Luis Felipe Bravo Mena, ex presidente del PAN y ahora mediador en el conflicto maderistas-corderistas afirma que la crisis en el partido es por la burocratización y la lucha por el poder; “es necesario el perdón”
Por Liliana Padilla
El PAN se convirtió en un partido de “tribus salvajes que no ve ni respeta a las instituciones”, asegura categórico Luis Felipe Bravo Mena, al identificar que la situación que enfrenta su partido es consecuencia de sus fallas estructurales: su burocratización y la lucha por el poder.
En entrevista con Milenio, el ex dirigente nacional panista, bajo cuya conducción Vicente Fox ganó la Presidencia en 2000 y quien ahora es mediador en el conflicto entre los grupos que encabezan Gustavo Madero, actual líder del blanquiazul, y el senador Ernesto Cordero, asegura también que las diferencias personales entre ambos son consecuencia de la falta de empatía y considera necesario el perdón para doblar la página y seguir adelante.
¿El PAN se convirtió en un partido de corrientes?
Ya ni siquiera de corrientes, estamos peor, de tribus. Porque en esta lógica de burocratismo y de lucha por el poder, siquiera las corrientes tienen algo de ideología, tienen un sentido de propósito político; las tribus ya solo son los espacios, los lugares, las curules que se pelean. Ya no es un principio de fondo que las inspire, las tribus son salvajes, no ven ni respetan a las instituciones. La verdad es que sí, el PAN se trivalizó.
¿El pleito entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero es una disputa por los recursos de la bancada en el Senado?
Ante el público parece que es una disputa por los recursos, pero no es así, es una visión diferente de cómo habría de conducirse la relación entre el partido y el grupo en el Senado. ¿Qué reclaman los senadores? Creo que en esto tienen razón, al reclamar un mayor espacio en la discusión y elaboración de las propuestas y les asiste la razón, al reclamar que solo sean ejecutores de una línea política que ya se decidió en otras instancias y creo que hay que respetar el papel de los legisladores.
¿El PAN no asimila aún la derrota de 2012?
El problema es que no se ha compartido un diagnóstico en conjunto de la derrota de 2012. No es solo la disputa por la dirigencia, ese es otro de los ingredientes que alimentan la disputa. Este análisis no se ha procesado de manera serena y amigable y se han consumido muchos meses en repartir culpas y no en encontrar las razones que nos llevaron a la derrota. Bien lo dice el dicho: ‘las victorias tienen muchos padres y las derrotas son huérfanas’. La verdad es que todos somos responsables, algunos habremos hecho algo mal y otros no habrán hecho algo que les tocaba hacer, porque la derrota de 2012 no se generó en los últimos seis meses. Nacionalmente debemos corregir al partido, porque ya vimos que estatalmente somos competitivos. El 7 de julio tuvimos excelentes candidatos que le devolvieron al PAN su rostro ciudadano.
¿En 2012 no tuvieron excelentes candidatos?
Tuvimos buenos candidatos, pero la estructura y la maquinaria del PAN estaba girando en el orden del burocratismo y del poder por el poder, de manera que esos buenos candidatos quedaron anulados por esta maquinaria.
Bravo Mena, quien avaló la tregua de silencio en su partido para no interferir con el proceso electoral, reconoce que los triunfos panistas fueron un bálsamo para esa pugna, pero no debe ser motivo para no procesar las diferencias internas. Señala que la disputa por el relevo de la dirigencia nacional en el PAN solo agudiza las pugnas, pero de una adecuada conducción de la Asamblea Nacional del próximo 10 de agosto, dependerá que el PAN retome el rumbo y pueda volver a ser competitivo a nivel nacional.
“En términos generales, el PAN tuvo un buen domingo 7, ganamos capitales y ciudades grandes, además de repetir Baja California, pero esto no debe convertirse en un espejismo que nos impida ver la problemática que el partido tiene y que debemos resolver, porque una victoria no hace verano y debemos meternos de lleno a solucionar los problemas del PAN”.
¿Qué valoración tiene de las alianzas que tuvieron PAN y PRD?
Sin el PRD no habríamos tenido tantas victorias, el objetivo de esas alianzas era impedir que se reinstalara el unipartidismo hegemónico. Nadie puede decir que uno ganó más que otro; ganamos los que nos aliamos, el propósito está logrado y el éxito es de los dos. Porque en esta elección volvieron a aparecer los caciques que regresan con una nueva vestidura, envueltos en la mecánica democrática, pero se trata de caciques de horca y cuchillo, como los de antaño, son los gobernadores del carro completo que buscan la aniquilación de la oposición.
¿El PAN estuvo unido en este proceso electoral?
Uno de los elementos que cambiaron un poco el clima interno fue el hecho de pactar una tregua en las discusiones muy candentes que había al interior del partido y logramos que el ambiente fuera mejor, pero las tensiones prevalecen porque no están resueltos los conflictos de fondo.
Consejero vitalicio del PAN e identificado al margen de los grupos de poder en su partido, el ex embajador ante el Vaticano, ex secretario particular de Felipe Calderón y ex líder nacional de un panismo que logró que México diera el paso a la transición, admite que el Pacto por México y su contenido no fueron causa de las diferencias al seno blanquiazul, sino una consecuencia de un conflicto que comenzó mucho antes de la lucha por la Presidencia en 2012.
Bravo Mena se suma a las voces que critican el procesamiento de las iniciativas que emanan del mecanismo de acuerdo de las tres principales fuerzas políticas con el gobierno de Enrique Peña Nieto.
¿El Pacto por México profundizó las diferencias en el PAN?
El Pacto no fue la causa ni su contenido. Todos estamos de acuerdo en que es una buena herramienta para los acuerdos, pero no se pueden procesar solamente entre los dirigentes y el poder presidencial.
¿La reforma energética puede acabar con la alianza PRD-PAN?
Si tensa el proyecto de alianzas, pero no creo que sea fatal, que las rompa. El objetivo de las alianzas no es anular las diferencias, si no, pues fundamos un solo partido. El objetivo de las alianzas es impedir que prospere el proyecto de restauración hegemónica que está en la mente de algunos. Conservando nuestras diferencias, aun en el proyecto energético, debemos seguir explorando la posibilidad de converger para frenar el autoritarismo y el abuso de poder.
¿Hay unidad del PAN en torno a la reforma energética, o es solamente presentada por el grupo cercano a Gustavo Madero?
Entiendo que es un grupo de trabajo integrado por senadores y diputados de las comisiones de energía, no escogidos por el presidente Madero.
¿El Pacto por México tiene vigencia?
El Pacto tiene una agenda de temas muy ambiciosa y podría seguir vigente durante varios años, pero en 2015 vamos a llegar a un momento político en el que se va a privilegiar la competencia política y diferenciación. Hay tiempos para converger y tiempos para competir.
Fuente: Milenio