Alondra Luna Núñez se quedará sin su fiesta de XV años por los excesivos gastos que tuvieron que hacer sus padres, Susana Núñez Granados y Gustavo Luna Romero, para recuperarla, luego de que fue trasladada a Estados Unidos por la Interpol tras una denuncia de una mujer que decía ser su madre biológica.
Un día después del retorno a su hogar, comenta que su sueño era cumplir 15 años para que se le hiciera una “fiesta grandotota, como de princesa, con chambelanes, vals y muchos invitados. ¡Sería muy bonito!”.
Con nuevo corte del cabello, añade que le gustaría ser una quinceañera con un vestido morado o azul celeste, acompañada de sus amigas.
“Ni me hago ilusiones, le dije a mi papá que no, porque no tenían suficiente dinero y algo chiquito pues no, no me complacería, así es que mejor no quiero”, expresa Alondra.
Entre bostezos, en un establecimiento de alimentos ubicado en la parte posterior de la Alhóndiga de Granaditas, cuenta que le ha dicho a sus amigas que ya no tendrá celebración de XV años.
Este jueves, Alondra se despertó a las 04:00 horas por diversas llamadas de medios nacionales e internacionales. “Yo quería ser famosa de grande, una cantante, pero eso ya está descartado, porque es un fastidio”.
Ahora su meta es seguir estudiando hasta terminar una carrera. El lunes regresará a la Telesecundaria con sus compañeras de segundo grado y espera que su vida vuelva a ser igual hasta antes del jueves 16 de abril, cuando agentes de la Interpol se la llevaron.
En estos últimos siete días, los padres de Alondra gastaron en transporte urbano, taxis, recargas de celular y alimentos, en la lucha por recuperar a su hija. Pidieron prestado a familiares y vecinos para viajar a Michoacán, a donde fue llevada la adolescente para la audiencia de un juicio de restitución, en el que una juez ordenó que se la entregaran a Dorotea García, quien reside en Houston, Texas.
El padre, un chofer de transporte urbano, y su madre, operadora de una empresa del sector automotriz, viven al día, con un ingreso semanal de 800 pesos cada uno. “Ahora hay que ahorrar para pagar lo que se debe”, dice la madre sentada en un desgatado sillón en la sala de su casa.
El ingreso no les ha alcanzado para reemplazar los vidrios rotos de las ventanas, ni para darle mantenimiento a las puertas, ni ponerle una chapa a la puerta principal.
Menciona que le había dicho a Alondra que ahorrarían para su fiesta de XV años, el 2 de agosto próximo, “pero ya no va a ser posible. (…) Es difícil que se pueda hacer un ahorro”.
Asimismo, Susana Núñez demandó la destitución de la juez federal, Cinthya Mercado, de Michoacán, y que se le castigue con prisión por haberle arrebatado a su hija.
Externó tener mucho coraje con la juez. “Me quitó a mi hija, como si fuera un juguete. De qué sirven los protocolos de los que hablan las autoridades, si violaron los derechos de mi hija”.
Añadió que analizarán la intervención de cada una de las autoridades, pues “deberán pagar todos los que le hicieron daño a mi hija”.
Por su parte, el recién designado subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa Cifrián, se comprometió a buscar a los padres de Alondra, la menor que fue sacada de la escuela por elementos de la Interpol para llevarla a Houston, Texas, ante el reclamo de la señora Dorotea García, quien aseguró ser la madre biológica de la adolescente.
Entrevistado tras rendir protesta en su nuevo encargo, Roberto Campa aseguró que para cumplir con la indicación que recibió del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, estará presente en los temas que tengan que ver con el respeto a las garantías individuales.
El funcionario resaltó que así como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos contactó a Susana Núñez y Gustavo Luna, padres de Alondra, la subsecretaría a su cargo hará lo propio para dar seguimiento al tema.
Fuente: El Universal