Para la posteridad: el papa Francisco se reúne con el patriarca Kiril. Un saludo que pasará a la eternidad y que se esperó por mil años El patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kiril, ha llegado a La Habana, donde comienza su histórico viaje por los países de América Latina.
En un hecho que no se registraba hace mil años, el líder de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, y el patriarca ortodoxo de Moscú, Cirilo I, se dieron un abrazo calificado ya como “histórico” durante un encuentro en la sala presidencial del aeropuerto José Martí de La Habana.
El Papa llegó poco después de las 14:00 hora local al aeropuerto cubano y se ubicó frente al salón presidencial donde al pie de la escalerilla del avión, Jorge Mario Bergoglio fue recibido por el presidente Raúl Castro, quien estuvo acompañado por autoridades civiles y religiosas, entre ellos el nuncio apostólico en la isla, Giorgio Lingua.
Tras los saludos protocolarios y un abrazo, Castro y Francisco caminaron menos de 100 metros hasta ingresar a una de las salas del protocolo, donde se llevaría a cabo el encuentro histórico entre el líder de la Iglesia católica y el de la ortodoxa.
“Es claro que esto es la voluntad de Dios”, dijo Jorge Bergoglio al inicio de la reunión con el líder ortodoxo, quien le respondió: “ahora las cosas son más fáciles”.
Es la primera reunión de los líderes de ambas iglesias desde el rompimiento que se dio en el siglo IV, que provocó una separación total en el año 1054.
Más de 900 años después, en 1996 y 1997, se realizaron “intensas” negociaciones para reunir al Papa y al Patriarca, pero no se concretó, hasta este viernes cuando a las 14:26 hora de La Habana Francisco y Cirilo I se dieron un amistoso saludo que se vio iluminado por las decenas de flashes de los numerosos fotógrafos presentes.
Luego de un breve saludo, Cirilo I invitó al Papa Francisco a sentarse en unas sillas detrás de las cuales estaban las banderas del Vaticano y del Patriarcado Ortodoxo.
“Hoy en día, las dos iglesias pueden trabajar conjuntamente de manera activa protegiendo a los cristianos por todo el mundo y trabajar juntas con toda la responsabilidad para que no haya guerras, para que en todas partes se respete la vida humana”, dijo el Patriarca ataviado con una vestimenta negra y blanca.
“Hemos salido con una serie de iniciativas que creo que son viables y se podrán realizar”, dijo el Papa.
Y abundó: “No quiero irme sin dar un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su presidente aquí presente. Agradezco su disponibilidad activa. Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad”, afirmó el pontífice romano en aparente alusión al acercamiento con Estados Unidos.
Un traductor del ruso al español y el metropolitano Hilarión, responsable del Departamento de Relaciones Eclesiásticas del Patriarcado, estuvieron unto al patriarca.
El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos del Vaticano, y otro traductor, se ubicaron a un lado del líder católico.
Toda la escena transcurrió entre decenas de flashes de los fotógrafos. Francisco llamó “hermano” al Patriarca ruso en al menos cuatro ocasiones y también le dijo “somos hermanos”.
El Papa entregó luego regalos al patriarca: un estuche con una reliquia de San Cirilo y un cáliz. El patriarca por su parte le entregó a Francisco una pequeña copia de la Virgen de Kazan.
El intercambio duró unos cuatro minutos y luego, a las 14:30 hora local se cerraron las puertas para el encuentro privado que duró dos horas. Después se llevó a cabo la firma de una declaración conjunta (en ruso e italiano) y discursos improvisados de Francisco y Cirilo I.
Fuente: Apro