Para la industria energética la extracción de gas Shale resulta benéfica para la generación de energía, para los ambientalistas la técnica con la que se extrae perjudica al medio ambiente.
Cada vez es más frecuente el uso de gas natural en la vida diaria. Para la calefacción, el aire acondicionado, el agua caliente, la preparación de alimentos y hasta para el transporte público, se puede utilizar este tipo de gas.
Uno de los temas de debate sobre la recién aprobada reforma energética es que con ella se incrementaría la extracción y explotación del tipo de gas natural conocido como gas shale que se encuentra almacenado en rocas del subsuelo y que su extracción requiere de alta tecnología y una gran inversión económica.
En diciembre, tras la aprobación de la reforma, el director de Pemex, Emilio Lozoya, declaró en entrevista radiofónica que “México debería apostar por la industria del gas shale, como se ha hecho en otros países, pues permitiría captar más recursos, generar empleos y bajar las tarifas de electricidad”.
Este gas, es conocido también como gas de esquisto, gas de lutita o gas pizarra. Es un hidrocarburo en estado gaseoso que se encuentra rocosas sedimentarias de grano muy fino. Este tipo de gas natural se extrae de zonas profundas en terrenos donde abunda el esquisto, las lutitas o las argilitas ricas en materia orgánica. Como el interior rocoso del esquisto tiene baja permeabilidad, es imposible que ascienda a la superficie. Por ello su extracción comercial requiere fracturar la roca hidráulicamente (proceso conocido como fracking o fractura hidráulica, que es fuertemente criticado por grupos y organizaciones ambientalistas).
El proceso de extracción de gas shale
“Para extraer el gas shale atrapado en rocas de esquisto a una profundidad de entre 1 y 5 kilómetros bajo la tierra, es necesario hacer un pozo vertical, luego hacer una serie de incisiones horizontales e inyectar agua a alta presión con químicos -muchos de ellos tóxicos- y con otros materiales para permitir la salida del gas. Esta técnica se hace de forma intensiva en Estados Unidos desde finales de la década pasada”, explicó Aroa de la Fuente, investigadora de Fundar Centro de Análisis.
Argumentos en contra del gas shale y de su extracción
Para Aroa de la Fuente, investigadora de Fundar -que pertenece a la Alianza contra el Fracking- “se está apostando mucho a la explotación del gas shale como una medida para mejorar la producción de hidrocarburos y disminuir la importación de gas en el país, pero también como un argumento para permitir una mayor apertura al sector privado del sector petrolero”.
Sin embargo, consideró que se ha visto que tiene graves afectaciones socio ambientales y el gas que se recupera es muy poco.
“Requiere mucha inversión y lo que se puede recuperar del gas que hay en los yacimientos es muy bajito, más o menos se recupera entre un cinco y un diez por ciento, mientras que en los yacimientos de gas natural convencionales se recupera entre un 65 y un 80 por ciento”.
Entre los daños ambientales que la Alianza contra el Fracking asegura, existen con esta técnica de extracción de gas están: un gran consumo de agua (entre 9 y 29 millones de litros de agua por pozo) y la contaminación del agua que se utiliza.
Fundar asegura que, además, los seres humanos pueden sufrir enfermedades
“Una vez que se le vierten estos químicos, que la mayoría son tóxicos, hay pruebas en Estados Unidos de que causan daños neurológicos, cáncer, problemas genéticos y otro tipo de enfermedades”, dijo Aroa de la Fuente.
Usos del gas natural
Las aplicaciones y procesos en los que se usa gas natural son industriales, de comercios y servicios, en la energía y en el hogar.
– En la industria se utiliza para la generación de vapor, la industria de alimentos, la cocción de productos cerámicos, la fundición de metales, generación eléctrica, producción de petroquímicos, para los sistemas de calefacción y para hornos de fusión.
– En el comercio y servicios se utiliza para la calefacción, el aire acondicionado, la cocción y preparación de alimentos, para el agua caliente.
– En el sector energético se utiliza para procesos como la cogeneración eléctrica y en centrales térmicas.
– En el hogar se utiliza en la cocina, en la calefacción, agua caliente y aire acondicionado.
– En el transporte de pasajeros, algunos taxis y autobuses funcionan con gas natural en vez de usar gasolina.
El gas natural también es utilizado como materia prima en diversos procesos químicos e industriales y puede ser convertido a hidrógeno, etileno, o metanol; los materiales básicos para diversos tipos de plásticos y fertilizantes.
Fuente: Milenio