El Servicio Secreto de Estados Unidos interceptó dos “paquetes sospechosos” dirigidos al expresidente Barack Obama y a la candidata presidencial demócrata de 2016 Hillary Clinton a principios de esta semana, dijo la agencia Reuters este miércoles.
Minutos después de la declaración de la Casa Blanca, el Departamento de Policía de Nueva York fue alertado de otro dispositivo dirigido a la sede de la cadena CNN en el rascacielos Time Warner. Los empleados fueron evacuados como medida de precaución. Los incidentes tienen lugar en la recta final de la campaña de las legislativas del 6 de noviembre, en las que el Partido Republicano se juega conservar el dominio del Senado y la Cámara de Representantes.
Entre tanto, autoridades investigan un paquete sospechoso enviado a la oficina de la legisladora demócrata Debbie Wasserman Schultz en Sunrise, al norte de Miami, informó este miércoles la policía del lugar.
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Ni Obama ni Clinton recibieron los paquetes ni corrieron el riesgo de recibirlos, dijo el Servicio Secreto. Fueron descubiertos durante los “procedimientos de detección de correo de rutina como posibles dispositivos explosivos y fueron manejados adecuadamente como tales”, dijo la agencia en un comunicado.
El paquete destinado a Obama fue interceptado en Washington el miércoles por la mañana, y el destinado a Clinton fue dirigido a ella en el condado de Westchester, Nueva York, el martes.
El FBI dijo que el paquete destinado a Clinton se encontró cerca de su residencia en Chappaqua, Nueva York, pero no ofreció comentarios adicionales, citando que la investigación está en curso.
A principios de esta semana, un paquete sospechoso dirigido a un inversionista multimillonario y al principal donante demócrata, George Soros, fue descubierto y declarado seguro. Las autoridades están investigando si hay alguna conexión entre los tres paquetes.
Según Reuters, también encontraron un dispositivo sospechoso fuera de la Casa Blanca pero ello fue desmentido por el Servicio Secreto. Los paquetes son similares al encontrado el lunes en la mansión del magnate George Soros, que se encuentra situada también en los suburbios de Nueva York. La Casa Blanca condenó los intentos de ataque y sostuvo que los responsables responderán ante la ley. “Estos actos terroristas son despreciables”, sostuvo la portavoz Sarah Sanders.
