Los dirigentes del PRD y del PAN se muestran preocupados porque, dicen, el PRI pretende “agandallarse” el Instituto Nacional Electoral al proponer la fórmula de cuotas partidarias de consejeros para colocar a personal afín al instituto político. De lograrlo, advierten, la reforma electoral será un fracaso, de ahí que incluso se hayan reunido con el presidente del organismo, Lorenzo Córdova, antes de que venza el plazo para la designación del Consejo General, el martes 30. La mayoría de los 51 prospectos, sostienen, son proclives al PRI.
Por Alvaro Delgado/ Proceso
Con el Instituto Nacional Electoral (INE) bajo su control, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) trama un asalto a los órganos electorales estatales que, de consumarse, neutralizaría la reforma que pretende emancipar a éstos de los gobernadores.
El controvertido proceso de selección es conducido por Marco Antonio Baños Martínez, identificado por la oposición como operador del PRI, quien es acusado de hegemonizar la integración de las listas de aspirantes a consejeros estatales gracias a un bloque que integra con otros consejeros del mismo signo partidario y uno propuesto por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Javier Santiago Castillo.
“Es muy claro que (Baños) fue asesor, que colaboró y fue empleado de Manlio Fabio Beltrones”, recuerda Francisco Gárate Chapa, el nuevo representante del Partido Acción Nacional (PAN) ante el INE, quien advierte que el “agandalle” del PRI o la fórmula de cuotas partidarias de consejeros representará un fracaso de la reforma electoral.
“Si no vencemos la tentación del cuotismo, estaremos dando al traste con una reforma constitucional y una nueva legislación electoral que, de por sí, nació cuestionada”, ratifica el panista, con quien coincide el representante del PRD, Camerino Márquez, sobre el plan del PRI de controlar los órganos electorales de los estados:
“El criterio debe ser inclusión, discusión a fondo, construcción de consensos y respeto absoluto a todos los participantes. Que no haya dados cargados, favoritismos, consigna, vetos subjetivos ni premios por consigna. Queremos un árbitro independiente”.
Hay tal alarma en la oposición que, el lunes 15, los presidentes del PAN y del PRD, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, desayunaron junto con Lorenzo Córdova, presidente del INE, y el consejero Ciro Murayama para exigirles imparcialidad y evitar el asalto del PRI a los Organismos Públicos Locales Electorales (Oples).
Tras esa reunión, la comisión presidida por Baños debió eliminar a 17 aspirantes claramente identificados con el PRI y reinscribir a 34 que habían sido eliminados.
Y es que entre los 350 candidatos a integrar los 18 Oples en los estados donde habrá elecciones en 2015 —y cuyo proceso formal federal se inicia el 7 de octubre— proliferan funcionarios, ex funcionarios, asesores y empleados identificados con el PRI y, en varios casos, formalmente militantes y representantes de ese partido.
Sobre todo en los de mayor peso electoral —Distrito Federal, Estado de México y Jalisco— se perfilan numerosos personajes motejados como priístas para conformar los órganos estatales, que deberán ser aprobados, el martes 30, por al menos ocho de los 11 consejeros del INE.
En el Distrito Federal, por ejemplo, destacan allegados a la magistrada María del Carmen Alanís, amiga de Baños y de acreditados nexos con priístas, como el propio presidente Enrique Peña Nieto.
Los aspirantes
Entre ellos se encuentran Yuri Gabriel Beltrán Miranda y Juan Antonio Garza García, este último asesor de Luis Carlos Ugalde, ex presidente del desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE).
Otros dos aspirantes catalogados como priístas son Iván Huesca Licona, del grupo del ex diputado priísta Felipe Solís Acero y actualmente funcionario del gobierno de Peña Nieto, y Mario Vázquez Miranda, secretario administrativo del Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF).
Estrechamente ligado también a la magistrada Alanís y antes aspirante a ser consejero en el Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) es Patricio Ballados Villagómez, quien ahora se perfila para asumir la dirección de Prerrogativas del INE, con el aval de Córdova y Baños.
