En la ciudad de Milán, en Italia, fue lanzada la tienda El Chapo Milano, que vende en línea ropa y accesorios con la imagen del sinaloense, y que ha provocado que voces críticas reprueben el uso comercial de la imagen de un mafioso.
Utilizar iconos criminales como gancho publicitario no es algo nuevo, pero la más reciente de estas estrategias escandalizó a la ciudad italiana de Milán, desde donde fue lanzada la tienda El Chapo Milano, que vende en línea ropa y accesorios con la imagen del sinaloense. Voces críticas se han alzado contra el uso comercial de la imagen de un mafioso, pero el creador de la empresa alega que sólo quiso usar un nombre “atractivo”.
ROMA, Ita. (Proceso).- El primero en dar la información fue el diario católico Avvenire, a comienzos de diciembre pasado. El rotativo italiano denunció una nueva marca que, mediante una página web, “ha puesto en venta ropa y accesorios inspirados en el fundador de la mafia de Sinaloa”, Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, en Milán, rica ciudad del norte de Italia.
Según esta página, una marca que lleva el nombre de El Chapo es sinónimo de alguien con “carácter determinado, (que) toma decisiones de líder y (tiene) mucho estilo”, lamentaba el diario, al añadir que parecía como si se hubieran olvidado de los terribles crímenes del capo mexicano, y de “la matanza de proporciones bélicas” que el narcotráfico ha desencadenado en México en los últimos años.
Luego, otros también manifestaron su enojo e indignación, como Thomas Aureliani, investigador especializado en crimen organizado de la Universidad Statale de Milán:
“La narcocultura ha llegado a la ciudad de la moda (Milán)”, criticó Aureliani, al recordar que usar a criminales como reclamo publicitario no es algo nuevo en nuestros días, pero sí un fenómeno preocupante dado que forma parte de consolidadas estrategias comunicativas que apuntan a aumentar la aceptación social de estos criminales, en particular cuando las sociedades son más vulnerables. Es decir: como ahora, con una pandemia y una crisis económica en curso.
El lenguaje y las imágenes promocionales usados por la marca –cuyo nombre en la web es El Chapo Milano– no dejan muchas dudas sobre la intención de los creadores de explotar al máximo la figura del narcotraficante. Además de emplear una serie de adjetivos para alabar al personaje, se muestran fotografías de jóvenes modelos que promueven la marca posando en algunos de los lugares más emblemáticos de Milán.
Y en algunas de sus prendas, por ejemplo algunos cuellos, el nombre de El Chapo aparece con tonos que contrastan con el color de fondo, para que destaque. “Todos los accesorios de El Chapo son creados, producidos y confeccionados en Italia, Milán, trabajamos en una fábrica secreta XXX”, se lee en un rincón de la página, en la que también se vende una línea inspirada en la Santa Muerte.
El expediente comercial de la empresa –que pudo ver esta corresponsal tras una investigación con Lucia Capuzzi, reportera de Avvenire– reveló que la dirección y el número de identificación fiscal usados para las transacciones de la página remiten a un ciudadano italiano residente en Emilia Romaña (región italiana), Mattia Lumini, que es titular de otras dos empresas. En dicho documento también se indica que la empresa fue abierta el 4 de agosto de 2020, en plena pandemia. También se explica que la inscripción de esta compañía fue hecha ante la Cámara de Comercio de Romaña.
Con todo, hay aspectos poco claros, entre ellos, el hecho de que la marca, que en su página web vende esencialmente prendas de vestir, aparece registrada como empresa de “servicios de asesoría para campañas publicitarias”, como su actividad principal. Por último, en el documento legal en ningún momento se menciona a Guzmán Loera.
Este es un adelanto de un reportaje del número 2313 de la edición impresa de Proceso, publicado el 28 de febrero de 2021 y cuya versión digitalizada puedes adquirir aquí