Por Adela Navarro Bello*
Desde el inicio de la dinastía Hank, creada por el humilde profesor que llegó a millonario político, Carlos Hank González, dos veces secretario de estado en la época de la hegemonía priísta, los Hank fueron favorecidos del Estado. Desde la posición política treparon a la alta posición financiera y con la mezcla de las dos ostentaron todo el poder.
Dos de los hijos del profesor hicieron carrera. Uno en el ámbito financiero con empresas y bancos, el otro con animales y casinos. Mientras Carlos Hank Rhon quiso entrar a la política en mal momento, pues le tocó confrontar en el Estado de México al hoy Presidente de la República, y por lo tanto perder, el otro, Jorge Hank Rhon, encontró mejor cobijo con el PRI de Baja California.
Carlos Hank se alejó de las aspiraciones, y al igual que su padre, mejor entró al sistema de dádivas electorales para obtener dividendos de las instituciones. Apoyar a los candidatos fue mejor inversión, y otorgar créditos a gobiernos abusivos mejor negocio. Jorge Hank en el poder que puede otorgar una alcaldía se mareó hasta coronar sus excesos con investigaciones que le rodean, por ejemplo, la que en 2009 se abrió para investigar el asesinato de la mujer de uno de sus hijos y madre de su nieta.
A la chica la asesinaron a sangre fría, y testigos protegidos confiaron –aun cuando han sido desacreditados ellos y no sus dichos- cómo el aparato de seguridad de Jorge Hank, y el propio ex alcalde, estarían inmiscuidos en el crimen.
Jorge Hank, favorecido por el Partido Revolucionario Institucional, y protegido del Partido Acción Nacional, se quedó con los predios que de la Nación son, en Tijuana, donde hoy se encuentra un Hipódromo en desuso, un casino, un bingo, un palenque, un centro residencial, un centro comercial y su propia residencia con todo y zoológico y caballerizas.
Luego otra investigación que lo tocó muy de cerca. También en base a declaraciones de testigos protegidos, que incluso laboraron para él, que lo señalaron y consta en actas ministeriales, de haber servido su territorio residencial y comercial para el almacenaje de drogas del cártel de Sinaloa. Sus dos principales escoltas, los hermanos Vera Ayala, uno fue preso por ello y el otro estuvo prófugo, antes que los abogados del titular del Grupo Caliente desestimaran –una vez más- las declaraciones y la investigación del fuero federal.
En 2011 vendría el clímax público para los excesos del Viudo de María Elvia Amaya de Hank: elementos del Ejército Mexicano de la II Zona Militar que entonces comandaba el General Gilberto Laderos Briseño, lo detuvieron la madrugada del 4 de junio de 2011 por acopio de armas. Otra vez, un testigo protegido dio santo y seña de dónde se encontraban escondidas las armas que el equipo de seguridad mantenía, de manera irregular, en las colindancias de la residencia de Hank.
Por errores y omisiones en la investigación militar que no fueron solventados por el Ministerio Público Federal, una vez más y no presumiendo inocencia sino hostigamiento, Jorge Hank recuperó la libertad diez días después.
No extraña que en gobierno priístas los Hank sean beneficiados del Estado. Lo mismo con los créditos que otorga el hermano, que con los permisos, concesiones extendidas y anuencias ilimitadas que recibe el otro en Tijuana. Enrique Peña Nieto siendo Gobernador del Estado de México concedió a Jorge Vera Ayala el permiso para portación de armas de fuego que la Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana le había revocado, por ejemplo.
Lo que sorprende es cuando un partido como el de Acción Nacional, tiene concesiones y beneficios para quien se ha calificado como “un soldado del PRI”. Durante el sexenio de Vicente Fox Quesada a Hank Rhon se le concedieron los permisos para operaciones de casinos, sorteos de números, cruce de apuestas y máquinas tragamonedas. En el sexenio panista de Felipe Calderón Hinojosa fue cuando a Jorge Hank se le encarceló.
Hoy día, Francisco Arturo Vega de Lamadrid, un conocido creelista y por ende, anti Calderón, y además Gobernador de Baja California desde el 1 de noviembre de 2013, posición a la que llegó como candidato del Partido Acción Nacional en alianza con PRD, Panal y Partido de Baja California, se ha convertido en un servidor más –desde el Estado- de Jorge Hank Rhon.
Durante el proceso electoral que ganó el 7 de julio de 2013, a Vega de Lamadrid, se le ubicó como un favorecido de Jorge Hank; el interés del de las apuestas en que ganara el candidato del PAN o no el de su partido el PRI, fue que el abanderado tricolor, Fernando Castro Trenti, le había arrebatado la candidatura al Gobierno del Estado. Vega no negó abiertamente esa ayuda, y llegó a admitirlo en pequeñas y confidenciales reuniones.
Panista, el Gobernador de Baja California ha evidenciado con nombramientos en su gabinete el compromiso que tiene con Jorge Hank. Primero le dio la Secretaría de Trabajo y Previsión Social al equipo del Hipódromo Agua Caliente. La titularidad de esa instancia quedó en manos de una priísta de tercer nivel que ni licenciada en derecho es, pero que su hankismo lo trae arraigado hasta la médula, Juana Pérez Floriano, quien a su vez designó como Presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje a quien fuera el abogado laborista de Jorge Hank, el licenciado Arturo Méndez.
Pero Kiko Vega –así se hacer llamar el gobernador de Baja California- no tuvo empacho en ir más allá. Hace unos días dio la dirección del Instituto de Cultura de Baja California en Tijuana, a César Hank Inzunza, un hijo del hombre dedicado a los animales y las apuestas, desconocido en el ámbito cultural del Estado, sin currículum público –no lo liberan en el gobierno del estado-, con fama de desaguisado y sin estudios visibles en la materia.
En medio de la campaña electoral por el Gobierno del Estado, y cuando Jorge Hank se negaba a aparecer en público con el candidato del PRI, el hijo de éste aparecía en actos apoyando al abanderado panista, y hoy el gobernador le paga con un cargo de segunda.
Resulta entonces que Hank Rhon es muy beneficiado por el PAN en el Gobierno de Baja California, y que en dichas condiciones se antoja difícil que el Gobernador Vega de Lamadrid reabra, conduzca o prosiga las investigaciones locales que se le siguen a los Hank. De plano el colmo de la promiscuidad política entre el gobernador de Baja California, del PAN, y Jorge Hank del PRI. Ese es pacto y no tonterías.
* Adela Navarro Bello. Editora del semanario Zeta de Tijuana
Fuente: Sin Embargo