En actos separados, ambos ex presidentes repudiaron en duros términos el liderazgo del actual mandatario.
Trump pide investigar a Hillary por venta de uranio a Rusia
Dos ex presidentes estadounidenses, uno republicano y otro demócrata, se turnaron en actos separados para denunciar la actual gestión de Donald Trump, repudiando la “intolerancia” y el “menosprecio”.
Así, George W. Bush primero y Barack Obama después subieron al escenario para disparar contra el actual mandatario.
La de Bush fue una velada arremetida contra el actual jefe de la Casa Blanca. Denunció la tentación aislacionista política y económica que se apodera de Estados Unidos, en un discurso en el que la sombra de Trump, a quien no citó, estuvo presente.
“La intolerancia parece incentivarse. Nuestros debates políticos parecen más vulnerables a las teorías conspirativas y a las manipulaciones”, declaró en Nueva York, durante una conferencia organizada por el instituto que lleva su nombre. El argumento “se convierte demasiado fácilmente en animosidad” y “el desacuerdo escala a deshumanización”, enfatizó.
A diferencia de su sucesor demócrata Barack Obama, Bush ha dicho muy poco públicamente sobre Trump o el estado de la política estadounidense este año. Se negó a respaldar la candidatura del magnate multimillonario, y en gran medida se mantuvo por encima de la pelea política.
Pero con su discurso, Bush rompió con ese silencio, en una muestra de preocupación de un ex líder en un momento único en la historia de la nación.
“Hemos visto desnaturalizar el nacionalismo en nativismo, y hemos olvidado el dinamismo que la innovación siempre aportó a Estados Unidos”, agregó luego de meses de esfuerzos de Trump por frenar la inmigración y el flujo de refugiados al país. “Perdemos la confianza en la economía de mercado y el comercio internacional, olvidando que los conflictos, la inestabilidad y la pobreza son las consecuencias del proteccionismo”, remató.
Obama tomó la palabra en Richmond, Virginia, y fue su bautismo de regreso a la arena política. Fue más sutil que su antecesor pero igualmente elocuente en la crítica.
Habló para para apoyar a dos candidatos demócratas a gobernador, abandonando el bajo perfil que había mantenido desde que dejó la Casa Blanca en enero.
El ex mandatario demostró no haber perdido nada de su popularidad ante los activistas demócratas, que hicieron cola para esperarlo con horas de anticipación y volvieron a cantar “Yes, we can” (sí, podemos), el lema que lo impulsó a la victoria cuando era un joven senador demócrata de Chicago.
Más de 6.000 personas se reunieron en Richmond, Virginia, para ver a Obama, de 56 años, salir a apoyar al candidato demócrata a gobernador de ese estado sureño, Ralph Northam.
De traje pero sin corbata, y largamente ovacionado, Obama llamó a los ciudadanos de Virginia a votar para “enviar un mensaje resonante a todo este hermoso país y el mundo”.
“Si para ganar una campaña debemos dividir a la población, entonces no podremos gobernar”, afirmó, en una alusión velada a Trump.
“Nuestro valor es más alto no cuando menospreciamos a las personas, sino cuando tratamos de elevarlas a todas juntas”, agregó Obama en otro revés para su sucesor.
Más temprano, el ex mandatario había participado en otro acto de campaña en Nueva Jersey, cerca de Nueva York, para apoyar al demócrata aspirante al puesto de gobernador Philip Murphy.
“La política actual… creíamos haber acabado con eso hace tiempo… ¡La gente tiene 50 años de retraso! Estamos en el siglo XXI, no en el XIX…”, ironizó.
Estas dos elecciones tendrán lugar el 7 de noviembre, un año después de la sorpresiva victoria de Trump en la elección presidencial, que tuvo lugar el 8 de noviembre de 2016.
Fuente: El Clarín/ Agencias