El café de filtro sufrió décadas el descrédito de los consumidores, relegado por las máquinas de filtro, cuya placa térmica calentaba permanentemente aquel brebaje hasta que sabía a petróleo. Muchos aficionados a tomar café en Alemania ahora prefieren el de filtro porque despliega un sabor más complejo e interesante.
Fuente: euronews