Si bien desde días antes se sabía que el viernes 21 habría un comunicado del EZLN, para muchos fue una sorpresa que varios miles de milicianos zapatistas marcharan en silencio hacia las cabeceras de los cinco municipios que tomaron por medio de las armas el 1 de enero de 1994. Cuando la estructura de poder que encabeza Enrique Peña Nieto festeja el fin de la pesadilla panista y se engolosina con sus primeros logros, los zapatistas vienen a recordarle al México olvidado, el de ellos mismos y el que representan, silencioso, callado, pero ominoso.
Por José Gil Olmos e Isaín Mandujano/ proceso
Al comenzar el gobierno que marca el regreso del PRI a la Presidencia, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) volvió a aparecer el viernes 21 con una movilización pacífica y silenciosa de miles de indígenas que salieron de sus comunidades y marcharon en las cabeceras de los municipios de Ocosingo, San Cristóbal de las Casas, Palenque, Altamirano y Las Margaritas, los que en 1994 tomaron con las armas.
Desfilaron miles de jóvenes mujeres y hombres que representan los nuevos cuadros del EZLN, los que nacieron o crecieron después de 1994 cuando el grupo insurgente irrumpió en el escenario político en los días en que Carlos Salinas de Gortari anunciaba la entrada de México al Primer Mundo.
Horas después de las marchas silenciosas, el subcomandante Marcos emitió un comunicado en el que preguntó: “¿ESCUCHARON?”, seguido de una advertencia: “Es el sonido de su mundo derrumbándose. Es el nuestro resurgiendo. El día que fue día, era noche. Y noche será el día que será el día”.
El comunicado, fechado el viernes 21, está suscrito por el Comité Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Con este documento Marcos rompió un silencio de casi cuatro años y echó abajo las versiones de que estaba muerto o incapacitado por una enfermedad terminal –cáncer en un pulmón– y que estaría siendo relevado por una nueva dirigencia.
Además, Marcos y las comunidades de base zapatistas se presentan a menos de un mes del regreso del PRI a la Presidencia de la República con Enrique Peña Nieto, tras 12 años de panismo.
Marcos con su comunicado y los zapatistas marchando por cinco cabeceras municipales volvieron mostrar su fuerza, la que durante años fue desestimada por los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Y ahora también por el de Peña Nieto, que no ha hecho ninguna mención de ellos desde que el 1 de diciembre tomó posesión.
En San Cristóbal marcharon alrededor de 15 mil indígenas zapatistas, en Ocosingo seis mil, en Palenque ocho mil, cuatro mil en Las Margaritas y otro tanto en Altamirano, donde incluso algunos vistieron su uniforme militar de pantalón verde y camisa café.
Los zapatistas han hecho diversas marchas a lo largo de su historia y en cada una de ellas han mandado un mensaje.
La primera fue el 12 de octubre de 1992, en el quinto centenario de la llegada de Colón a América. En esa fecha, agrupados en la Asociación Nacional Campesina Emiliano Zapata llenaron las calles del centro de San Cristóbal y destruyeron la estatua del colonizador de Chiapas, Diego de Mazariegos.
En 1994 se dieron a conocer públicamente como un ejército insurgente y tomaron varias presidencias municipales; en esa fecha lanzaron el comunicado donde declararon la guerra al gobierno federal.
Desde entonces ha habido otras marchas; la más reciente el 7 de mayo de 2011, cuando cerca de 25 mil indígenas dieron su apoyo a las víctimas de la guerra contra el narcotráfico integradas en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad.
Hoy el EZLN reaparece en medio de una crisis de movimientos sociales como el #YoSoy32 que fueron reprimidos el pasado 1 de diciembre, cuando protestaban por la llegada de Peña Nieto a la Presidencia.
Marcos emitió su comunicado este viernes 21 por internet, como lo había anunciado la página web Enlace Zapatista. Aunque lo dirige “a quien corresponda”, el texto aparece precisamente cuando en Chiapas asumió el gobierno el priista Manuel Velasco y en la Presidencia ya está Peña Nieto.
El mensaje
La mañana del viernes 21 en las cinco cabeceras municipales, el EZLN mostró que después de casi 19 años de lucha aún tiene capacidad de movilización y organización mientras Marcos da señales de vida con su breve comunicado.
Desde hace unas semanas en la página de internet Enlace Zapatista se anunció un inminente pronunciamiento del EZLN.
“Próximamente, la palabra del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, Comisión Sexta y Comisión Internacional del EZLN” decía el aviso en mayúsculas en la página de inicio del sitio web del grupo armado, mensaje que apareció y desapareció varias veces durante días, lo que creó confusión entre sus simpatizantes.
Nunca antes el EZLN había anunciado públicamente con tanta anticipación una acción y un mensaje. Ahora lo hicieron aprovechando la avalancha mundial de atención a la profecía maya del inicio de una nueva era precisamente para el viernes 21. También en estos días en que organizaciones civiles estatales, como Las Abejas de Acteal, han denunciado la reactivación de grupos paramilitares como Paz y Justicia y Máscara Roja en las zonas Norte y Altos de Chiapas.
Pero igualmente el anuncio de las acciones zapatistas y el mensaje de Marcos se dan luego de la firma del Pacto por México –que incluye reformas educativas, laborales y de seguridad pública– que no mencionó a los zapatistas que desde 1995 siguen desarrollando sus propias formas de gobierno autónomo en los llamados Aguascalientes, que fueron sustituidos en 2003 por los Caracoles.
Información de distintas fuentes coincide en que después de la represión del 1 de diciembre, en las comunidades zapatistas se anunció la preparación de las marchas de este viernes 21.
Los preparativos de la movilización se hicieron en absoluto secreto. Algunas organizaciones afines al EZLN supieron de los preparativos pero no fue sino hasta el miércoles 19 cuando se confirmó la movilización en las cinco cabeceras municipales claves para el movimiento indígena armado.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1886, ya en circulación)