Para la numerología, el 2016 tendrá un alto contenido místico. 2+0+1+6= 9. El 9 es el número más completo, el que abarca todo: el movimiento universal y la vibración que simboliza la transmisión de la vida. Es el número que contiene a todos los otros números.
El número 9 representa el logro y la realización, es símbolo del saber, de la espiritualidad, la compasión y la generosidad, pero también de la austeridad, la reflexión, la timidez. Comparte el espíritu y la materia al mismo tiempo.
Durante el año 2016 es de esperar una corriente de mitos, de exaltación de los cultos, es posible que muchas naciones o grupos étnicos se hallen frente a situaciones difíciles de controlar y es fácil identificar esto con el 9, que es el número que abarca todo y donde se encuentran los opuestos: el bien y el mal, el odio y el amor, la guerra y la paz.
Las naciones gobernadas por personas sabias harán grandes aportes en favor de la paz mundial, mientras que otras ingresarán en una época difícil de enfrentamientos y acciones tendientes al totalitarismo.
Los planetas
El año comienza con una ausencia de planetas en los signos de Aire, Géminis, Libra y Acuario, lo cual anuncia una posible ausencia de diálogo y entendimiento entre países, gobernantes o grupos, esto agravado por la Cuadratura de Júpiter y Saturno en signos mutables (desde marzo hasta finales de mayo) que debilita a Europa y la pondrá en serios aprietos económicos.
El equilibrio financiero en general será delicado y la volatilidad bursátil será una de las características de este año, por los planetas ubicados en el Medio Cielo, que representa el poder y la elevación social ( estos planetas son Júpiter, Saturno y Neptuno). Bajo esta disonancia, el equilibrio financiero en general será delicado, lo que creará altibajos en las bolsas de valores y las industrias en desarrollo.
Lamentablemente no habrá solución cercana a las crisis migratorias. Saturno representa las fronteras, los límites, las diferencias de clases, mientras que Neptuno representa todo lo contrario, sus horizontes nunca están definidos, y busca una unidad para dar cabida a todo el mundo. Cuando estas energías “chocan”, por así decirlo, se producen conflictos entre lo que ambos representan.
En medio de estas situaciones políticas y económicas que tienen en alerta a la mayoría de las naciones, podrían abrirse senderos de luz y prosperidad. El 2016 estará regido por el Sol, y el Astro Rey representa la vitalidad, el calor, la luz. Habrá sin duda muchos estímulos durante este período vertiginoso, y aunque muchas circunstancias pongan a prueba la voluntad, la paciencia y el compromiso de las naciones y de la humanidad entera, también habrá espacios importantes para encontrar logros entre las crisis.
