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Muchos usuarios consultan las diferentes redes sociales, escriben comentarios, se”pelean” acaloradamente con otros internautas si no comparten sus puntos de vista, ven videos en las populares plataformas de streaming.
Las redes sociales, Facebook Twitter, Twitch, TikTok, Instagram, YouTube, etcétera, son sin duda un tema cotidiano. Muchos usuarios consultan las diferentes redes sociales, escriben comentarios, se”pelean” acaloradamente con otros internautas si no comparten sus puntos de vista, ven videos en las populares plataformas de streaming y desde luego, ven cotidianamente muchos videos que se pueden encontrar en youtube de prácticamente cualquier tema.
Pero he aquí que aparentemente este poder no parece observarse como evidente pero lo es. Pongamos algunos ejemplos. ¿No conocen a alguien que les muestra un video, que puede ser de segundos de duración que se hizo viral? ¿Y no es más curioso aún que probablemente ustedes le digan, “ya lo había visto”? Y es que este mecanismo de escribir comentarios, poner enlaces a videos o a páginas especializadas en algún tema, no cae en la apatía, al contrario, de pronto todo el mundo ya vio ese simpático video de gatitos que hace reír tanto, entre todas las posibilidades de información que tenemos a la mano.
Y si siguen sin creer el nivel de audiencia que logran las redes sociales, súbanse al transporte público. Más de uno stará viendo su teléfono y es bastante probable que muchos de ellos están viendo videos de TikTok para pasar el rato mientras llegan a sus respectivos destinos y de nuevo, esas imágenes se empiezan a convertir en algo de todos los días e incluso, hablamos de ello en reuniones con amigos y parientes. Internet es el mecanismo más parecido a Dios, porque cada vez es más omnipresente.
No vayamos muy lejos, YouTube se ha convertido en una de las plataformas más importantes para difundir ideas en videos, audios, fotos o incluso láminas de powerpoint. Porque además de los contenidos tenemos una opción que no tiene tan trivialmente la televisión, el acceso a poder comentar de inmediato lo que nos parece el material visto. Un dato interesante lo aporta este sitio, https://www.eaeprogramas.es/blog/negocio/empresa/youtube-supera-la-television-en-terminos-de-audiencia: “YouTube ha analizado los hábitos de visualización de los consumidores británicos de entre 16 y 34 años. Del estudio se extraen diversas conclusiones, como que el 41% de los usuarios escogería YouTube antes que la televisión convencional o servicios de suscripción de vídeo si tuviera que elegir; o que el 58% asegura que es más fácil encontrar contenido de su agrado en la plataforma online que en la televisión”.
Y es que sí, YouTube es la nueva televisión, pero más aún, todos los medios electrónicos que proveen la posibilidad de que los usuarios generen contenidos, han creado la curiosísima “profesión” de “influencer”, el cual es en el fondo un conjunto de personas tan comunes como nosotros, que publicitan su contenido en las redes y con el tiempo se han hecho populares e incluso, les ha permitido tener un modus vivendi bastante aceptable. Se me ocurren unos casos: “Luisito comunica”, que tiene más de 40 millones de suscriptores, por lo que recibe estupendas cantidades por la cantidad de veces que se miran sus videos, o el ahora ya retirado “Werevertomorro”, que por años fue uno de los personajes más populares y famosos en YouTube y que aparentemente ha abandonado el seguir haciendo videos. El mismo personaje ha dicho que de los videos que hizo hace años, aún YouTube le paga por mes unos 1500 dólares. Nada mal ¿no?
Pero este poder de las redes sociales, de estas páginas para subir videos e información tienen un algo que podríamos considerarlo “oscuro”. A pesar de que hablemos de las virtudes de la red de redes, de la democracia en Internet donde aparentemente todos somos iguales, tenemos que estos portales como YouTube, Twitter, etcétera, pueden eliminar la participación de alguien que resulte polémico, incómodo o que no cumpla con las reglas del juego impuestas por el portal. Por ejemplo, Jordan Peterson, un científico social muy de moda, anunció cuando los dueños de Twitter le quitaron su cuenta. No sé qué hizo mal Peterson, pero la compañía que controla Twitter decidió bloquearlo. Lo mismo podemos decir de YouTube, que canceló de por vida el ingreso a ser creadora de contenidos a Yoseline Hoffman, Yosstop, por incumplir reiteradamente las políticas del sitio web. Yosstop, con poco menos de 8 millones de suscriptores fue cortada de tajo de la posibilidad de seguir viviendo de YouTube, pero más grave aún, no hay alternativas reales a esta plataforma. En este sentido es un monopolio que ha definido sus reglas y las aplican sin miramientos.
Así que no todo es miel sobre hojuelas. Es cierto que en términos generales, las redes sociales no actúan como dictatoriales pero cuando alguien le llena el buche de piedritas, actúan en consecuencia. Y mientras no haya alternativas, o asumimos que sus reglas son buenas y colaboran a un mejor ambiente para todos o simplemente nos salimos por considerarlas autoritarias. Usted lector, lectora, ¿de qué lado está?
Fuente: Apro