El Fobaproa de Peña Nieto

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Por Martín Moreno

* Más deuda, al estilo Echeverría y Jolopo * Impuestos, déficit, recesión y desempleo

En 2013, el gobierno volvió a ponerle a la economía los famosos alfileres.

Y en 2014 –como ocurrió en el nefasto 1994–, otro gobierno priista podría volver a quitárselos.

Veinte años después, los colmillos de una nueva  crisis financiera se asoman acechantes. Los condimentos ya están sobre la mesa: endeudamiento irresponsable, incremento de impuestos en época de recesión, contención brutal del gasto público, castigo fiscal a empresas pequeñas y medianas, nula generación de empleos. Es una película de terror que ya la hemos vivido y sufrido.

Y en el terror financiero –de López Portillo a de la Madrid, de Salinas de Gortari a Zedillo–, los priistas se pintan solos. Son expertos.

Los Peña Nieto, Videgaray  y compañía, nada más no pueden con la economía. Creen que gobernar a un país es igual que administrar al Estado de México. Su falta de miras, de estatura como estadistas, ya se refleja con preocupación dentro y fuera del país.

El malogrado Mexico’s Moment fue más fugaz que el paso de Vucetich en el TRI. Mucho cuidado.

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Las cifras han rebasado los vaticinios más pesimistas que pudieran haberse previsto para 2013.

El gobierno de Peña Nieto lleva acumulado un rezago en su ejercicio del gasto por 106 mil millones de pesos. La contención presupuestal ha sido inexplicable, dolorosa y dañina.

Y los resultados han sido catastróficos:

-Pemex perdió 92 mil 584 millones de pesos en los primeros nueve meses de este año, de acuerdo al reporte entregado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

-La Comisión Federal de Electricidad perdió, de enero a junio, 35 mil 519 millones de pesos.

-El IMSS enfrenta un pasivo laboral de… ¡1.9 billones de pesos!, se reveló en su reciente Asamblea.

¿Cómo pretende el gobierno peñista enfrentar estos endeudamientos, pasivos y desórdenes financieros que apuntan, de nueva cuenta, a otra crisis financiera de magnitudes dolorosas?

Con más deuda. Al estilo de Echeverría. De Jolopo. Del PRI. A la vieja usanza: que paguen los mexicanos.

Y esta nueva deuda la han avalado el PRI y sus partidos satélite en torno a la Reforma Hacendaria: el PRD –sí, el Partido de la Revolución Democrática–, y esas vergüenzas llamadas Partido Verde y Panal, al servicio siempre del priato.

¡Cuidado! La deuda solicitada por el gobierno de Peña Nieto equivale al 4.1% del PIB.

¿Cuánto es eso?

El Senador Héctor Larios lo ejemplificó de manera coloquial, pero acertada:

“¿Saben cuánta deuda representó el Fobaproa? 687 mil millones. Poquito más de lo que se quiere pedir el próximo año. De ese tamaño es el endeudamiento y yo he dicho siempre que pedir prestado es muy sabroso, el problema es que hay que pagar intereses y capital y eso es lo que hace que se ahoguen las finanzas y eso es lo que nos hizo ahogar por dos décadas consecutivas cuando vivimos excesos que pagamos con terribles sufrimientos los mexicanos”.

No vamos muy lejos: hace 20 años, la irresponsabilidad de Carlos Salinas de Gortari –correteado y humillado en Londres por una mujer que fue la voz de millones que lo repudian-, provocó la crisis económica más dolorosa de la historia: un millón de mexicanos perdieron casas, negocios, empresas, autos, bienes.

Hoy, Peña Nieto no ha entendido la lección.

Peña, como Echeverría, cree más en el endeudamiento público que en el saneamiento de las finanzas. Cree más en el déficit público que en elevar la productividad. Y en ese lance nos podría llevar a la ruina. Otra vez.

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La mal llamada reforma hacendaria –ni es reforma porque apenas llega a miscelánea, y ni es hacendaria porque sólo está focalizada en el aumento de impuestos sin ampliar la base gravable ni hacer cumplir a las grandes empresas que paguen los impuestos que deben, entre otros huecos–, es condenada, y ya comienza a provocar abandono de empresas.

El Grupo México anunció que sacará del país 5 mil 388 millones de pesos para invertirlos en otras naciones.

¿Cuántas más se irán del país con sus dineros?

Por lo pronto, el consenso empresarial es: la miscelánea fiscal del gobierno ni abonará a la productividad, provocará el cierre de empresas y negocios y, por tanto, no generará empleos.

“Es buen momento para invertir en México”, presume Peña Nieto.

Sin embargo, hay noticias para el Presidente:

México cayó del lugar 48 al 53 en el “Doing Busines 2014”, que mide la facilidad para hacer negocios en 189 países.

Una cosa es el discurso presidencial. Otra, muy diferente, es la realidad.

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La sola mención del regreso de una crisis financiera al estilo López Portillo o Salinas de Gortari, aterra. Sin embargo, allí están las condiciones adversas, los escenarios pesimistas.

Y, sobre todo, la pésima conducción económica que en casi once meses de gobierno ha mostrado el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Vienen tiempos difíciles. Sin duda.

Twitter: @_martinmoreno

 

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