignacio y su esposo como coordinadores, y Moreno Valle admitió públicamente por primera vez que buscará ser candidato, Anaya cuenta también con prominentes personajes que lo impulsan.

Se trata de figuras del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) que son antagonistas de Calderón y Moreno Valle: Santiago Creel, el estratega electoral; Ernesto Ruffo Appel, el primer gobernador en la historia del PAN, y Josefina Vázquez Mota, la candidata presidencial derrotada en 2012 por las “traiciones” de aquéllos.

PROMOTORES

El senador Ruffo, responsable de la depuración del turbio padrón electoral, cree que Anaya reúne las características para ser candidato y presidente de la República. “Ahora le sirve al partido y luego ya se verá cuál es la solución constructiva, si es que en ello las cosas van indicando que tiene la probabilidad política”.

Sin asumirse como presidenciable, Anaya no se descartó en momentos en que ha acumulado un millón 771 mil 884 spots en radio y televisión, cifra que cuadruplicó a los 415 mil 902 del líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador: “Pensemos en México, ya habrá tiempo de pensar en proyectos personales”.

Otro promotor de Anaya es el ex diputado Juan José Rodríguez Prats, quien prevé que Margarita Zavala no será la candidata presidencial del PAN: “Con la imagen que trae de Felipe y cuando está confirmado que abandonó y traicionó al PAN, como consta en el libro El amasiato, ¿con qué discurso, con qué tesis, con qué ideas?”.

Creel, quien ya gozaba de una enorme influencia en el PAN durante la dirigencia de Gustavo Madero —su primo— y ahora es el principal consejero de Anaya, reconoce que en su partido se ha instalado el futurismo hacia 2018, lo cual es lógico ante sus repentinas perspectivas de triunfo.

“Lo que no es lógico —advierte— es que los liderazgos del partido alentemos ese futurismo en contra del trabajo que debemos realizar, para que ese futurismo se ordene, se establezcan las reglas que sean necesarias y convenientes, y nos aseguremos que vamos a tener un candidato o candidata que puede representar al partido, ganar afuera y gobernar bien.”

—¿Margarita ya tiene la candidatura asegurada, como dice Vicente Fox?

—Es una opinión de alguien externo al partido. Sólo eso. No mete ruido ni va a espantar a nadie, tampoco mete ninguna presión que no sean las que ya tenemos.

EL PAN INCLUYENTE

Consciente de que se fortalece la potencial candidatura de Anaya, Creel apuesta a una negociación para garantizar la unidad, como ocurrió en las siete exitosas candidaturas a las gubernaturas —por el método de designación—. Y considera que habrá tiempo de poner reglas que no sean “un traje a la medida” de nadie.

“El PAN de esta época es el PAN incluyente. Y nos vamos a poner de acuerdo en quién será nuestro candidato, pero eso déjenoslo a los panistas. De lo que estoy seguro, y anticipo, es que va a haber candidato o candidata del PAN con una unidad plena, muy sólida, como la que demostramos en este 2016, y de eso me voy a encargar yo.”

Pero desde la noche misma del domingo 5 comenzó la disputa por el mérito de la victoria: tras cerrarse las casillas y ante los inminentes triunfos, Anaya se apropió del éxito y festejó, en la sede del PAN, sólo con su secretario general, Damián Zepeda, y Creel.

Margarita Zavala, quien no fue invitada ni a la celebración con los siete gobernadores electos, el miércoles 8 se montó en el festejo, lo mismo que Calderón, quien, el lunes 6, tuiteó haciendo suyos los triunfos del PAN y hasta de la selección mexicana de futbol que venció a Uruguay. “Total, que ayer ganamos por todas partes. ¡Felicidades!”.

Ahora el PAN gobernará 11 estados, la tercera parte del país, y a 40 millones de mexicanos y con una perspectiva halagüeña para conquistar, en alianza con el PRD, Nayarit, Coahuila y el Estado de México, bastión del PRI y terruño del presidente.

MARGARITA, INCAPAZ

La disputa por la candidatura presidencial del PAN se prevé cruenta y en tanto que Zavala es la que encabeza las preferencias, según las desprestigiadas encuestas, hay también una batida en su contra, que se basa en su falta de experiencia y capacidad criticadas por Moreno Valle, ya confeso presidenciable.

“No sólo es necesario tener buenas intenciones y buenas ideas, sino tener la capacidad probada para ejecutarlas, la experiencia”, subrayó el gobernador de Puebla. “Cualquier proyecto futuro tendrá que ser evaluado en base a los resultados que hayas tenido en las diferentes posiciones que has ocupado”.

Quien de plano ya no le da ninguna posibilidad de éxito a Zavala y más bien prevé que será senadora plurinominal en 2018, es Rodríguez Prats, quien dejó de apoyarla cuando, por decisión de Calderón, ella declinó ser dirigente del PAN para ser presidenciable.

“Margarita es un instrumento de Calderón y él le ordenó no ir a la contienda por el partido. Margarita quiere ser senadora, quiere encabezar la lista de representación proporcional. Desafortunadamente da bandazos. Yo de eso soy testigo, y se lo dije”.

Fuente: Proceso

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