Por Ángel Otero Calderón
El dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Carlos Romero Deschamps, parece haber sido puesto finalmente a salvo de cualquier acción legal o un eventual juicio político pese a la gran corrupción que impera en Pemex y a su inocultable enriquecimiento ilícito.
La mañana de este jueves, el suplente de Romero Deschamps en el Senado, Enrique Serrano Escobar, se ha autodestapado como precandidato del PRI a la presidencia municipal de Juárez, Chihuahua, y de acuerdo con fuentes consultadas es un hecho que será el abanderado tricolor a la alcaldía.
Irónicamente, el inusual destape se hizo a la sombra del benemérito y patrono de la ciudad, Benito Juárez García, justo al término de la ceremonia anual del 21 de marzo, encabezada por el gobernador César Duarte y en la que tomó parte el alcalde Héctor Murguía Lardizábal.
Durante semanas, el proceso de construcción de la candidatura priista a una de las plazas más emblemáticas del país como lo es Ciudad Juárez —en vista de que se encuentra bajo el ojo de la prensa mundial debido a la violencia criminal que ha azotado a esta urbe fronteriza en los últimos cuatro años—, se vio perturbado por las versiones de una eventual acción contra el líder petrolero, lo que habría obligado a Serrano a asumir la senaduría en caso de una dimisión obligada de Deschamps.
Que está enfermo o lo van a enfermar y Serrano no puede ser…
Desde anoche, tal incógnita habría quedado finalmente superada, una vez que el gobernador César Duarte y el líder nacional del PRI, César Camacho, sostuvieron un encuentro en el que se dio luz verde a las candidaturas del tricolor en el estado de Chihuahua. Previamente, el mandatario estatal habría conversado al respecto con el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien según se deja ver no puso mayores reparos.
Romero Deschamps, pues, ni está tan enfermo ni lo van a enfermar, queda en claro.
La nominación del suplente de Romero Deschamps a la alcaldía de Juárez manda un claro mensaje de que las versiones de una posible dimisión del dirigente del sindicato petrolero han sido despejadas y por lo tanto no se requiere más de mantener desactivado a Serrano, actual diputado local y líder de la fracción del PRI en el Congreso de Chihuahua.
A pesar de que el líder de los petroleros enfrenta una intensa embestida de críticas por su enriquecimiento inexplicable, la ostentación insultante de una riqueza muy por encima de sus ingresos, la extravagante de su vida familiar y los lujos con que obsequia a sus hijos, Romero Deschamps parece contar todavía con la protección del PRI y la bendición del gobierno federal encabezado por Enrique Peña Nieto.
Pero aún más: luego de la caída de la dirigente nacional del SNTE, Elba Esher Godillo, la pregunta en todo México fue ¿Y cuándo Romero Deschamps?
Hasta la disidencia sindical salió a los medios para reclamar haber ganado una elección interna el año pasado y depuesto con el voto de la mayoría de las delegaciones al máximo líder de los petroleros, lo cual consta en un acta notarial que certificó la elección en la cual se basa el reclamo de toma de nota oficial por el gobierno federal.
Ni siquiera las sospechas o insinuaciones crecientes en el sentido de que la explosión de la Torre de Pemex en el Distrito Federal pudo haber sido provocada con la intención de desaparecer documentación relevante sobre los manejos del sindicato y documentación de contratos de Pemex, pudieron desgastar a Romero Deschamps.
El mismo día de ayer, en su columna habitual de Sin Embargo, el periodista Jorge Zepeda Paterson describía las razones que llevan al gobierno Enrique Peña Nieto a sostener a Romero Deschamps en su cargo, a pesar de que su defenestración le arrojaría una avalancha de reconocimientos al presidente y abonaría la credibilidad a su gestión.
“Las razones para sostener a Romero Deschamps están en otro lado”, escribió Zepeda Paterson:
“No es materia de lealtades. Romero se queda por el momento porque la reforma energética requiere del máximo control posible de los trabajadores de Pemex. Recordemos que son ellos quienes en algún momento pueden ser afectados por las modificaciones en el contrato laboral o por la pérdida de áreas de operación que sean contratadas con la iniciativa privada”.
La señal fue muy evidente: Romero Deschamps había acompañado al presidente Peña Nieto a la conmemoración de la expropiación petrolero. El trato fue sellado con un enérgico apretón de manos ante la mira complaciente de Osorio Chong.
Cabe la posibilidad, muy lejana por cierto, de que el gobernador César Duarte y el PRI hayan decidido correr una apuesta riesgosa, de lanzar a Serrano por la alcaldía de Juárez poniéndole un suplente de alto nivel que pueda manejar la presidencia municipal en caso de que Serrano deba irse al Senado en cualquier momento.
No sería una jugada muy sensata, empero.
Como sea, Romero Deschamps está a salvo. Y eso no es una buena noticia para México.