El peso mexicano es una de las cinco divisas de mercados emergentes que presentan ganancias frente a la divisa estadunidense en lo que va de 2022.
El rublo ruso lidera la lista de las monedas emergentes que presenta la mayor ganancia ante el dólar, con una apreciación de 17.5 por ciento en lo que va del año, beneficiado por el incremento del precio de las materias primas; la segunda moneda que sube ante la estadunidense es el real brasileño, con una apreciación de 5.9 por ciento; mientras el peso mexicano y el sol peruano también se han fortalecido ante el dólar, alrededor de 2.3 y 0.2 por ciento, respectivamente.
El índice DXY, que mide el comportamiento del dólar frente a seis monedas internacionales, acumula una ganancia en el año de 30 por ciento.
Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, explica que el notable comportamiento del peso mexicano frente al dólar se debe al buen desempeño de las dos fuentes principales de ingresos de dólares al país, que son las exportaciones, con un avance de 18.9 por ciento anual en los primeros ocho meses del año, y al monto acumulado de remesas, que ascendieron a 37.98 mil millones de dólares de enero a agosto del presente año, lo que representó un aumento anual de 15.3 por ciento.
Para Eduardo Suárez, vicepresidente de análisis económico para América Latina de Scotiabank, el Banco de México será cauto y mantendrá un diferencial de tasas de entre 5.50 y 6 puntos porcentuales sobre la Reserva Federal (Fed), lo que servirá para anclar al peso mexicano.
Dado que los inversionistas extranjeros han reducido sustancialmente su exposición a los M-bonos (las tenencias extranjeras cayeron más de 65 por ciento a cerca de 35 por ciento), hay una menor demanda de compra del tipo de cambio para cubrir esta exposición durante los periodos de incertidumbre.
“A pesar del riesgo de que México vuelva a ser una piñata electoral para las elecciones de Estados Unidos en 2024, creemos que los ataques políticos a México probablemente no tocarán el T-MEC esta vez, ya que el nuevo acuerdo parece gozar de apoyo bilateral, y el mencionado capítulo laboral probablemente mantendrá a raya la presión de los sindicatos al norte de la frontera”, comentó Suárez.
En el mercado de futuros de Chicago, las posiciones especulativas netas siguieron en contra del peso mexicano, hilando 19 semanas seguidas, pero cayeron 33.8 por ciento semanal. Sumaron 22 mil 294 contratos netos cortos.
El peso mexicano se ha mantenido relativamente estable después del choque inicial generado por la pandemia en la primera mitad de 2020, mientras la mayoría de las monedas de mercados emergentes se han depreciado a lo largo de 2022 a medida que el dólar se ha fortalecido, destacó Alfredo Coutiño, director de Moody’s Analytics.
Describió que en los primeros cuatro meses de 2020, en la crisis causada por la pandemia de covid-19, el peso se depreció 21 por ciento, después del choque inicial, cuando la Fed inyectó liquidez y puso la tasa de interés sobre el límite inferior de cero por ciento, la moneda nacional se recuperó exactamente 21 por ciento hacia mediados de 2021.
“Si la historia se repite, entonces el peso tendría que sufrir una corrección depreciatoria de magnitud similar a la depreciación que se presentó al inicio de la recesión (…) la historia nos dice que el incremento de tasas en marcha por parte de la Fed, causaría una depreciación de alrededor de un 20 por ciento del peso mexicano que podría darse entre 2023 y 2024”, prevé Coutiño.
Fuente: La Jornada