El presidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Julio Santaella, informó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el cual se utiliza para medir la inflación, dejará de contener un apartado sobre la canasta básica, pues según el organismo, la forma en la que se estima dicho indicador perdió vigencia y el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ya hace una medición al respecto, publica La Jornada.
Durante la presentación del cambio de año base para la medición de INPC, el funcionario reconoció que el tema de la canasta básica “es un tema delicado, histórico y trascendental”, pero consideró necesario “cuestionar el significado de esa canasta básica”, pues señaló que si bien en su momento alguna autoridad determinó cuáles eran los bienes y servicios que la integraban, ahora ese trabajo lo hace el Coneval, cuya estimación “es la que se debe de utilizar para medir el bienestar de ciertos segmentos de la población”.
Santaella indicó que el Inegi tiene todos los elementos estadísticos para poder definir cuáles son los valores que se tendrían que incluir en la canasta, pero señaló que definir los elementos o genéricos indispensables para la vida humana o qué elementos son fundamentales para preservar el bienestar de los hogares, requeriría de un consenso social mucho mayor.
“Tendríamos que tener una discusión a nivel técnico pero también consensuado con sociedad civil, órganos del Estado mexicano para saber cuáles son aquellos elementos que deben incluirse en esta canasta básica”.
Y cuestionó “¿Quién debería determinar cuál es la canasta básica que tenemos que considerar? Es una buena pregunta que dejo yo en el aire”.
El funcionario explicó que los cambios en la medición del INPC tienen entre sus objetivos el mantener una canasta que refleje los cambios en los patrones de consumo y el comportamiento del mercado actual, pero también la modernización del indicador para homologarlo a mediciones internacionales e incluir información por estado.
El director general de estadística económicas del Inegi, Arturo Blancas, indicó que luego de analizar el factor estacional mensual desde 1993 hasta 2016, se determinó que julio es el mes en el que menos cambios de precios hay por factores estacionales como ocurre por ejemplo en navidad, cuando el consumo y los precios suben impulsados por el pago de aguinaldos.
Por ello, la nueva medición del INPC tendrá como año base la segunda quincena del mes de julio de este año, y el primer resultado anual de la nueva medición se dará a conocer exactamente en un año, el 23 de agosto de 2018 y contendrá información de julio de este año a julio del próximo.
La eliminación de la canasta básica en el INPC, así como las demás modificaciones anunciadas, tendrán efecto hasta agosto de 2018, después de la elección presidencial del año entrante.
Blancas agregó que en la nueva medición el número áreas geográficas de cobertura pasó de 46 a 55, por la inclusión de 9 ciudades (Pachuca, Cancún, Coatzacoalcos, Esperanza, Izúcar de Matamoros, Atlacomulco, Saltillo, Tuxtla Gutiérrez y Zacatecas).
El número de genéricos cuyos precios se medirán también subió de 283 a 299, pues se incluyeron 10 nuevos (entre ellos leche de soya, Té, lámparas, alfombras, transporte escolar y servicios para mascotas), se eliminaron 2 (calentadores de agua y larga distancia nacional), se desagregan 9 para convertirse en 19 (por ejemplo se colocan como separados películas música y videojuegos, que antes estaban juntos) y se fusionan 7 genéricos en 5.
“Es el proyecto de cambio de año base de mayor envergadura, en la historia de este índice”, dijo Blancas, quien explicó que las modificaciones al índice se hicieron siguiendo los lineamientos del Manual del Índice de Precios al Consumidor: Teoría y práctica 2004, elaborado por el Banco Mundial, Eurostat, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.
Fuente: La Jornada