Washington fuerza la retirada de dos menciones críticas en la declaración final de la cumbre de ministros de Finanzas: condena el proteccionismo y apoyo a la lucha contra el cambio climático
El ideario económico de Donald Trump ganó su primer pulso en sábado, en la reunión de ministros de Finanzas del G-20, el grupo que une a las potencias económicas y a las principales naciones emergentes. El Gobierno estadounidense forzó la retirada de dos menciones críticas en la declaración final de la cumbre en Baden-Baden (Alemania), la condena al proteccionismo y un nuevo apoyo al acuerdo de París sobre el clima. La victoria es simbólica —la eliminación de unas palabras en un papel—, pero tiene calado, supone una demostración de fuerza de la nueva Casa Blanca, hostil a los acuerdos sobre el clima y a los actuales tratados comerciales multilaterales.
“Se trata de un desacuerdo entre un país y el resto de los participantes”, señaló el ministro francés, Michel Sapin, al mencionar el asunto que envenenó la cumbre celebrada entre viernes y sábado. La tradicional condena al proteccionismo que este grupo de países solía expresar después de cada cumbre se ha sustituido por una referencia a la necesidad de fortalecer la contribución del comercio a la economía. La presión para lograr este punto de inflexión en la rutina de los G-20 corrió a cargo del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, un peso pesado de Wall Street que Trump escogió para llevar la cartera de Economía y que ahora debe evangelizar en las cumbres internacionales sobre el giro proteccionista de la primera potencia mundial.
La declaración final de la cumbre del G20 tampoco incluye una mención al acuerdo de París sobre el cambio climático a falta de un acuerdo tras el cambio de tercio que Estados Unidos vive también en este terreno. Trump ha colocado al frente a la Agencia de Protección Ambiental (EPA) a un escéptico del cambio climático y en su primera propuesta de presupuesto plantea recortar los fondos de este organismo en un 31%.
“El lenguaje histórico (del G20 en sus comunicados) no era pertinente, y lo que es pertinente es lo que hemos acordado como grupo: incrementar la contribución del comercio a nuestras economías”, dijo Mnuchin, y se despidió de Baden-Baden advirtiendo de que la Administración estadounidense no excluía la posibilidad de renegociar los acuerdos multilaterales de la Organización Mundial de Comercio (OMC). „Creemos que ciertos aspectos de la OMC han dejado de ser aplicados y que intentaremos, con toda nuestra fuerza, que vuelven a tener validez en beneficio de los trabajadores americanos“, dijo. ‚Son viejos acuerdos y si se deben renegociar, nosotros lo intentaremos, sentenció.
El resto de declaraciones mostró la fractura abierta por Estados Unidos. “La fórmula escogida sobre el comercio mundial tiene una connotación clara: No estamos de acuerdo con los Estados Unidos“, insistió el ministro francés.
Alemania, la anfitriona de la reunión, trató de quitar hierro al debate. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, resaltó que el documento demostraba que los ministros habían estado de acuerdo en un compromiso para un comercio justo. “Hemos llegado a formulaciones con las que no se avanza mucho, pero que muestran nuestro compromiso por un comercio justo y con la manipulación de los tipos de cambio. Los americanos no han estado aislados, porque la responsabilidad de la presidencia del G20 (Alemania) es de buscar consensos y no aislar a nadie“, dijo Schäuble. “Hemos estado de acuerdo en la importancia del comercio internacional, aunque no llegamos a un consenso sobre el futuro de las relaciones comerciales“, dijo el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann.
Trump ha llegado a la Casa Blanca a lomos de un discurso crítico con los actuales tratados comerciales de Estados Unidos, a los que responsabiliza en buena parte de la desindustrialización estadounidense a favor de países de mano de obra más barata. Ha puesto la Nafta (alianza entre EE UU, Canadá y México) en su punto de mira, se ha retirado del Tratado con el Pacífico (TPP) que firmó Barack Obama y ha enfriado aún más las posibilidades de un acuerdo con Europa (el TTIP) que tampoco despertaba pasiones en la UE. “No soy anticomercio, defiendo el comercio justo”, insistió Trump el viernes ante la canciller alemana, Angela Merkel.
Fuente: El País