Desde 2007, dos de cada 10 libros que circulan en México son falsos, y la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem) contempla pérdidas anuales por más de 500 millones de pesos, se informó hoy en los festejos por los 15 años de trabajo del Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (Cempro).
Ambas instituciones estiman que se reproducen de cinco a 6,000 millones de fotocopias al año, y si se calcula que un libro tiene alrededor de 250 páginas, se habla de casi 30 millones de ejemplares al año reproducidos de forma ilegal. Esa situación, evidentemente, se destacó, perjudica a toda la cadena productiva del libro: autores, editores, distribuidores, libreros y otros más.
Las zonas de la ciudad de México donde se “mueve” más los libros falsos son el Centro Histórico, las avenidas Balderas y Niños Héroes, la zona de hospitales de Tlalpan, y algunos tianguis, estaciones del metro y puestos de periódicos. En el interior del país, mercados, bazares y puestos de periódicos. Los falsos se venden entre 20 y 50% más baratos que los originales.
Respecto a la piratería digital, se mencionó que en 2009 se descargaron 25 millones de libros de la red de forma ilegal; en 2010, 88 millones, y en 2011, 86 millones. Otros datos dados a conocer esta tarde indican que de 2007 a diciembre de 2012 se han asegurado más de 390 toneladas de libros en las calles del país, y de enero de 2013 a la fecha 11 toneladas de libros piratas.
Luego de dar a conocer las cifras anteriores, convertidas ya en un problema de primer orden, se llevaron a cabo dos foros de análisis, información y debate.
El primero fue “Medidas de protección para obras literarias: Analógicas y digitales”, y el otro “Participación de las autoridades en la gestión, creación y protección de bienes culturales”, donde participaron especialistas.
Posteriormente, tuvo lugar una mesa: “Las sociedades de gestión colectiva como alternativa de gestión y protección”.
De acuerdo con el programa, se realizó la ceremonia de entrega de reconocimientos a usuarios responsables y editores, quienes, satisfechos del éxito obtenido en el Foro “La industria editorial en la era digital, protección de las obras literarias”, brindaron felices.