El Partido Acción Nacional se debate en una lucha interna. Por un lado los anayistas, y por otro los calderonistas-zavalistas, van en pos de la candidatura a la Presidencia. Y en medio de esa disputa, Enrique Peña Nieto homenajeó a Felipe Calderón en lo que podría interpretarse como la confirmación de un pacto de apoyo del PRI a las aspiraciones presidenciales de Margarita Zavala.
En medio de la cruenta disputa por la candidatura presidencial del Partido Acción Nacional (PAN) que ambicionan Margarita Zavala, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle, un hecho insólito ocurrió en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM): Enrique Peña Nieto homenajeó a Felipe Calderón, su antecesor en la Presidencia, por su contribución “al desarrollo de una sociedad más libre, más justa y más próspera”.
Nunca en los 70 años del ITAM había asistido un presidente de la República en funciones a entregar un reconocimiento como el que, el martes 1, Día de Muertos, dio en mano a Calderón por ser “un modelo a seguir” para la comunidad de esa institución presidida por Alberto Bailleres González, el segundo hombre más rico de México.
La ceremonia se realizó a puerta cerrada, en día de asueto, con invitación personalizada y sin difusión -ni para la fuente presidencial-, con el fin de evitar brotes de inconformidad contra Calderón o Peña, quien el año pasado hizo que el Senado otorgara la medalla Belisario Domínguez a Bailleres, con una fraudulenta votación.
Mientras Anaya, presidente del PAN, era exhibido mediáticamente por su vida de lujos en Estados Unidos, donde tiene radicada a su familia; al gobernador Moreno Valle le era cancelada por ilegal su propaganda como “nuevo presidenciable” y Zavala convalecía de una operación ocular, Calderón recibió el reconocimiento que le otorgó la Asociación de Exalumnos del ITAM, presidida por Lorenzo Meade Kuribreña.
La distinción no es fortuita: Lorenzo es hermano de José Antonio Meade Kuribreña -galardonado también ese día-, a quien Calderón hizo secretario de Energía y Hacienda, mismo cargo que, desde octubre, ostenta con Peña, luego de haber sido, también en este sexenio, secretario de Relaciones Exteriores y de Desarrollo Social, por cuya trayectoria es identificado como presidenciable.
Esta relación del Presidente con su antecesor, quien en el ITAM fue el más aplaudido, es pragmática, advirtió el ex canciller Jorge G. Castañeda, desde septiembre.
“Los Calderón hicieron un pacto con Peña Nieto para hacer el borrón y cuenta nueva en este sexenio, a cambio de que ellos sacrificaran a Josefina Vázquez Mota en 2012. Y ahora Peña sacrificará al candidato del PRI para que pase Margarita”.
Aunque el aspirante presidencial “independiente” aclaró: “Esa estrategia no funcionará debido a que los Calderón, con Margarita, no pueden llamar a un voto antisistémico, porque ellos son parte de él y vivieron en Los Pinos. Esa jugada no les funcionará, el encabronamiento social es muy grande”.
El plan de Felipe, según Prats
Juan José Rodríguez Prats, ex diputado y ex senador del PAN, cree también que existe ese contubernio de Peña con Calderón, a quien acusa no sólo de ser el jefe de la campaña de su esposa, sino de pretender reelegirse en la Presidencia por medio de ella.
En entrevista con Proceso, Rodríguez Prats hace públicas las tres preguntas que les ha dicho, en privado, a los panistas: “Primero, ¿Calderón fue un buen presidente? No. Su gabinete fue mediocre, no veo alguna realización que se pueda presumir, salvo la desaparición de la compañía Luz y Fuerza del Centro, pero no fue un buen Presidente.
“Segundo: Como presidente, ¿fue un buen panista? No. Nos atropelló, nos avasalló, nos aplastó. Eso es evidente. Y tercero: Si llegara Margarita a ser presidenta, ¿realmente Felipe no se va a meter para integrar el gabinete, para gobernar y para vengarse? Porque es un hombre rencoroso, lo fue como Presidente. Sé de muchos casos de su rencor personal. Quien tiene resentimiento, está abocado a hacer el mal. No puede gobernar bien un hombre resentido”.
-¿Pero realmente Calderón quiere reelegirse a través de Zavala?
-Por eso la tercera pregunta: Vamos a suponer que gana Margarita en el PAN y que llega a la Presidencia de la República, ¿Felipe la dejaría gobernar con independencia? ¡Evidentemente no! ¡El que está llevando la campaña es él! ¡Y la está hundiendo!
