Ismael “El Mayo” Zambada, máximo líder del cartel de Sinaloa en México, y Joaquín Guzmán López, hijo del líder de la organización, Joaquín “El Chapo” Guzmán, fueron arrestados el jueves en El Paso, Texas, informó el departamento.
Del Departamento de Justicia de EE.UU.
Zambada, uno de los líderes de pandillas más antiguos y astutos de México, nunca ha estado en prisión, sobrevivió a décadas de guerras internas y ascendió a la cima del inframundo gracias a sus astutas conexiones.
Es conocido por gestionar las operaciones de contrabando de la organización, manteniendo la privacidad de su identidad, comunicaciones y tratos internacionales.
El fiscal federal Merrick B.
Garland anunció el arresto pero no proporcionó detalles sobre cómo se llevaría a cabo.
Un funcionario federal mexicano, que solicitó el anonimato porque no estaba autorizado a hablar sobre el asunto, dijo a Associated Press que Zambada y Guzmán López llegaron a Texas en un avión privado y se entregaron a las autoridades estadounidenses.
El Cartel de Sinaloa es una de las organizaciones narcotraficantes más violentas y poderosas del mundo, y es un importante traficante de fentanilo, el opioide sintético que se ha convertido en una de las drogas más lucrativas y mortales y causa la mayor cantidad de muertes por sobredosis de drogas en Estados Unidos.
Estados estados.
Su líder más notorio, “El Chapo” Guzmán, fue sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos en 2019, pero Zambada ejerce una influencia similar dentro del cartel. La Agencia Estadounidense contra las Drogas (DEA) ofreció una recompensa de hasta 15 millones de dólares a quien proporcione información que conduzca a su arresto.
El director del FBI, Christopher Wray, celebró que Zambada y Guzmán López ahora enfrentarían “la justicia en Estados Unidos”.
Se enfrentan a múltiples cargos de “dirigir las actividades criminales de la pandilla, incluida la red mortal de producción y tráfico de fentanilo”, dijo Garland en su declaración.
Añadió que el Departamento de Justicia “no descansará hasta que cada líder, miembro y asociado responsable de envenenar a nuestras comunidades rinda cuentas”.
Hasta el momento, los funcionarios mexicanos no se han pronunciado sobre este tema.
En febrero, Zambada fue acusado en el Distrito Este de Nueva York de conspiración para fabricar y distribuir fentanilo.
Los fiscales lo describieron como el líder del cartel de Sinaloa, “una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas y violentas del mundo”.
En los últimos años, los hijos de Guzmán lideraban una pandilla. Conocidos como Los Chapitos, son considerados uno de los principales exportadores de fentanilo a Estados Unidos y son considerados más violentos y excéntricos que Zambada.
Las autoridades mexicanas arrestaron a su jefe de seguridad en noviembre.
Otro hijo de El Chapo, Ovidio Guzmán López, fue arrestado y extraditado a Estados Unidos el año pasado.
En septiembre, se declaró inocente de los cargos de tráfico de drogas que se le imputaban en Chicago.
Su arresto se produce luego del arresto de otras figuras del Cartel de Sinaloa.
Uno de ellos es el hijo de El Mayo, Ismael Zambada Imperial, quien se declaró culpable en un tribunal federal estadounidense en San Diego en 2021.
Después del acuerdo, admitió haber participado en la importación y distribución de toneladas de cocaína, heroína y marihuana desde México a Estados Unidos.
Se sabe que “El Mayo” se centra en el narcotráfico y evita en la medida de lo posible la violencia generalizada porque siente que llama la atención de las autoridades y complica el trabajo de la pandilla.
Aunque luchaba contra rivales, tenía un estilo muy diferente al de los líderes de pandillas más jóvenes, conocidos por su estilo de vida lujoso, lujo ostentoso y tácticas brutales como decapitaciones, cortes de manos e incluso azotes a los oponentes.
Sus estrechas relaciones con los proveedores colombianos de cocaína y sus afiliados en todo Estados Unidos convirtieron a El Mayo en uno de los narcotraficantes más poderosos del mundo.
Según el informe del Departamento de Justicia, Zambada ha estado involucrado en el narcotráfico desde la década de 1970, y su principal medio de ganarse la vida era la venta de drogas en Estados Unidos.
Aunque se sabe poco sobre sus primeros días en el narcotráfico, a principios de la década de 1990 era un miembro destacado del Cartel de Juárez y transportaba toneladas de cocaína y marihuana al norte.
Con el tiempo, según investigaciones estadounidenses, el cartel se volvió tan poderoso que se separó del Cartel de Juárez, pero logró mantener estrechos vínculos con el cartel y evitar una guerra mundial. También formó una alianza con “El Chapo” Guzmán, que lo pondría al frente del cartel de Sinaloa.
En una entrevista de abril de 2010 con la revista mexicana Proceso, durante el juicio de su hijo en Chicago, admitió que vivía con el temor constante de ir a prisión y que estaba contemplando el suicidio en lugar de ser arrestado. “Tengo miedo de que me encierren”, dijo.
“Me pillan si estoy parado o descuidado, como en la película ‘El Chapo’.
También destacó que incluso si fuera arrestado, nada cambiaría en la organización.
Una vez que “los jefes eran encarcelados, asesinados o extraditados, surgían sus reemplazos”.
Esta entrevista sorprendió a todo México.
Rompió con su tradición de mantenerse fuera de los focos, pero además llamó la atención el hecho de que el periodista pudiera entrevistar a uno de los narcotraficantes más buscados.
El artículo no daba ninguna indicación sobre su paradero, aunque se decía que había estado refugiado en lugares remotos de las montañas del noroeste de México y que había estado enfermo durante varios años.
Se dice que El Mayo se ganó la lealtad del pueblo de Sinaloa, su estado natal, y del vecino estado de Durango, a través de su generosidad y patrocinio de los agricultores locales, y distribuyendo dinero y cerveza en su ciudad natal de El Álamo.
Mike Vigil, ex director de operaciones internacionales de la DEA, dijo que el arresto de Zambada fue significativo pero no creía que tendría un impacto significativo en las operaciones del grupo.
Respecto a Joaquín Guzmán López, señaló que es el menos influyente de los cuatro hijos que formaron Los Chapitos.
“Este es un gran logro para el Estado de derecho, pero ¿tendrá un impacto en los cárteles?
“No lo creo”, añadió.
“El narcotráfico no se verá afectado en absoluto porque un pandillero ocupará su lugar”.
