A cuatro años de iniciado el juicio en su contra por fraude contra dos empresas gaseras en una corte de California, Manuel Bribiesca Sahagún fue sentenciado por el juez John A. Houston a pagar 10 mil dólares y estar bajo libertad condicionada durante tres años. Y aunque el hijastro del expresidente Vicente Fox negoció su condena mediante un acuerdo secreto, debe continuar aportando pruebas sobre las tropelías de sus cómplices. Sin embargo, su situación se complica porque en Texas otro empresario gasero también lo acusa por un desfalco de por lo menos 300 mil dólares.
Por Anabel Hernández/ proceso
El pasado lunes 10, la Corte de Distrito Sur de California dictó una sentencia condenatoria contra Manuel Bribiesca Sahagún por el delito de fraude en perjuicio de dos empresas gaseras en Estados Unidos, lo que revive las acusaciones contra el expresidente Vicente Fox y su familia por presuntos actos de corrupción.
Ese día, el juez John A. Houston sentenció al primogénito de Marta Sahagún a tres años de libertad condicional y a pagar una multa de 10 mil dólares por “encubrimiento de delito grave”, al ostentarse ante empresarios estadunidenses como dueño y presidente de la compañía Mexico Gas, creada en California, y estafarlos con la venta de gas a sobreprecio.
El dictamen del juez Houston fue emitido justamente cuando Fox comienza a reposicionarse luego de haber manifestado su apoyo a Enrique Peña Nieto. El ahora presidente le ha sabido corresponder al panista: en las semanas previas a su toma de posesión, envió a su equipo de transición al Centro Fox a recibir capacitación sobre cómo hacer negocios con empresarios chinos.
Fox mismo ha dicho a sus más cercanos colaboradores que espera un sexenio lleno de ventajas. Y no se detiene: Lo mismo se exhibe ante los medios de comunicación encaramado en un globo aerostático para recorrer su vasto rancho en San Cristóbal, Guanajuato –remodelado durante su administración presidencial con recursos de procedencia desconocida– que aplaude los recientes nombramientos hechos por Peña Nieto.
La sentencia del juez Houston contra Manuel Bribiesca llega tras cuatro años de juicio en territorio estadunidense. De acuerdo con el expediente criminal radicado en la corte californiana (3:08-cr-04274), y al que Proceso pudo acceder, Bribiesca Sahagún renunció a su derecho de apelar la sentencia y se vio obligado a firmar un acuerdo confidencial con la fiscalía, el cual, sin embargo, está “sellado”, por lo que se mantendrá oculto.
Es posible que el acuerdo –similar a los que firman los narcotraficantes ante las fiscalías estadunidenses para obtener canonjías– permanezca sellado debido a que Bribiesca negoció o se comprometió a aportar pruebas de sus presuntos cómplices o coacusados para disminuir las sanciones por los cargos que se le atribuyen.
Así, la fiscalía le retiró a Bribiesca Sahagún tres delitos que también se le imputaban: fraude electrónico, conspiración y complicidad, lo que no implica que el juez Houston lo haya absuelto de ellos.
En la sentencia quedó establecido que, cuando el gobierno de Estados Unidos lo desee, podrá abrir un nuevo caso criminal contra el hijastro de Fox, e incluso volver a acusarlo por los mismos ilícitos.
Consultado al respecto por Proceso, un abogado experto en derecho penal en Estados Unidos sostiene que en convenios de este tipo los cargos se retiran, pero sin que ello signifique que no puedan volver a imputarse, en el entendido de que si el acusado –en este caso Bribiesca Sahagún– no coopera u omite decir toda la verdad, será enjuiciado de nueva cuenta.
Así, explica, la sentencia podría incluso ser más severa. La amenaza constante de reabrir un proceso judicial es una auténtica espada de Damocles para el acusado, dice el especialista.
En México, Manuel Bribiesca y su familia son señalados en diversas querellas por presuntos actos de corrupción y tráfico de influencias cometidos durante el llamado “gobierno del cambio” (2000-2006), cuando Fox y su madre, Marta Sahagún, lo protegieron públicamente; tanto que incluso la Procuraduría General de la República lo exoneró sin explicación alguna antes de que terminara la administración foxista.
No obstante la libertad condicionada que le otorgaron las autoridades californianas, Bribiesca Sahagún se hallará bajo monitoreo permanente y está obligado a declarar su domicilio fijo, que no podrá modificar sin previo aviso en los próximos tres años, y tendrá prohibido poseer o usar estupefacientes, sustancias controladas y armas.
El “mea culpa”
En mayo pasado este semanario reveló que, con base en testimonios y copias de depósitos bancarios, el Buró Federal de Investigación (FBI por sus siglas en inglés) documentó que Manuel Bribiesca participó en un fraude en territorio de Estados Unidos para estafar a dos compañías de ese país, toda vez que les revendió gas LP con sobreprecio.
En 2007 y 2008 el hijastro de Fox, quien por entonces gozaba de total impunidad en México, probó fortuna en el país del norte, donde se presentó como dueño de la compañía Mexico Gas. Allá defraudó a las compañías North Star Gas y Centennial con la compra-venta de gas LP, y ambas firmas terminaron por denunciarlo.
Según la investigación documentada por el FBI, Ivonne Vázquez Mellado, actual esposa de Manuel Bribiesca, prestó sus cuentas bancarias para que él recibiera los pagos por participar en el fraude (Proceso 1854).
El socio de Bribiesca, el exsuperintendente general de Pemex Gas y Petroquímica básica Sergio F. Ruiz Ríos –quien fue inhabilitado en 2005 por la Secretaría de la Función Pública por un periodo de 12 años por irregularidades cometidas en la empresa paraestatal– fue detenido en diciembre de 2008 en San Diego, California. En 2009 fue sentenciado a un año de prisión y lleva tres de libertad condicionada.
En mayo pasado Bribiesca Sahagún envió una carta al diario AM de León, Guanajuato, en la cual reprodujo el reportaje publicado por Proceso en su edición 1854 y dijo ser inocente de las acusaciones que se le imputaban en la Corte del Distrito Sur de California. Pero el 14 de septiembre pasado terminó por admitir su culpabilidad ante esa misma instancia en un intento por conseguir una sanción menos severa.
Desde entonces negoció con la fiscalía hasta llegar a un acuerdo. Y fue el lunes 10 cuando el juez Houston emitió su sentencia.
(Fragmento del reportaje que se publica en Proceso 1885, ya en circulación)