El huracán Florence se fortaleció el lunes a la categoría 4 mientras se aproxima a las costas de Carolina del Norte y del Sur, con vientos y lluvias que podrían causar caos en una amplia franja de la costa este de Estados Unidos en los próximos días, informaron meteorólogos.
Las comunidades costeras vulnerables a un aumento en el nivel del mar debido al cambio climático se preparaban para evacuar por la tormenta, cuya fuerza se prevé alcance el martes casi la categoría 5. El gobernador de Carolina del Sur ordenó que toda la costa del estado sea evacuada a partir del martes a mediodía y pronosticó que un millón de personas se irían. Y el gobernador de Virginia ordenó una evacuación obligatoria para algunos residentes de áreas costeras bajas.
Los primeros efectos de la tormenta ya se sentían en algunas islas a medida que peligrosas corrientes azotaban las playas y el agua del mar inundó una carretera estatal.
Algunas aerolíneas, incluidas American y Southwest, comenzaron a permitir que los pasajeros cambien sus planes de viaje cuando éstos se encuentren dentro de la posible ruta del huracán.
Ken Graham, director del Centro Nacional de Huracanes, advirtió que se pronostica que Florence permanecerá sobre las Carolinas una vez que toque tierra. La gente que vive tierra adentro debe estar preparada para quedarse sin electricidad y resistir inundaciones y otros peligros, advirtió.
“No es sólo la costa”, dijo Graham. “Cuando un sistema como este se estanca y avanza realmente lento, parte de esa lluvia puede extenderse bastante lejos del vórtice”.
A las 11 de la noche tiempo del este, el centro de Florence se ubicaba a unos 1.085 kilómetros (1.170 millas) al este-sureste de Cape Fear, Carolina del Norte, y se desplazaba en dirección oeste a 20 kph (13 mph). Su vórtice pasará el martes y el miércoles entre las Bermudas y las Bahamas y el jueves se acercará a la costa de Carolina del Sur o del Norte, señaló el Centro Nacional de Huracanes.
Otras dos tormentas se desplazan en el Atlántico. Se prevé que el huracán Isaac pierda fuerza a su llegada al Caribe, y Helene, mucho más adentro en el océano, podría girar hacia el norte a medida que la temporada de huracanes de 2018 llega a su punto más álgido.
En el Pacífico, el huracán Olivia provocó que se emitieran advertencias para múltiples islas hawaianas a medida que se desplaza hacia el oeste, y podría llegar al estado el martes por la noche o el miércoles en la madrugada.
Los preparativos para la llegada de Florence se intensificaban por toda la costa densamente poblada. El presidente Donald Trump autorizó el lunes se declarara el estado de emergencia para Carolina del Norte.
El estacionamiento lleva tres días lleno en la ferretería Ace Hardware en Calabash, en la costa de Carolina del Norte, donde el gerente Tom Roberts dijo que vendió 150 tanques de gas en dos horas el lunes, así como generadores eléctricos, madera contrachapada, sogas, abrelatas manuales, costales de arena y múltiples artículos más.
“He estado haciendo esto desde 1983”, afirmó Roberts. “Este es el más alocado”.
Al anunciar su orden de evacuación, Henry McMaster, el gobernador de Carolina del Sur, dijo que aproximadamente un millón de personas huirían de la costa.
Por otro lado, una orden de evacuación del gobernador de Virginia Ralph Northam es aplicable a unas 245.000 personas.
Roy Cooper, gobernador de Carolina del Norte, dijo que su estado está “en el blanco” de la tormenta y exhortó a la gente “a prepararse ahora”.