El científico mexicano Dr. Grinberg, experto en fenómenos paranormales, desapareció en 1994. Un documental apunta a que la CIA pudo estar detrás del extraño suceso
Jacobo Grinberg dedicó su vida al estudio de la conciencia. Ida Cuéllar, director de El secreto del Doctor Grinberg, que tenía que estrenarse en el Festival de Málaga (aplazado a raíz de la crisis del coronavirus), cuenta que «Grinberg se graduó en neurofisiología, la ciencia que estudia el comportamiento del cerebro, y luego estuvo en el laboratorio del Dr. Roy John en Nueva York, para doctorarse. A su regreso a México, montó su propio laboratorio, que era el más grande de la Universidad. Grinberg proponía que la conciencia no es un producto de la actividad cerebral, sino que somos receptores de una conciencia general, a la que nos conectamos como si fuera, para simplificar, como un internet para todos».
Grinberg recorrió México para estudiar a los chamanes, hasta conocer a Bárbara Guerrero, alias Pachita, una curandera que gozaba de la protección del entonces presidente José López Portillo. Le dedicó varios libros, que fueron rechazados por la comunidad científica. Pero no se amilanó.
Grinberg siguió con sus experimentos sobre la telequinesia y la telepatía. En el momento de su desaparición, se aprestaba a realizar un importante experimento de telepatía entre México y la India. Según el director barcelonés, «quería demostrar que no había un tiempo de transmisión entre la emisión y la recepción del flash, aspecto que contradecía la Teoría de la Relatividad, según la cual nada puede ir más rápido que la velocidad de la luz». Pero el 8 de diciembre de 1994, a los 47 años, desapareció.
La investigación tardó en ponerse en marcha, porque Grinberg ya se había ausentado sin dar noticias. Pero, finalmente, en mayo, las más altas instancias pusieron el caso en manos del comandante Clemente Padilla, que hasta la fecha no había dejado ningún caso sin resolver.
El llamamiento por televisión de la única hija del científico, Estusha, que cantaba en un grupo llamado Cielo y Tierra, generó numerosas llamadas telefónicas entre las que figuró un testimonio al que Padilla otorgó cierta credibilidad. Grinberg había sido avistado en Boulder (Colorado), acompañado de dos agentes de EEUU, Rick Howard y Marina Velasco.
Pero Padilla fue relevado de la investigación, y más tarde cesado de la policía. Cuéllar, que ha dedicado más de un lustro a este hipnótico documental, acabó dando con el paradero de Padilla, que vive retirado, algo paranoico, y todavía obsesionado con su único caso irresoluto.
El documental sugiere que Teresa Mendoza López, la segunda mujer de Grinberg, también desparecida, podía trabajar para la CIA, y que el científico pudo haber sido secuestrado para librar sus secretos, o para seguir trabajando en ellos, en el marco de un programa como Stargate, a través del cual la agencia de inteligencia estudió toda clase de fenómenos paranormales durante la Guerra Fría.
Lo cierto es que Grinberg desapareció junto con todo el material de sus últimas investigaciones. Y nadie ha vuelto a saber nada de él. Otra pista, que pide a gritos una secuela, señala al entorno del muy controvertido Carlos Castaneda.
Fuente: El Mundo