“Todo lo acontecido recientemente ha perjudicado a Margarita. Me atrevo a pensar que ella misma no esperaba esto. La han criticado de pequeña, de mezquina, de que no tiene los tamaños. ¿Quién es el culpable de eso? Felipe. Felipe debió callarse y dejar que su mujer sea la protagónica. Y Felipe fue el que nos amenazó: Si no hacen candidata a mi esposa, se va como independiente.”
Impulsor de Zavala para la presidencia del PAN, de la que se alejó cuando ésta optó por la candidatura presidencial, Rodríguez Prats asegura que Calderón es el que orquesta también los ataques contra Anaya -“¡qué manera de manipular a la gente!”- para “chantajear” y que su Zavala sea ungida sin una elección interna, lo que sí llevaría al PAN a una grave fractura.
Y es que esta nueva crisis en el PAN se inició efectivamente con un embate de Calderón contra Anaya, el 23 de octubre, una semana antes de recibir de Peña el reconocimiento del ITAM -donde estudió la maestría en economía-, cuando lo acusó de atentar contra la unidad.
“La unidad del PAN es vital para el País, la dirigencia de Ricardo Anaya está poniendo en riesgo esa unidad”, sentenció Calderón en un mensaje de Twitter, que llevaba adjunto el pronunciamiento de 18 panistas -la mayoría, empleados de su gobierno- que le exigían optar entre ese cargo o su aspiración presidencial.
Hacia la ruptura
A esta posición de Rodríguez Prats se opone Juan Manuel Alcántara Soria, ex subprocurador general de la República en el gobierno de Calderón y principal articulador del pronunciamiento del grupo de los 18, quien insiste en que no hay nada oculto en su exigencia: Anaya debe optar por ser presidente del PAN o aspirante presidencial.
“Ambas decisiones son válidas, pero no son simultáneamente perseguibles. Ésa es la esencia de todo”, subraya el ex procurador de Guanajuato tras negar que Calderón manipule al grupo que, recuerda, tiene su base en el movimiento Más PAN, que irrumpió en la elección interna del 2015 entre Anaya y Javier Corral.
En efecto, Más PAN, cuyo coordinador nacional es Salvador Abascal Carranza, propuso a los contendientes firmar una “carta-compromiso” para que el presidente nacional cumpliera el periodo completo y no usara los recursos del partido con fines personales.
“Me comprometo a concluir mi encargo sin buscar candidatura alguna durante el mismo, para evitar el conflicto de interés”, decía el punto 5 y el 6 señalaba: “Me comprometo a velar por la agenda del partido y a no dedicarme a la autopromoción, en su lugar, me concentraré en la promoción del partido como vehículo de causas ciudadanas y con un PAN cercano a la gente.”
Corral, gobernador de Chihuahua, suscribió el documento, pero Anaya se negó. “Ahora entendemos por qué no lo quiso firmar”, concluye Alcántara Soria.
–¿Desde entonces identificaban el proyecto presidencial de Anaya?
–Identificamos la ambición. La gente de Querétaro nos ha dado la radiografía política oportuna, en tiempo, de Anaya y es: este personaje no se va a quedar ahí.
Incluso, el 27 de junio, este movimiento envió una carta a Anaya para reunirse a dialogar sobre el tema, pero sólo hubo silencio y por eso el grupo comenzó a crecer.
“En medio de esta indisposición para sentarse con nosotros como movimiento Más PAN es que nos fuimos abriendo, en círculos concéntricos más amplios, a militantes; es ahí donde aparecen los ex gobernadores Alberto Cárdenas, Alejandro González Alcocer y Guadalupe Osuna, o el mismo Roberto Gil Zuarth”.
Por ello niega la acusación de Rodríguez Prats de que se trate de un grupo manipulado por Calderón. “Eso es falso. Juan José lamentablemente está dando bandazos y en el ansia de que le den una diputación, que es lo que está buscando, nos atribuye esta cualidad”.
–¿Existe el riesgo de una ruptura en el PAN?
–Sí, riesgo hay. El riesgo de la ruptura se da precisamente porque el presidente (Anaya) tiene, como tarea fundamental, garantizar que los procesos de designación o de elección interna generen los apoyos internos para que la militancia vaya en torno a los candidatos que son designados o son electos, y se pueda ir hacia afuera con una unidad interna.
Fuenete: Proceso