La reforma electoral, aprobada en 2014 por un Congreso dominado por el PRI y sus incondicionales aliados del Verde y el Panal, le puede permitir al tricolor mantener esa mayoría, así sea con sólo 40% del voto total de los comicios de este domingo 7, en un proceso cuyo costo es históricamente elevado: 21 mil 634 millones de pesos. De esta forma, el PRI y el presidente Peña Nieto se afianzan en el poder, sin experimentar castigo por el descontento provocado por dos años de inseguridad, actos de corrupción oficial y conflictos políticos, económicos, sociales.
Por Jenaro Villamil
En un país con más de 990 movilizaciones por conflictos sociales, magisteriales y de inseguridad pública y tras una campaña que destacó por su violencia, denuncias por violaciones a la ley, el abierto desafío del Partido Verde apoyado por las televisoras y el oficialismo y la debilidad del Instituto Nacional Electoral (INE), los comicios de este domingo 7 auguran una crisis de legitimidad para los órganos de representación popular y una victoria cantada del PRI y sus aliados gracias a la sobrerrepresentación aprobada en la reforma electoral de 2014.
Con un alto abstencionismo de los 83.5 millones de mexicanos inscritos en la lista nominal, estas elecciones han sido las más caras en la historia de unos comicios federales: entre el presupuesto del INE, el financiamiento a los10 partidos contendientes y el presupuesto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se sumaron 21 mil 634 millones de pesos, más de 30% en comparación con 2009 y un exceso en medio de un recorte presupuestal este año de 124 mil millones de pesos.
El pretexto para este incremento del gasto electoral fueron las nuevas atribuciones del INE y el incremento de más de 100 plazas en el TEPJF, derivadas de la reforma político-electoral que aprobaron los partidos políticos hace año y medio.
El senador Alejandro Encinas, quien votó contra esa reforma electoral y renunció a su militancia en el PRD tras la crisis de los 43 normalistas de Ayotzinapa, advierte que, pese a la decepción y el enojo ciudadano frente a las reformas del gobierno de Enrique Peña Nieto, el partido de éste, el PRI, obtendrá la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados, gracias a una serie de trampas legales, estrategias para comprar e inhibir el voto y consentir las violaciones de su aliado, el Partido Verde.
“Sucederá que el PRI y sus aliados (Partido Verde y Nueva Alianza) con sólo el 13% real del voto de los 83.5 millones de mexicanos inscritos en el listado nominal de electores y el 40% del voto total, podrá tener la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados, gracias a la fórmula de sobrerrepresentación que se aprobó en esa reforma electoral”, afirma Encinas.
“No tenemos un escenario de normalidad democrática. Esto profundizará la crisis de legitimidad de las instituciones públicas. ¿Cómo explicar el profundo descontento social contra las reformas estructurales de Peña Nieto y que las elecciones le otorguen el control mayoritario de la Cámara de Diputados al PRI y a sus aliados?”, se cuestionó Encinas.
El exjefe del gobierno capitalino explica a Proceso este cálculo: “Todas las encuestas arrojan un índice cercano al 60% de abstención y votos nulos; de ese 40% de votos reales, el PRI obtendrá entre 30 y 32%, más el 8 a 10% que pueden aportarle el Partido Verde y Nueva Alianza, le darán el control de la mayoría en la Cámara de Diputados.
“Por eso voté en contra de esa reforma electoral, además de que vamos a ver el colapso del sistema de partidos actual y la inoperancia de un modelo híbrido de centralización electoral que se generó con el Instituto Nacional Electoral. Si antes los órganos electorales estatales estaban secuestrados por 32 gobernadores, ahora tenemos un INE secuestrado por un solo personaje que es Enrique Peña Nieto”, abunda.
Las últimas encuestas publicadas confirmaban la percepción de que el PRI alcanzaría, con el Verde y Nueva Alianza, 40% de los votos. El miércoles 3 las encuestadoras Parametría, Ulises Beltrán y Mitofsky dieron a conocer sus últimos resultados: el PRI tenía entre 30 y 32% de la intención del voto; el PAN, 24 (Mitofsky) a 25 (Parametría) y 26% (Ulises Beltrán); el PRD, 11 a 17%, según la empresa encuestadora; Partido Verde, 6 a 9%; Morena, 9 a 10%, rebasando a los del partido del tucán; Nueva Alianza, 3 y 4%; y Movimiento Ciudadano, 4 a 6%.
(Fragmento del reportaje que se publica en la revista Proceso 2014, ya en circulación)