Twitter es el lugar donde se ha contado el mundo en los últimos diez años. Lo dice Mark Little, el vicepresidente para Europa, Oriente Medio y África de la red social, y lo saben bien los medios. Cada mes, más de 800 millones de personas entran en Twitter para saber qué pasa. El directivo lo define como “comunicación pública en tiempo real”. En su opinión, la calidad es la clave de su éxito: “Lo que obtienes da sentido a la fidelidad que se tiene a Twitter”.
Little ha dado hoy una conferencia en RETINA, el foro de transformación digital de El País patrocinado por Telefónica, Iberdrola y Santander, y que se celebra desde ayer en Madrid. La historia de Little se sale de la norma. Pasó de periodista del principal canal de televisión de Irlanda a emprendedor, desde hace tres meses pasó a dirigir Twitter en este lado del mundo. “Cuando estaba en Prime Time, el telediario nocturno de mi país, como presentador, soñaba con volver a ser corresponsal de guerra como en mis comienzos. De vez en cuanto podía volver a zonas de conflicto. En 2009 ,mientras estaba en Afganistán, me di cuenta de que necesitaba estar en Twitter para estar al día de lo que pasaba y conocer mejor a la audiencia”, relata.
Ese fue el comienzo de su transición. Dejó su trabajo para crear Storyful, una aplicación dedicada a separar las noticias del ruido social. Hace dos año se lo vendió a NewsCorp por 18 millones de euros, el conglomerado de Rupert Murdoch. “Me di cuenta de la escala de la revolución que estamos viviendo al vender mi empresa. Tenía más de 100 empleados”, dijo como si todavía no se lo creyese.
Dentro de la bondades de Twitter destacó el poder del hashtag, la fórmula para crear hilos de conversación alrededor de un tema: “Puede capturar solidaridad, crear comunidad y viajar sin fronteras. Es el ahora, es directo, global y público. Mi pasión son las noticias, así que me enamoré”.
Ese mismo amor lo vive ahora Twitter en forma de idilio con la televisión. Una vez establecida su relación como segunda pantalla, como subtítulo social de lo que se emite en antena, se han lanzado a emitir en tiempo real. Periscope, una aplicación que compraron antes de que estuviese terminada, cumple con ese papel. De nuevo, Little no pudo esconder la vena periodística: “Con Periscope se puede contar la verdad de los refugiados de Siria, sin filtros, sin demoras. Me retrotrae a cuando estuve en Kandahar en 2006”.
Periodismo de calidad
Little destacó la transformación que está viviendo EL PAíS y cómo se ha sumado a esta ola: “Estoy totalmente comprometido con el periodismo de calidad. Me encantó ir al despacho de Antonio Caño y visitar la redacción. Queremos que las redacciones tengan el poder de distribuir a través de Twitter, pero también que encuentren la mejor información. Tweetdeck quiere ayudar a dar con el contenido”.
Los del pájaro azul están obsesionados con mejorar la forma en que se cuentan historias. “Hace unos meses lanzamos Moments, una forma de crear contenido alrededor de un tema, con principio y fin, enriquecido con complementos multimedia”. Llegó incluso a compartir un placer culpable: “Reconozco que me encantan los gifs animados, pero también que las encuestas son una excelente forma de tomar el pulso de lo que opinan nuestros seguidores”. Consciente del valor de su contenido, tiene claro que tiene que ir más allá de su plataforma para que brille: “Hay más de mil millones de usuarios que ven mensajes de Twitter fuera de Twitter. Esto sucede porque se incluyen los mensajes en noticias. Queremos que se usen, que se distribuyan”.
Las cinco prioridades de Twitter durante 2016 pasan por redefinir el producto, impulsar el vídeo en directo, incrementar la seguridad, dar alas a los creadores y desarrollar más aplicaciones de la mano de los programadores.
Espero que sepamos entender esta era revolucionaria que estamos viviendo. Trabajéis en Twitter o en una empresa enamorada de la innovación como EL PAÍS
Little cerró con una llamada a la colaboración entre medios y empresas de tecnología: “Ya es hora de que pensemos en dialogar para crear, que vayamos juntos al futuro. Espero que sepamos entender esta era revolucionaria que estamos viviendo. Trabajéis en Twitter o en una empresa enamorada de la innovación como El País”.
Fuente: El País