Al menos 20 años después del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, el candidato presidencial del PRI, Jorge Antonio Sánchez Ortega, agente del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), militaba en este organismo de seguridad y desempeñaba tareas.
Siempre bajo la apariencia de un reportero.
Ayer, la Fiscalía General de la República (FGR) identificó a esta persona como el segundo tirador del caso de homicidio.
Aún más.
La participación de Sánchez Ortega en Lomas Taurinas involucró a personas ahora identificadas como vinculadas a Morena, el PT e incluso actividades criminales, especialmente por sus presuntos vínculos con Genaro García Luna y la llamada banda Arellano Félix.
Según representantes de la extinta organización que fueron consultados sobre el tema y pidieron mantener su nombre en reserva, Proceso pudo confirmar que Sánchez Ortega formó parte del Cisen hasta al menos el año 2016.
Desde 2008, Proceso ha publicado información de que Sánchez Ortega fue enviado como agente a Coahuila, estado donde continuó desempeñando labores investigativas en el campo hasta agosto de este año, cuando fue expuesto en un informe publicado en 1659.
En este informe, titulado “De Lomas Taurinas a Saltillo”, fue publicado el 17 de agosto de 2008, y unos días después, el 22 de agosto, el juicio anunció otra nota.
Sobre Sánchez Ortega, en la que observa los movimientos o la fiesta del partido o parte, partido o parte, parte o parte o parte o fiestas para proteger los derechos humanos: obligar a un periodista.
Entre los que fueron inspeccionados y controlados por el agente Cisen en ese momento, el ex Germerto Seasira y su hermano, entonces el líder de PRI, y hoy, Ruby Ruby Ruby de Seasir del Federal Federal; y obispo Raúl Vera López; Además, durante meses, ha encontrado sus datos personales y ha ganado confianza, siempre un reportero, de las viudas de los mineros muertos en la mina de pasta De Konchos.