Entre las mujeres identificadas con el PRI que aspiran a integrar el IEDF están Mariana Calderón Arámburu, Claudia María Becerril Hernández y Dania Paola Ravel Cuevas, ex asesora de Marco Baños y quien labora con Sebastián Lerdo de Tejada, director general del ISSSTE y ex representante del PRI ante el IFE.
En el Estado de México, entraña de Peña Nieto, proliferan también aspirantes supuestamente proclives al PRI, apoyados por el bloque priísta de consejeros del INE encabezados por Baños, presidente de la Comisión de Vinculación.
Se trata de funcionarios del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), como Víctor Manuel Cabrera Thompson, subdirector de Medios de Impugnación; Víctor Hugo Cintora Vilchis, Raúl Flores Bernal, Jesús George Zamora, Rafael Garduño García y David Gómez Moreno.
Las aspirantes mujeres a integrar el IEEM, cuestionadas por su supuesta inclinación por el PRI, son Laura Daniela Luján Ceja, Guadalupe Gutiérrez Herrera, Sandra López Bringas, Paula Melgarejo Salgado y Natalia Pérez Hernández.
En Jalisco, el PAN y el PRD han identificado como proclives al PRI a Alejandra Celis Orduño, Alhelhí Echeverría Covarrubias, José Alcalá Dueñas, Roberto Gómez Navarro y Carlos Servín Ugarte, mientras que en Nuevo León a Guadalupe Esparza Macías, Melissa Sánchez Martínez, Antonio Balderas Rodríguez y Alberto Garza Castillo.
Hay casos escandalosos: Por ejemplo, Rosa del Carmen Álvarez López se registró para ser consejera en Jalisco, pero apenas en 2012 fue representante legal del PRI y del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ante el Instituto Electoral de Jalisco.
Otro caso: Gastón Julián Enríquez Fuentes fue, hasta el año pasado, coordinador de asesores del subsecretario de Gobernación, Felipe Solís Acero, y aspiraba a ser consejero en Nuevo León.
Uno más: El actual presidente del Instituto Electoral de Chiapas (IECH), Adrián Alberto Sánchez Cervantes, renunció como secretario Ejecutivo en 2012 para coordinar la campaña del candidato a gobernador de la coalición PRI-PVEM, Manuel Velasco Coello.
La fórmula 2-2-2
Estos son sólo ejemplos de las decenas de aspirantes a consejeros identificados por el PAN y el PRD como “priístas” y que, en su mayoría, forman parte de una lista de 51 prospectos a los que ambos partidos han impuesto un veto justo cuando faltan unos días para que se venza el plazo para su designación en el Consejo General del INE: el martes 30.
Los partidos de oposición apuestan a impedir que el PRI logre colocar una mayoría en los Oples, pero la alternativa es que se imponga un reparto por cuotas conforme a una fórmula que dejaría satisfechos a los principales partidos y que podría hacer que los 11 consejeros electorales los votarán por unanimidad, como anunció Córdova, el jueves 25.
Así, de los siete integrantes de cada uno de los consejos estatales, PRI, PAN y PRD propondrían dos cada uno y el presidente sería aprobado por consenso a propuesta del partido que gobierne el estado.
El perredista Camerino Márquez acepta que esa es la opción de varios consejeros:
“Es un ejercicio que, oficial y formalmente, la comisión no ha dicho ni puede asumir. Sin embargo, por las dificultades de la composición interna de los 11 consejeros, pareciera que es un camino pragmático en el cual podrían encontrarse vías de consenso”.
Explica: “En la comisión de Oples hay la tentación de las cuotas y el reparto de espacios pese a que hubo todo un procedimiento regulado por la ley, por los lineamientos y por la misma convocatoria que habla de las etapas, y de esta etapa final, que yo observaría como la más errática por no haber hecho criterios de valoración curricular con mayor rigor, con mayor transparencia”.
Y es que el proceso de integración de los Oples se desahogó sin problema en sus primeras dos etapas: El examen diseñado por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) y el ensayo presencial evaluado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, que redujo el número de aspirantes de 3 mil 298 a 356.
