El gobernador del Banco de México contradijo al presidente Peña y aseguró que el aumento a la gasolina es parte de las reformas.
El gobierno de Enrique Peña Nieto ha insistido en que el aumento al costo de la gasolina se debe a factores externos y no a las reformas estructurales, específicamente a la energética. Sin embargo, el exgobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, contradijo esa versión.
“Sobre el precio de la gasolina a mi me gustaría simplemente reiterar que el Banco de México, y yo en lo particular, lo vemos como una medida adecuada, que es parte de las reformas estructurales“, dijo Carstens este jueves, de acuerdo con un reporte del diario Reforma.
Durante el seminario Perspectivas Económicas 2017, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Carstens explicó que “cuando el precio (de las gasolinas) se desalinea, se vuelve inevitable su ajuste y cuando se da ese ajuste se genera mucha volatilidad”.
Acerca del aumento a la inflación, causado a partir del alza al precio de los combustibles, el exgobernador de Banxico dijo que se prevé que para finales de este año la inflación se mantenga bajo control y los precios mejoren.
Este jueves, Peña Nieto intentó nuevamente controlar el descontento por el alza de los precios de la gasolina.
Para ello insistió en lo necesario que era acabar con la subvención de los combustibles que mantenían su precio artificialmente bajo y anunció algunas medidas sociales para favorecer a los sectores más necesitados, como la devolución de ahorros a más de tres millones de jubilados.
Sin embargo, este tipo de iniciativas no parece que vayan a calmar ni el descontento social —ya hubo protestas que, en algunos casos, acabaron con saqueos y varias muertes— ni la caída de la moneda nacional que el miércoles superó la barrera psicológica de 22 pesos por dólar en las casas de cambio después que Trump reiterara su promesa de obligar a México a pagar por un nuevo muro fronterizo.
En distintos discursos a lo largo de la semana, Peña Nieto justificó la polémica medida. Anunció su compromiso para controlar los precios de los productos básicos con el apoyo del sector privado y para modernizar el transporte público y la movilidad urbana. También habló de la puesta en marcha de nuevos estímulos fiscales para fomentar la inversión en 2017.
No está claro, sin embargo, cómo se concretarán estas propuestas y si podrán apaciguar la situación provocada por el aumento de hasta un 20% en el precio de la gasolina, que comenzó el 1 de enero.
No obstante, Peña Nieto optó el jueves por mostrarse mucho más relajado en sus explicaciones e incluso incluyó alguna broma durante su discurso.
“Es un paso difícil al que tenemos que adaptarnos”, insistió.
Animal Político con información de Reforma (sólo suscriptores) y AP.