El problema comenzó en la tercera etapa, la “revaloración curricular” de los aspirantes, que favoreció a perfiles priístas, una estrategia diseñada mientras el PRD desahogaba su proceso interno y el PAN se consumía en sus pugnas, que en el INE se expresó en el relevo de Rogelio Carbajal por Gárate, formalizado el jueves 25.
De acuerdo con los partidos opositores al PRI, el bloque encabezado por Baños favoreció a personajes afines al PRI para integrar las listas y marginó a perfiles independientes, tan es así que luego se reincorporaron al escrutinio 38 aspirantes que habían sido eliminados.
El bloque liderado por Baños está integrado por Adriana Favela Herrera, quien fue magistrada en el Estado de México con Peña como gobernador; Enrique Andrade González, ex asesor del ex consejero Francisco Guerrero, allegado a Emilio Gamboa Patrón, y Beatriz Galindo Centeno, ex presidenta del Tribunal Electoral de Nuevo León, también cercana al PRI.
‘Tentáculos en TEPJF
Aunque hay tres consejeros que llegaron apoyados por el PAN —Arturo Sánchez Gutiérrez, Benito Nacif y Roberto Ruiz Saldaña— y dos por el PRD —Pamela San Martín, asesora del ex consejero Alfredo Figueroa, y Ciro Murayama Rendón, ex asesor de José Wolbenberg—, el encabezado por Baños es monolítico.
Además, este bloque tiene “tentáculos” en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), con María del Carmen Alanís, y en el Congreso de la Unión, con Manlio Fabio Beltrones, el presidenciable coordinador de los diputados priístas.
También existe la versión de que el bloque no es de cinco, sino de siete consejeros, en el que estarían Sánchez Gutiérrez y Ruiz Saldaña para incluir en la lista a prospectos del PAN.
Sánchez Gutiérrez —quien cantó el himno del PAN en la Asamblea Nacional de ese partido, el año pasado— impulsa a Carla Astrid Humphrey Jordán, a su vez ex asesora del fallecido panista Alonso Lujambio, para que sea otra vez consejera en el IEDF.
El PAN también impulsa para el IEDF a Alejandra Díaz García, secretaria del magistrado electoral Salvador Olimpo Nava Gomar, quien llegó a ese cargo con el apoyo panista, y a Gabriela Williams Salazar, coordinadora de asesores del consejero local Juan Carlos Sánchez León.
Al respecto, el panista Francisco Gárate advierte que los consejeros electorales no deben permitir que el PRI se apodere de los órganos electorales estatales, pero tampoco deben hacerlo por cuotas partidarias:
“Flaco favor nos haríamos cayendo en un esquema de cuotismo. Sería repetir lo que queremos evitar. No existen los ciudadanos químicamente puros, pero sí los ciudadanos honorables”.
Gárate acepta que entre los aspirantes a consejeros hay muchos sin militancia formal en el PRI, pero que a él obedecen.
“Pongo el caso de Marco Baños. Es muy claro que fue asesor, que colaboró y fue empleado de Manlio Fabio Beltrones. Si revisamos a Baños estoy seguro que no vamos a encontrar antecedentes de afiliación partidista, pero todo mundo sabe, es vox populi, de sus vínculos con alguien que ha tenido un papel importante en la política nacional y que además ha tenido actividad en la integración de estos organismos electorales”.
Recuerda que la ley prohíbe a los miembros del Servicio Profesional Electoral, que son los funcionarios de la estructura, participar en el proceso, pero el Consejo General resolvió que sí.
Camerino Márquez recuerda que, gracias a esta decisión, “mucha gente de la estructura se metió a participar”, y muchos de ellos fueron apoyados por el bloque identificado con el PRI para que sean consejeros.
“El riesgo existe si hay una mayoría que atienda a determinaciones externas y que valore más conservar el statu quo y tener árbitros electorales sesgados a intereses de orden partidario o del gobernante en turno.”
Por eso se debe denunciar lo que no está haciendo bien el INE: “Los partidos tenemos el derecho de señalar, cuestionar, objetar y vetar, pero con argumentos, y éstos los hemos dado y los seguiremos dando”.
Fuente: Proceso